domingo, 18 de diciembre de 2016

RETORNOS DEL MAR


El cumpleaños de Rafael Alberti siempre es un motivo para que la Literatura recobre protagonismo y llame, incluso especialmente, a quienes acostumbran a vivir de espaldas a ella. Me gusta adentrarme en la Fundación pues acaba por inspirar en mi espíritu una serenidad que no encuentro en otro lugar, por causas en parte de inaprehensible etiología, y me complace verla invadida cada 16 de Diciembre por una multitud que entona sus poemas: aunque a veces la declamación resulte más voluntariosa que artística el mejor homenaje que se puede hacer a los escritores es leerlos y difundir su obra y para cumplir ese objetivo se hace imprescindible mostrarla a niños y jóvenes, así como la liberación de libros contemplada en el programa de actividades.

Las iniciativas de este año han previsto, entre otros puntos, la exposición “Retorno a la pintura en el exilio argentino”, dentro de una plausible idea, la de difundir piezas que suelen permanecer en los fondos del museo, lejos de la luz necesaria y reveladora de la mirada. Rafael Alberti ingenió una obra gráfica más valiosa y extensa de lo que muchos piensan y estos días, en concreto hasta el 15 de Enero, se ofrece la oportunidad de adentrarse en un interesante periodo de su inventiva, ubicada entre su marcha de Francia y el desembarco en Italia.

Como ocurre con todas las obras destacadas el paso del tiempo agiganta su dimensión. Ni incluso cuando fue marinero en tierra quedaría el trabajo  albertiano varado en las dunas. Ahora, en su actual singladura, alcanzados los 114 años del nacimiento del creador, cabe felicitarse de que vaya desliándose la maraña que impide que la Fundación retorne a esa época magnífica, anterior a la maldita crisis, que le permitía albergar eventos rutilantes con una frecuencia que entonces advertíamos natural y ahora se nos antoja imposible, reflejo de un pasado que se nos fue.


Parece que el futuro pasa por convertir la Fundación en una Casa Museo Municipal: que las figuras jurídicas y las tinieblas económicas no impidan que la palabra, el dibujo y el color se alcen esplendentes sobre la blancura salada de las espumas.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
18 de Diciembre de 2016

jueves, 8 de diciembre de 2016

EL COLOR ETERNO


Las ciudades se construyen con el esfuerzo de las personas y esa labor no siempre es tan conocida como debiera. Desde 1993 miles de portuenses han visto los carnavales, la Semana Santa, la Feria, el día a día cotidiano, con los ojos de Pepe Hormigo, con su mirada o con la retina que su docencia llegó a inculcar en otros compañeros, inspirada por una frase que convirtió en lema (“grabar no es sólo darle a un botón”), luchando contra los que definía “planos sin sentido” (¿recuerdas cuando calificabas, con entonación crítica, como “planos de papeles” a aquellos que recogían las hojas de los periodistas escribiendo en las ruedas de prensa, secuencias que tú entendías carentes de mayor aportación informativa?).

Llevado por su vocación, Pepe, que finalmente dejó de residir en su Jerez natal para trasladar su domicilio a El Puerto en 1997, y compartir el resto de su vida con Charo, realizó incluso grabaciones sin que se le pidiera ni se le abonara, bastándole con la satisfacción del cumplimiento de lo que consideraba “un servicio público”, criterio que siempre abanderó, con orgullo sencillo, tanto en Telepuerto como en 8 TV. Durante mucho tiempo compaginó la tarea de realizador y cámara con la de comercial publicitario, bajo el mismo sentido de la responsabilidad y de la labor bien hecha. A su indudable maestría profesional unió un talante humano que sirvió para solventar los problemas que en ocasiones planteaba la escasez de recursos.

En donde estás, junto a tu padre, ya no requieres hacer un balance de blancos, pues todos los colores se observan perfectos y eternos. Desde tu insuperable tiro de cámara despliegas un plano cenital que pasa a enfocar con un zoom que se acerca a los tuyos, que va cerrando, como tú querías, suavemente, sin tirones, sostenido en ese trípode inamovible, anclado en unas patas de firmeza infinita, que es el amor.

Adiós, amigo. Por muchos años que puedan pasar cada vez que tienda la vista atrás ocuparás parte del horizonte de la memoria. El afecto hará de esa frontera borrosa una imagen plenamente definida.



José Hormigo Espinosa, realizador de televisión, nació en Jerez el 20 de Junio de 1971 y falleció en Puerto Real el 1 de Diciembre de 2016. 

Francisco Lambea
Diario de Jerez
8 de Diciembre de 2016 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

EL COLOR ETERNO


Las ciudades se construyen con el esfuerzo de las personas y esa labor no siempre es tan conocida como debiera. Desde 1993 miles de portuenses han visto los carnavales, la Semana Santa, la Feria, el día a día cotidiano, con los ojos de Pepe Hormigo, con su mirada o con la retina que su docencia llegó a inculcar en otros compañeros, inspirada por una frase que convirtió en lema (“grabar no es sólo darle a un botón”), luchando contra los que definía “planos sin sentido” (¿recuerdas cuando calificabas, con entonación crítica, como “planos de papeles” a aquellos que recogían las hojas de los periodistas escribiendo en las ruedas de prensa, secuencias que tú entendías carentes de mayor aportación informativa?).

Llevado por su vocación, Pepe, que finalmente dejó de residir en su Jerez natal para trasladar su domicilio a El Puerto en 1997, y compartir el resto de su vida con Charo, realizó incluso grabaciones sin que se le pidiera ni se le abonara, bastándole con la satisfacción del cumplimiento de lo que consideraba “un servicio público”, criterio que siempre abanderó, con orgullo sencillo, tanto en Telepuerto como en 8 TV. Durante mucho tiempo compaginó la tarea de realizador y cámara con la de comercial publicitario, bajo el mismo sentido de la responsabilidad y de la labor bien hecha. A su indudable maestría profesional unió un talante humano que sirvió para solventar los problemas que en ocasiones planteaba la escasez de recursos.

En donde estás, junto a tu padre, ya no requieres hacer un balance de blancos, pues todos los colores se observan perfectos y eternos. Desde tu insuperable tiro de cámara despliegas un plano cenital que pasa a enfocar con un zoom que se acerca a los tuyos, que va cerrando, como tú querías, suavemente, sin tirones, sostenido en ese trípode inamovible, anclado en unas patas de firmeza infinita, que es el amor.

Adiós, amigo. Por muchos años que puedan pasar cada vez que tienda la vista atrás ocuparás parte del horizonte de la memoria. El afecto hará de esa frontera borrosa una imagen plenamente definida.



José Hormigo Espinosa, realizador de televisión, nació en Jerez el 20 de Junio de 1971 y falleció en Puerto Real el 1 de Diciembre de 2016.  

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
7 de Diciembre de 2016

domingo, 4 de diciembre de 2016

DE LA PARCELA ESFUMADA


La decisión de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz de sacar a subasta una parcela de 113.000 metros cuadrados sita en las inmediaciones de la playa de La Puntilla, en lugar de cederla al Ayuntamiento, como siempre se daba por hecho desde el Consistorio que iba a suceder, constituye una mala noticia para la ciudad, que ve cómo se escapa de sus manos la gestión de una superficie estratégica, aunque siempre pueda esgrimir el recurso del PGOU.

El episodio entierra aquellos tiempos de entendimiento idílico en los que  el entonces presidente del organismo, Rafael Barra, protagonizaba continuas ruedas de prensa conjuntas con Hernán Díaz o Enrique Moresco utilizando aquella expresión de “ir de la mano” en temas como Puerto Sherry o el uso de las márgenes del río Guadalete, esas lindes a medias entre el frenesí del ocio consumista y la serenidad paleozoica de los lenguados. Ahora, el actual mandatario, José Luis Blanco, uno de esos supervivientes de la política, cuyo currículum se escribe de cargo en cargo y tomo posesión porque me toca (cuando el PSOE nació Blanco ya estaba allí) ha optado, en una operación legal, todo hay que decirlo, por ofrecerla al mejor postor, lo que permitirá a la APBC ingresar, en la más baja de las estimaciones, unos siete millones y medio de euros, cantidad apreciable para cómo ha dejado el patio Lehman Brothers.

Ocurren las cosas y se pone uno a pensar detenidamente sobre ellas, y te parece que se ha arrojado una luz que ahora te sorprende no haber visto antes. ¿Se fue ingenuo al estimar que un organismo público iba a regalar una extensión tan económicamente valiosa, por mucho que el Ayuntamiento sólo albergara loables deseos de beneficiar al conjunto de la ciudadanía? ¿Se basó tal creencia en una declaración de intenciones, mantenida sistemáticamente sin otra garantía jurídica que la tendencia de las palabras a viajar acunadas en el viento?


Esta crisis que todo lo cambia suma un efecto nuevo: acabar con las cesiones de terrenos entre las administraciones públicas. Sabíamos perdida la solidaridad interterritorial; ahora ya también damos por concluida la interadministrativa.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
4 de Diciembre de 2016

domingo, 20 de noviembre de 2016

TIEMPOS REVUELTOS


Se discute sobre si hay o no cambio climático (muchos dicen que sí, el próximo presidente de Estados Unidos, un Donald Trump a cuyos votantes insultan quienes se dan golpes de pecho de demócratas en tertulias, columnas y redes sociales, argumenta que no), pero lo que sí resulta claro es que los tiempos andan revueltos.

Para evitar males mayores, el concejal de Fiestas, Ángel Quintana, ha dado un ejemplo de previsión y desde hace días se pueden ver el árbol de Navidad (en la Plaza Peral) y los motivos luminosos (en las calles seleccionadas, que amplían su número). Ambas estampas contrastan con las temperaturas que acaecen y el cierto reinado, teniendo en cuenta las fechas de Noviembre, del sol en el cielo, pero eso no es responsabilidad del edil, que ha cumplido con lo que le tocaba y que sabe que no hay que ir, precisamente, contra los tiempos (el pueblo quiere árbol). Quintana fue Rey Mago de Oriente (volvía de luna de miel de Japón) en el pleno del pasado miércoles, cuando su voto resultó clave para que salieran adelante varias ordenanzas fiscales.  

Suceden cosas curiosas. Las ordenanzas han sido hasta la fecha el espejo donde se ha evidenciado la falta de mayoría del ejecutivo, que parecía gobernar con trece. Tras años de polémica (todo parking subterráneo lleva aparejado en El Puerto su ración subsiguiente de polémica) han comenzado de manera oficial las obras de construcción del aparcamiento de Pozos Dulces… aunque, aparentemente, nada se ve aún. Llueven quejas sobre los problemas que causa la remodelación del entorno de Santa Clara (¿cómo quieren que cambien la zona, por laparoscopia?). El Ayuntamiento y Endesa alcanzan un acuerdo para que la eléctrica no vuelva a cortar el suministro: la cuestión es que había dinero para pagar las facturas pero a Contabilidad no le placía el modo en que se las presentaban.

Necesitamos montar en globo aerostático aprovechando el primer festival, que tendrá lugar en Febrero, si la meteorología no aconseja otra opción: enriquece una perspectiva distinta en esta época compleja, coger distancia para el análisis. Quizá nos ofrezca la luz, tan necesaria, sobre ella.


Francisco Lambea
Diario de Cádiz
20 de Noviembre de 2016

domingo, 6 de noviembre de 2016

LA GUILLOTINA LABORAL


La plantilla del Hotel Monasterio San Miguel mantiene estos días acciones de protesta contra el expediente de regulación de empleo (ERE, uno de los acrónimos de estos tiempos) que tiene previsto aplicar Hotusa, propietaria del establecimiento, un expediente que afectaría a 19 personas y que se vería acompañado por un ERTE (otra sigla de hoy). Los planes de la empresa incluyen la externalización de los servicios de las limpiadoras de piso y un abaratamiento significativo de la habitación, en el marco de una política que afectaría indirectamente a otros hoteles. El escenario que enmarca las movilizaciones, un tramo de la calle Larga levantado por obras de acondicionamiento, acrecienta la desolación de la ya de por sí inquietante imagen.

Los empleados pasaron hace cuatro años por tres meses de inquietud hasta que el entonces dueño del inmueble, el BBVA, que se había hecho con la titularidad por los problemas financieros de JALE (problemas que a su vez padecieron también los asalariados en lo que les tocaba), alcanzó un acuerdo con el operador Hadentur 2000, sociedad que venía actuando hasta la comentada adquisición de Hotusa.

Resulta triste tener que laborar asaltado con frecuencia por el temor, cuando no la casi constatación, de la guillotina contractual, y padecer esa zozobra cuando uno cumple sus obligaciones con sobrada eficacia, quizá incluso con mayor celo del que se le abona y agradece. El Hotel Monasterio es un emblema de la ciudad, tanto turístico como general, uno de esos referentes que asoman cuando se pretende visualizar El Puerto con la síntesis de unos pocos parpadeos, y quienes lo llevan adelante cada día no se merecen esto. Los hoteles viven a veces en la paradoja de ser estaciones de tránsito para el visitante pero enclaves cotidianos, y queridos, para los oriundos, una simultaneidad que los singulariza en el paisaje urbano y sentimental.

Muestro desde aquí mi solidaridad a la plantilla, como ya han hecho las formaciones políticas y colectivos sociales, y expreso mi deseo de que la situación se solvente favorablemente para ella en esas reuniones que el comité de empresa mantiene con la dirección de Hotusa.  

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
6 de Noviembre de 2016


domingo, 23 de octubre de 2016

ORDENANZAS MAYORES


El pleno sobre las ordenanzas fiscales del ejercicio siguiente constituye uno de los clásicos del último tramo del año. Ya nos hemos ido habituando a esas subidas de tasas en el Mercado de Abastos y el Cementerio, alza derivada de los condicionamientos del Plan de Ajuste (la del camposanto no es cuestión menor, pues, aunque pase desapercibida en un principio, acaba siendo más universal que la del IBI o la del agua; dice Woody Allen que se es inmortal mientras no se demuestre lo contrario, pero la realidad asoma tozuda).

Como todo deviene en jerarquía geográfica, el Consistorio ha de presentar sus presupuestos al Ministerio de Hacienda, que es nuestra Bruselas particular, y necesita cumplir con el referido Plan, so pena de no obtener la luz verde definitiva para los números (la verde inicial también tendrá lo suyo, si es que no llegan a prorrogarse, sin más). El Plan de Ajuste se hace tan taxativo y se prolonga tan sañudamente en el tiempo (hasta 2032, cual maldición bíblica, vaya usted a saber cómo será el sistema de pensiones  para entonces) que acaba por resultar una forma oriunda de saludar el calendario, un añadido autóctono al Concierto de Año Nuevo y a esos saltos de esquí cuya audacia admiramos desde la sima del sofá, estupefactos ante el contraste que suponen esos perfiles en el cielo con nuestra modorra cogorciera.

Este año la situación incorpora una novedad: la posible subida del recibo del agua después de que el Consorcio de la Zona Gaditana aumentara el precio un 15%. La repercusión en el bolsillo doméstico no resulta obligada, pero la conformación del accionariado de Apemsa (una empresa mixta, con un 49% en manos de Aqualia) complica las cosas: de todos es sabido la indiferencia del ámbito privado por la corrección política, algo que sólo preocupa a quienes, tarde o temprano, se enfrentan a una urna.


El contexto permitirá ver cómo se mueve el bipartito en una situación que no deja de ser minoritaria en el salón de plenos, aunque en el tránsito cotidiano de los días no siempre se repare en dicha circunstancia: nada como hablar de dinero para comprobar si un ejecutivo goza o no de mayoría absoluta.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
23 de Octubre de 2016

domingo, 9 de octubre de 2016

EL PARKING Y EL NO PARKING


Después de un largo tiempo de dudas al final se ha resuelto el gran dilema. Lo que queda del equipo de gobierno, si tenemos en cuenta que la concesión de la licencia para la construcción del parking de Pozos Dulces ya supuso la expulsión de Levantemos del entonces tripartito, ha optado por llevar a cabo el citado equipamiento, en una de las entradas estratégicas de la ciudad, y rehusar la ejecución del que se ubicaría en el entorno de la Plaza de Toros, el que el alcalde, David de la Encina, acostumbra a definir, con toda razón, como el más antisocial.

Teóricamente es defendible un parking en dicho enclave, pero que su puesta en marcha suponga la imposibilidad de estacionar en superficie (si tantas plazas hacen falta por qué se elimina un considerable número), el cierre de Bajamar 1 y 2 y el pago por dejar el vehículo en la avenida del Ejército y calles aledañas mediante un tintado azul, verde o similar, que para obligar a aflojarse el bolsillo la gama cromática resulta infinita, se me antojan condicionantes excesivos, máxime en la época en que nos encontramos, aún en la crisis o en lo que nos tocará, que no sabe uno muy bien qué pensar.

Lo de los parkings en El Puerto era, salvando las distancias, como lo del voto del PSOE en una hipotética investidura de Rajoy, uno de esos asuntos sobre los que los afectados, envueltos en particulares y endiablados contextos, preferirían no decidir nunca pero ante el que no queda más remedio que mojarse (en nuestra ciudad por los contratos firmados en su día, que en el caso de la Plaza Elías Ahuja derivarán en indemnización, y en el país por el reloj constitucional que, contrario a la canción de Los Panchos, se empeña en marcar las horas).

Todo lo relacionado con los parkings ha supuesto una tormenta política considerable y aún nos resta más debate, con cruces de acusaciones no melifluas. Como todo lo que aquí se construye, o queda en el planeamiento de los sueños, en ese PGOU que los portuenses delinean en su cabeza, pues cada nativo guarda un Fustegueras dentro, resulta objeto de interminables polémicas, pero, al menos, sabemos a qué atenernos.

Aparca, que algo queda.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
9 de Octubre de 2016


domingo, 25 de septiembre de 2016

EL REFUGIO DE LA ESPERANZA


Recorriendo la exposición “Entre fronteras. El drama de los refugiados”, un trabajo fotográfico de los periodistas Sara Cantos y José Luis Sánchez Hachero, que el Centro Cultural Alfonso X expone hasta el 8 de Octubre, resulta inevitable que a uno le asalten reflexiones que, por acostumbradas, no pierden su fuerza y su verdad.

Una de ellas te lleva a pensar en la incapacidad que el ser humano muestra, en tantas partes del planeta, pese al tiempo que acumula hollando sobre él, para alcanzar unos mínimos niveles de convivencia. Otra es la escasez de políticas solidarias que palien, desde los lugares donde se disfruta de un mayor nivel de civilización, el desastre que asola a otros enclaves. Una tercera consiste, desde luego, en una especie de alivio culpable cuando, extendiendo la retina por las 43 fotos, que se despliegan como aldabas sobre la puerta de la conciencia, recreamos el confort de que gozan nuestras vidas y los minúsculos problemas, comparados con la zozobra enmarcada en los cuadros, que suscitan nuestra preocupación.

Inevitable resulta preguntarse por qué hay zonas de este mundo donde la injusticia parece un componente del oxígeno, un castigo eterno que obliga a un éxodo salvador. También sorprende, positivamente, ese afán por construir una cotidianeidad agradable en medio del escenario más hostil que el espíritu del hombre es capaz a veces de forjar, como si su ánimo quisiera superar la resistencia que las estructuras de los edificios han opuesto a los inmisericordes bombardeos.

Algunas de las instantáneas reflejan cómo, pese a la adversidad, se puede jugar a algo tan rústico e inocente como un futbolín en un campo que, al norte de Iraq, acoge a quienes huyen de la barbarie, o cómo lucir una sonrisa a través de la ventana de un tren que conduce a un destino misterioso, pero que se espera favorable, o, en cualquier caso, más propicio que el que se deja atrás: nada más desalentador que haber sufrido en el pasado, malvivir el presente y que la esperanza, ese sentimiento que la sicología humana necesita adherir a la piel del futuro, ni siquiera encuentre refugio.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
25 de Septiembre de 2016



domingo, 11 de septiembre de 2016

COSTUMBRES PRENUPCIALES


Leo en el Diario que la mayoría de los hoteles más significativos de la ciudad han optado por no alojar al turismo que viene a El Puerto con la exclusiva intención de celebrar la despedida de la soltería, el segmento viajero que acaso llamáramos prenupcial (resulta cursi, pero clarificador).

A mí siempre me ha llamado la atención ese despendole previo a la boda, esa bacanal anterior a la que tan desenfrenadamente se entregan los futuros contrayentes: si el matrimonio les sugiere tan poco que antes de rubricarlo se conceden a tal grado de exceso, capaz de provocar, mediando interesadas filtraciones, la propia suspensión del desposorio, ¿para qué se casan?

Piensa uno que casi todo lo que se hace en despedidas de soltero podría cursarse bajo la condición de casado, si se exceptúa, salvo acuerdos peculiares, lo que tenga que ver con cuestiones relativas a la osamenta (esa frase absurda de que lo importante no es la fidelidad, sino la lealtad, se la inventó alguien que le puso los cuernos a su pareja y no ingenió nada mejor para engañarse a sí mismo e intentar colársela a los demás, quizá aceptadores convenidos de la teoría). Tampoco he entendido muy bien la tendencia grupal que induce en estas coyunturas a enfundarse disfraces ridículos, como si el ser humano requiriera del gregarismo hasta para hacer el tonto o como si fuese condición inexcusable vestirse mamarracheramente cuando se profesa amistad a alguien que va a cambiar de estado civil.

Mal se le presentan las cosas a este colectivo, pues su carácter heterogéneo y fugaz provoca la inexistencia de una organización defensora al efecto, y si caen en lo políticamente incorrecto están perdidos, por más que sus características les beneficien a la hora de ayudar al sueño de la desestacionalización, ese palabro horroroso que la Real Academia Española de la Lengua aún no ha bendecido y en cuya pronunciación naufragan la mayoría de nuestros políticos (al menos en la primera travesía).


El turismo prenupcial puede padecer las consecuencias de incumplir los parámetros del turismo de calidad, cuyas premisas iniciales requieren gastar mucho y hacerlo en silencio.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
11 de Septiembre de 2016

domingo, 28 de agosto de 2016

DEDICATORIAS Y MISSES


Desde el pasado miércoles y hasta el 1 de septiembre se puede votar en la web del Consistorio sobre la ciudad de la provincia que el interesado elige como destinataria de la dedicación de la Feria de Primavera. Se cumple así una de las máximas de la política, la que establece que los gobiernos acostumbran a organizar consultas populares de carácter vinculante en asuntos menores sobre los que no saben muy bien cómo actuar y cuyas características se prestan al debate de barra de bar y a la polémica feisbuquera.

Las dedicatorias feriales son una buena ocasión para promocionar la localidad, pero lo cierto es que, por lo general, no se acaba cumpliendo el objetivo y encima se recibe algún que otro desaire. Tendiendo el catavino atrás, se recuerda cómo honró el albero el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, en lo que acabaría suponiendo el top mediático institucional, pero, posteriormente, con loables excepciones, se nos coló una legión de subsecretarios ociosos más duchos en la confección de una instancia que en el izado de una bandera.

Lo que se avecina aumenta el rasgo doméstico y disminuye el efectivo y glamuroso, sin perder por ello respetabilidad: cosas de las dietas por kilometraje. Y es que a la Feria no se le ha terminado el país, que todavía nos queda, sino el presupuesto. Quien venga, que sea bienvenido, pero siempre que se eviten menosprecios, que aquí en El Puerto hay mucha categoría: si no concurre una verdadera razón que justifique la ausencia del primer edil del territorio dedicado, procede que dicho mandatario se meta al concejal de Fiestas en la caseta orgánica que le quepa.


La posibilidad de que la Feria vuelva a ser prologada por el concurso de Miss Flamenca se encuentra en estudio. En este punto detallo que, tras concluir la rueda de prensa en la que el alcalde, David de la Encina, explicaba su decisión de dar por finiquitado el tripartito, se me acercó diciéndome “Vuelve Miss Flamenca”, en uno de los gestos de humor más refinado que recuerdo en casi 25 años de periodismo portuense (se cumplen el mes que viene). Siempre me ha parecido que los argumentos para la eliminación del certamen resultaron harto exagerados.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
28 de Agosto de 2016 

domingo, 14 de agosto de 2016

TURISMO SOMOS TODOS


Tras varios años de pesimismo hotelero existencial, parece que las buenas noticias vienen a saludar a un sector que cuenta en la ciudad con suficientes atractivos como para que su estado natural sea el de generar esperanza. Uno de los grandes, e inexplicables, déficits, la casi inexistencia de establecimientos en primera, o siquiera segunda, línea de playa va camino de corregirse.

Un grupo inversor quiere construir dos establecimientos en Las Redes (un hotel convencional y un apartahotel) y uno más en Bahía Blanca, zona  conocida referencialmente como aquella en que se encuentra la Casa de los Jesuitas. Por otra parte, si las negociaciones con Autoridad Portuaria prosperan, y en principio prosperarán porque dicho organismo suele funcionar con sentido común, algunas estrellas se incorporarán al cielo de La Puntilla.

El proyecto más cercano a su materialización se antoja el de Las Redes. Hay que confiar en que supere también los requisitos medioambientales. El alcalde comenta que sus características se mueven en esa línea, respetando pulcramente cuestiones como la altura o la distancia a la costa, por lo que toca confiar en que los hipotéticos trabajos de construcción, y su resultado final, no alteren la siesta de los camaleones, el cortejo previo al apareamiento de los coleópteros o la parábola de vuelo de las gaviotas adolescentes, de forma que la ciudad no paralice su progreso, beneficiándose, como es lo lógico, de lo pródiga que ha sido la naturaleza con ella, y generando muy necesarios puestos de trabajo.

El Puerto debe creerse algunos postulados, entre ellos los más obvios, como su potencial turístico: el portuense, por egoísmo y/o por solidaridad, ha de concienciarse de que el Turismo, al igual que Hacienda, somos todos. Si se hacen bien las cosas, y se corrigen algunas deficiencias (unas llevan algo más de tiempo, caso de las infraestructurales, otras bastante menos, como una agenda de ocio que nunca se canse de ampliar propuestas), la ciudad no tiene nada que envidiar a poblaciones del entorno que en los últimos años han avanzado notablemente, espoleando el congénito sentimiento de inferioridad de algunos paisanos.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
14 de Agosto de 2016


TÓPICOS VERANIEGOS


Uno de los tópicos más extraños de los variados que genera el verano es el relativo a la prontísima finalización con que lo despachan los pusilánimes de siempre. Te encuentras en los últimos días de Julio, con la panorámica de todo un mes de Agosto por delante (el preferido para sus vacaciones por los que mandan, el pico máximo de tarifa hotelera) y de una veintena de jornadas de Septiembre y, en la cola del banco, del autobús o del puesto de pescados, salta la alegría de la huerta: “Cuando menos mires, se acaba el verano”. Esta versión suavizada presenta otra sin intermediaciones, plena de rotundidad: “Ya se acabó el verano”, proclamada, por ejemplo, el día de la Virgen del Carmen, para estrechar aún más el cerco y no permitir concesiones. Normalmente, no falta el melancólico que redondea la sentencia: “Si te das cuenta, los días se van acortando”, concepto que también incluye su versión dura (“Ya anochece antes”).

Otro de los lugares comunes tiene que ver con la meteorología, probablemente el ámbito del conocimiento humano más azuzado por las reiteraciones. Cuando yo era pequeño, hace cuarenta años, también hacía calor. Pero hacía calor sin ola. En la actualidad, todos los rigores del termómetro vienen en ola, no hay forma de que se presenten de otra manera. La cuestión no resulta menor, pues un calor oleado se resuelve  sicológicamente más impío que el caído a cuerpo gentil. Los viandantes incluso preguntan a otros viandantes (¿es una ola?) pues, si no se encuentran ante este fenómeno, son presa del desconcierto (¿un día de sofocante calor, sin ola de tal?).


Con todo, la más dañina de las trivialidades que atenazan al verano tiene que ver con su frivolización. El estío asoma como una excusa que permite postergar no ya la solución de los problemas, sino su simple acometimiento. La costumbre es tal que nadie parece protestar por ella y se ha extendido, paradojas del destino calórico, hasta la formación del propio gobierno nacional. Mariano Rajoy viene argumentando por qué no se puede formar ejecutivo en agosto en lugar de componerlo en septiembre. Ya los tópicos no respetan ni a todo un presidente. Será porque está en funciones.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
30 de Julio de 2016 

lunes, 18 de julio de 2016

UNA FELIZ REAPERTURA


La inauguración el pasado lunes del Hotel Duques de Medinaceli constituye la gran noticia turística del verano. Dolía que El Puerto no contara con un hotel de cinco estrellas y más aún que una magnífica dotación a la que tan sólo le faltaba una puesta a punto se mantuviera económicamente improductiva y artísticamente oculta a los ojos de portuenses y visitantes. En lo personal, me causaba más tristeza por cuanto tuve la satisfacción de presentar la apertura inicial, allá por 2002, respondiendo a la propuesta de José Antonio López Esteras, un empresario que, aún con los errores puntuales que haya podido cometer, ha hecho más por la ciudad de lo que se le reconoce.

He tenido la satisfacción de visitar las instalaciones del Duques y comprobar el buen gusto con el que se ha acometido la remodelación de un inmueble que, cuando cerró en 2012, ya lucía grandes atractivos. Los tres meses de trabajo han posibilitado, por ejemplo, la recuperación de unos jardines sobre los que sus iniciales inquilinos ya depositaron buen gusto. A la capilla, que cubre un hermoso artesonado, se le ha añadido la imagen de una Inmaculada del siglo XVIII. La apertura del establecimiento ha permitido la creación de 17 puestos de trabajo, que llegan hasta 25 incluyendo los eventuales. Las 28 habitaciones (19 de ellas suites y nueve dobles) ofrecen todo tipo de comodidades y el restaurante, el Reina Isabel, responderá a las expectativas de los gastrónomos más exquisitos.

El hotel se ubica cercano a la estación de tren y, esperemos que dentro de poco, también a la de autobús, lo que mejorará lo estratégico de su posición, en un inicio de la calle Larga que requiere, eso sí, mejor mantenimiento para el Parque de la Victoria.
A principios de agosto se podrá contar con las posibilidades de la carpa, un lugar espléndido para acoger eventos.


Confiemos en que la apuesta formulada por la propiedad, De Cerca Spain, una empresa de servicios ajena al mundo de la hostelería y que acomete su primera experiencia en este ámbito, resulte satisfactoria. A los portuenses nos corresponde ayudar en la medida de nuestras posibilidades (las ciudades se construyen entre todos) y al ya remodelado equipo de gobierno continuar en una concienciación sobre la importancia del turismo que no tiene marcha atrás y que se está evidenciando con un despliegue de espectáculos inédito desde hace bastantes años y que hay que reconocerle en la medida en que le toca. 

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
17 de Julio de 2016

domingo, 3 de julio de 2016

URNAS Y REMODELACIÓN


El alcalde, David de la Encina, señalaba, ante un centenar de militantes socialistas en el mitin celebrado en la Bodega Las Siete Esquinas con el que el PSOE cerraba virtualmente su campaña en El Puerto, que no quería ni pensar en la coyuntura de un gobierno central de nuevo popular detentando él un ejecutivo en minoría. Salvo sorpresa mayúscula de la Encina tendrá que hacer el cuerpo a ese escenario, aunque, ciertamente, lo superaría sin excesivo disgusto si le llegaran ayudas de las administraciones que los socialistas sí ostentan (básicamente la Junta, en menor medida la Diputación) y que se le vienen mostrando más esquivas de lo que le convendría.

El Puerto volvió a elegir mayoritariamente al PP, haciendo de nuevo diputado a Alfonso Candón, un Candón satisfecho del 37% de las papeletas cosechadas (16.620) y que en su exposición valorativa prefirió obviar que suponen 5.738 más de las 10.882 que él lograra en las municipales del pasado año, cifra que le hubiese permitido seguir en la alcaldía. También obtuvo acta otra portuense, la cabeza de lista de Unidos Podemos, Noelia Vera, cuya formación fue la segunda más votada (9.927), lo que les posibilitó sorpasar a la del PSOE, tercera con 9.382. Otro portuense en lucha, Francisco Lara, que competía por una plaza en el Senado, se quedó, de nuevo, sin ella.
Tampoco escapará al análisis del alcalde que Ciudadanos anduvo por encima de su media nacional (7.196 votos, el 16%).


A David de la Encina se le presenta un arduo trabajo por delante y lo que le corresponde es iniciarlo con la remodelación de su ejecutivo tras el cese de los cuatro ediles de Levantemos. Tiene razón Silvia Gómez cuando advierte desde Ciudadanos de lo inusual de que haya transcurrido casi un mes desde la salida del podemismo (se cumpliría el próximo sábado) sin que el primer edil haya repartido entre los miembros del gobierno las áreas que los destituidos detentaban. Por más que el alcalde se parapete argumentalmente en una presunta invulnerabilidad de la maquinaria administrativa con respecto a estos vaivenes la situación dista de resultar la adecuada y alimenta las dudas sobre el grado de compromiso de IU con el pacto.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
3 de Julio de 2016

domingo, 19 de junio de 2016

PAISAJE TRAS LA RUPTURA


La decisión del alcalde, David de la Encina, de romper el acuerdo tripartito (gracias al cual el gobierno que regía gozaba de mayoría absoluta) como respuesta a la decisión de los ediles de Levantemos de ausentarse de la Junta Local de Gobierno que otorgaba licencia de obras al parking de Pozos Dulces ha creado un escenario inédito cuyas consecuencias tienen aún que aquilatarse.

Por más que el primer edil ha insistido en ceñir su determinación a la referida ausencia, argumentando que cuando se ejerce el poder “hay que estar a las duras y a las maduras”, muchos tenemos la sensación de que Pozos Dulces ha sido lo que popularmente se define como “la gota que colmó el vaso” y que en la mente del alcalde triunfó el argumento de que podía sentirse más libre al frente de un gobierno en minoría con IU, buscando acuerdos puntuales con otras fuerzas, que encabezando una aparente mayoría tras la que se escondían sus manos atadas por las cortapisas ejercidas desde la sección podemista.

Varias incógnitas se abren tras lo acaecido: la primera es saber si Izquierda Unida aguantará el acuerdo el resto del mandato (las tensiones evidenciadas en el Consejo Local que valoraba la salida de Levantemos demuestran que la travesía no será fácil y que todo puede esperarse) y la segunda conocer en qué se traducirá ese “grado de responsabilidad” que el alcalde pide fundamentalmente a sus indignados ex socios y a un PP desposeído de la alcaldía (pese a haber sido la fuerza más votada y ya con el mismo número de ediles que el equipo de gobierno, nueve) por quien ahora solicita levantamiento acompasado de manos en las sesiones plenarias.

Hay que cerrar esta columna con una reflexión obvia: que lo ocurrido no perjudique al futuro de la ciudad y que los tres años que restan hasta la convocatoria de elecciones municipales (la posibilidad de una moción de censura parece inviable) no se caractericen por una estrategia que se limite a provocar el achicharramiento del gobierno, pues el ejecutivo se quemaría en las llamas al mismo tiempo que las ilusiones de los portuenses tornarían en cenizas a la espera de un lejano, a la par que imprevisible, 2019.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
19 de Junio de 2016


domingo, 5 de junio de 2016

VELEIDADES NUMÉRICAS


El concejal de Playas, Ángel Quintana, señaló en la rueda de prensa de presentación del inicio de la temporada, el pasado jueves, que todo estaba dispuesto para disfrutar de los 16 kilómetros del litoral. El dato podría no haber cobrado mayor trascendencia, pero a este periodista, curtido en batallas, sazones y desazones, le saltó entonces un inevitable resorte automático. Durante numerosos años, recuerdo que con enfervorizada insistencia en la época de gobierno independiente, nuestros responsables públicos se referían orgullosos a la existencia de… 22 kilómetros de costa.

¿Qué ha sucedido? ¿Sufren nuestras aguas y arenas un recorte comunitario o impuesto desde algún oscuro ministerio que ha reducido su extensión en nada menos que seis mil metros? ¿Tenía razón Al Gore y nos encontramos ante un efecto devastador e irrefutablemente probatorio del cambio climático? Preguntado sobre la cuestión el jefe de servicio de playas, Juan Pedro Olmedo, contestó, en un tono de cierta resignación administrativa, de persona instruida que no se sintió llamada para la polémica: “Nunca supe de dónde salió esa cifra de 22 kilómetros”.

Esta circunstancia me llevó a reflexionar sobre la liviandad con la que en muchas ocasiones nuestros dirigentes manejan los números. ¿A quién, por ejemplo, no le han surgido serias dudas al escuchar la cantidad de bombillas con que cuenta la Feria o de pelotas y peluches que se reparten horas antes del inicio de la cabalgata de Reyes? Y, ¿cómo controlar la veracidad del contingente de caramelos regalados por las calles en dicho itinerario?

No digo con esto que exista una voluntad manipuladora o falaz que quiera abrirse paso a cualquier precio, sino que, simplemente, hay asuntos a los que se les exime de la debida importancia, cuantificaciones amparadas en la imposibilidad práctica de constatación.


Nos resta el consuelo de que la belleza no requiere necesariamente de grandes magnitudes. Paseando por Valdelagrana, extendiendo los ojos al horizonte de Fuentebravía, nuestra línea de costa me pareció igualmente hermosa que cuando la creía, al parecer, seis kilómetros más larga. 

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
5 de Junio de 2016

domingo, 22 de mayo de 2016

HOTELERÍA SENTIMENTAL


La decisión del teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Fernández, de conminar a la propiedad del Hotel Caballo Blanco a emprender varias mejoras, so pena de acometerlas el Ayuntamiento subsidiariamente, ha vuelto a poner las instalaciones sitas a la entrada de Valdelagrana en el foco de la actualidad (el de los turistas se enturbió hace ya nueve años. La historia señala que la institución cerró para acometer unas reformas importantes de las que hasta ahora nada se sabe).

Hay dos establecimientos cuya imagen se hace dura para quienes los conocimos en marcha: el ya citado Caballo Blanco, que ojalá vuelva a galopar en breve, aunque se antoja difícil, y el Duques de Medinaceli. Por fortuna, en este segundo caso parece que la reapertura será próxima, aunque uno, escarmentado ya, con los ojos cansados de haber visto la patria que no cambia (Neruda), lo acabará de creer cuando los hechos así lo manifiesten de manera indubitable (en la ciudad de las cien burocracias siempre puede atravesarse algún penúltimo trámite administrativo).

Que un enclave como El Puerto, en cuya economía se erige fundamental el turismo, sufra la clausura desde hace años de dos emblemas simbólicos resulta desalentador. Los hoteles son edificios que, por su propia tipología, se relacionan con la ocupación, con la felicidad o el sosiego, esa forma calma de la dicha; observar sus habitaciones desérticas, donde sólo practican sexo los grafitis, sus vegetaciones asoladas por la desidia y la ausencia de esmero, sus porches visitados por el huésped del olvido, aflora una sensación especialmente triste y fantasmagórica.

Una de las estampas de la crisis en El Puerto la encarnan los hoteles cerrados, o los que quedaron en proyecto, como el Winthuyssen, aunque al menos en ese tramo de la calle Larga la frustración se esconde tras el restablecimiento del paso peatonal. Tan fuerte resulta el parón financiero que padecemos desde hace ocho años que llegamos a contemplar imágenes que parecen ir en contra del orden natural de los elementos, mientras esperamos, por ejemplo, que resurja algo en los terrenos que ocupase el otrora Club Mediterráneo.


Francisco Lambea
Diario de Cádiz
22 de Mayo de 2016 

domingo, 8 de mayo de 2016

TERRIBILEM DIEM


El pasado jueves fue un muy mal día para el tripartito: la jornada comenzó con la necesidad de volver a convocar tres horas y media después el pleno que solicitaba una subvención para sustituir luminarias por inasistencia de tres de sus ediles (lo que permitió a la oposición imponerse en la votación sobre la urgencia en la que resultó primera función, la de las ocho y media de la mañana) y culminó con la noticia de que las playas se quedan sin banderas azules por problemas depuratorios, que supusieron vertidos de aguas residuales que han impedido aprobar las pertinentes analíticas.

Por lo que respecta al primero de los asuntos al ejecutivo no le queda otra que activar las alarmas y adecuar las agendas para evitar un suceso similar, pues deriva en un daño agudizado en estos tiempos de crisis en los que la ciudadanía se muestra tan sensible con la labor de sus representantes públicos.

En cuanto a las banderas azules siempre me ha parecido que son algo así como la Copa del Rey de fútbol: cuando se ganan se enfatiza su valor y cuando se pierden se relativiza su importancia. Lo más grave, con todo, es la existencia de un problema de fondo, pues el ejecutivo atribuye el suspenso a un problema puntual de la depuradora padecido el pasado Diciembre, y subsanado en Febrero, mientras que José Ramón Sánchez, máximo responsable de ADEAC, entidad que concede los galardones, se refiere en este periódico a una causa más estructural que coyuntural, indicando que las mediciones se realizan en verano y que el nivel de depuración de la EDAR es insuficiente de por sí para las nuevas exigencias europeas. Esto supone que para ostentar de nuevo el galardón habría que emprender actuaciones de calado en el equipamiento sito en el camino de Puerto Sherry.

De cara a la necesaria enmienda la puntualidad plenaria resulta más fácil de lograr pero el caso de las banderas azules ha dejado al descubierto unas insuficiencias higiénicas sobre las que ya venían advirtiendo los ecologistas y para cuya subsanación hay que actuar decididamente, no ya sólo por las banderas, sino por salir de ese listado de la Comisión Europea en el que figuran los nombres de los municipios que no cumplen la directiva comunitaria en el tratamiento de las aguas residuales urbanas.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
8 de Mayo de 2016


lunes, 2 de mayo de 2016

COSMOGONÍA FERIAL


Tiene la Feria algo de cosmogónico, de antepenúltimo escalón evolutivo del universo, de cercanía al mundo perfecto y feliz. Por eso los elementos no pueden con ella y los portuenses acuden en masa a Las Banderas a pesar de la crisis. Este año se registra una de las mayores afluencias desde que Lehman Brothers empezara a joder la marrana (la más inapelable prueba de la globalización mundial la constituye esta dependencia del albero portuense de tan americano nombre, como de grandes almacenes de ropa). Ya se observó durante la noche del miércoles (las cenas de socios y de hermandades se van multiplicando y eso se advierte en el real) y en la jornada del jueves, habitualmente timorata, como de asomar a ver qué pasa, que voy porque voy pero sé que no va a haber nadie. Con la climatología acompañando (los daaguas no cejaron, pero eso va de suyo) vivimos un gran viernes, aunque conveniente es apuntar que el inicio de la Feria del Caballo sí redujo el ferianteo finsemanesco y que la coincidencia con la fiesta roteña tampoco ha ayudado, por aquello de que cada cual es cada cual y su Feria.

Con los años ha ido en aumento el número de actuaciones, tocándose diversos palos: al chunda chundeo ordenaticio de algunas instalaciones juveniles, rodeadas por un paisaje de macetones, se han incorporado directos que abordan sevillanas, flamenco hondo o música pop, tanto actual como de aquellos gloriosos ochenta, sin olvidar éxitos setenteros (en la permanencia en los micrófonos albéricos es donde se comprueba si una canción se ha erigido o no en clásica).

Por lo que respecta a la portada el toro ha marcado un antes y un después. La concejala de Fiestas, Rocío Luque, ha manifestado su deseo de indultar portadilmente al animal, del que se ha enamorado la luna, y ahora corresponde que su mayoral, Osborne, se avenga a seguir dejándolo en el sitio, pues el contrato establece que hoy, después de dos años, es su última jornada. El toro ha vuelto a triunfar como icono, ahora en modalidad ferial. El toro iconiza lo que toca, como Rey Midas del diseño, y ya pensamos que sin la figura del gigantesco astado nos faltaría algo a los feriantes denominación de origen.

Llama la atención que las dos nuevas formaciones presentes en el Consistorio (Levantemos y Ciudadanos), las que ahora vienen en denominarse emergentes (a mí no acaba de convencerme el palabro, cada vez que lo escucho me viene a las mentes una lavadora) carezcan de caseta. Debiera ser un principio constitucional (cada partido ha de montar caseta en su circunscripción lúdica) pero los padres de la patria olvidaron incluirlo en la Carta Magna. De aquellos resquicios vinieron estas ausencias (si al final la modifican, tiempo será de reflejarlo en el articulado).

Como la Feria es la propia vida, unos vienen y otros se van. Marchó, por ejemplo, la del PA y también la del Club Náutico, que nunca llegó a superar el alpujarrazo. Aquel descuido administrativo en la solicitud llevó a perder un emplazamiento histórico a un emblema señero de la Feria. Penó en su exilio, añorando la avenida principal y ha acabado por despedirse. Para la historia y el recuerdo quedarán aquellos buenos copazos con el ex presidente, José María Escribano, con quien uno echó notables risas entre las azuladas insignias marineras. Recuerda Caballero Bonald que somos el tiempo que nos queda. Yo digo que no somos las casetas que desaparecieron. Hay, en cambio, que saludar a las que se estrenan, como Volapié o Por estos ratitos, que entran con fuerza, y a las que se reincorporan, como la Peña El Chumi, que vuelve después de mucho (se tenía que notar que la incansable y portuensísima Mercedes Toronjo es ahora la presidenta de la entidad). Creo que las inscritas este año repetirán el próximo pero hay que referirse a la reducción infraestructural; las 73 de 2016 suponen 22 menos que las de 2014, guarismos que deben llevar a la reflexión. Parece imponerse una aminoración de tasas. Con la idiosincrasia no se juega.

A la concejalía de Fiestas hay que reconocerle la mejora iluminatoria. Poco a poco se abandonaron los motivos casetaturroneros, que en su día tuvieron sentido pero ya quedaban muy desfasados, y nos encontramos sorpresas más agradables estampadas en la magia de la noche. En esta zona privilegiada del planeta contamos con la magia de la luz natural pero a la nocturna se le ha de aplicar un esfuerzo que se va agradeciendo.

En el capítulo dedicatorio aplaudo la presencia de Málaga. Los espetos de sardinas han funcionado como reclamo y se ha gozado de una de las presencias institucionales mejor rematadas. Parece que los homenajes lejanos tocan a su fin y que el futuro se presenta más doméstico. Siempre tiene su puntillo eso de saber quién representará al territorio agraciado y cómo caseteará el mismo.


Pero los días han ido pasando (la Feria viste algo de farolillo vertiginoso) y hoy nos marcharemos tristes de Las Banderas (la pusilanimidad que los poetas atribuyen a los vespertinos dominicales nada es con la melancolía de los minutos postreros del lunes fiestavinofinícola), nos iremos conscientes de que quien no ha visto una tarde de Feria en El Puerto no sabe lo que es una Feria. Ni una tarde, por supuesto.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
2 de Mayo de 2016

domingo, 24 de abril de 2016

DE MOTOS Y FAROLILLOS


El azar del calendario ha forjado la convivencia del rugido de los tubos de escape con el montaje de los farolillos en Las Banderas. Hace años hubo una confabulación funesta para desterrar las motos de la ciudad (los vehículos de dos ruedas carecían entonces de la constitucional presunción de inocencia). Los conspiradores lograron erigirse con la baza más mortífera: hacer de las motos un arma política (en este país se es muy dado a ese tipo de tonterías) y que dichos artefactos pasaran a ser políticamente incorrectos, objetos que sufrieran lo que Elisabeth Noelle-Neumann llamaba “la espiral del silencio”, un fenómeno por el que la sociedad amenaza con aislar a los individuos que expresan posiciones opuestas a las asumidas como mayoritarias, elevándose la opinión pública a forma de control social en la que los ciudadanos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no.

Prodigios de la crisis, la visita vuelve a aplaudirse (se comprende que con el tiempo hubo quien se apercibió de que los moteros son también turistas, con sus cascos y todo), alcanzando el prodigio de romper la espiral dichosa y otorgar la razón a lo que la politóloga alemana consideraba “el núcleo duro”, esos pocos irreductibles que acostumbran a tener criterio propio y, menuda desfachatez, a expresarlo.


Conviene saber interpretar las señales antes de que sea tarde y se provoquen perjuicios que necesiten tiempo para su reparación. La Feria arrancará la próxima semana con 73 casetas, veintidós menos que hace sólo dos años, cuando se rozó el centenar. El número de casetas extendidas por Las Banderas es un indicador financiero más interesante que el de coches vendidos o el de ladrillos horneados, tan del gusto de los analistas macroeconómicos. El Ayuntamiento debería revisar a la baja el coste de instalación, pensar que son muchos los portuenses que obtienen un necesario dinero extra y que la Fiesta del Vino Fino forma parte del ADN local. Montar hoy en el ferial constituye un supremo ejercicio de emprendimiento. Los planes de ajuste ya no respetan ni la Feria: se han metido hasta en el albero.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
24 de Abril de 2016

domingo, 10 de abril de 2016

ATASCADOS EN LOS PARKINGS


Los proyectos de parkings subterráneos en Plaza de Toros y Pozos Dulces están creando un notable problema al tripartito (o equipo de gobierno, expresión preferida por José Antonio Oliva al sentirla más transversal). PSOE, Levantemos e IU convirtieron su negativa a dichas infraestructuras en uno de sus argumentos estrella de la campaña electoral, con una insistencia tal que casi la erigieron en cuestión de honor, y se enfrentan ahora a una hipotética indemnización si no llegan a ejecutarse.

La impresión que uno tiene desde el exterior es que el PSOE estaría dispuesto en un momento dado a asumir al menos el de Pozos Dulces (no parece baladí esa referencia a un “margen de maniobra escaso para llegar a anular la operación por completo”) pero se encuentra con la férrea oposición de sus dos socios de gobierno, IU y Levantemos, y con la de la propia empresa constructora, que ha conformado un singular paquete único contra la federalidad parkingsónica (el maximalismo, quizá por formar parte de nuestra idiosincrasia, ha llegado también a los aparcamientos). 

Conforme más de izquierdas resulta el electorado menos perdona el incumplimiento de los compromisos y es claro que Levantemos El Puerto e IU saldrían peor parados en las urnas que el PSOE si los coches acaban por la rampa hasta el boquete. Por lo que respecta a los populares el discutible daño por rubricar ambas dotaciones en su día se antoja amortizado con los comicios de 2015, que bastante castigo les reportaron con sacarles del poder y, probablemente, conducirles a cambiar la cabeza electoral en 2019.

La próxima semana tendrá lugar una asamblea para explicar a los ciudadanos lo abordado el jueves en la cita de Sevilla y ha de llegar una nueva entrevista con GED Capital. (Por si esto fuera poco, de la otra gran promesa electoral, la municipalización del 49% de Apemsa, aún se sabe menos). La situación en torno a los parkings, con múltiples y heterogéneas reuniones, pudiera semejarse a esos intentos de Pedro Sánchez por articular un gobierno nacional: el número de encuentros acaba siendo inversamente proporcional al de decisiones adoptadas.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
10 de Abril de 2016


domingo, 27 de marzo de 2016

SICOSIS PLUVIAL


Hace años que pienso que la sobreinformación meteorológica acaba revistiéndose de perversos efectos secundarios. Quienes se enganchan a esos larguísimos programas en los que te avanzan hasta la predicción del día del juicio final por la tarde acaban sintiendo que hace más calor del que hace, más frío del que reina y, sobre todo, que llueve más de lo que a la postre llueve.

Si uno se atenía a los pronósticos, que en la mediodía del pasado domingo llenaban nuestra zona de paraguas y borrascas, entre el domingo de Ramos y el Martes Santo se vería, en lugar de a los pasos, a la barca de Noé por la Carrera Oficial. La realidad es que el domingo por la noche cayeron unas gotas simbólicas y que el martes, aunque sí hubo algo más de intensidad, tampoco fue una descarga como la que dos jornadas antes vaticinaban los sabios.

Hay una especie de plus pluvial. Parece como si se cargara la mano con los litros por metro cuadrado, como si fuera mejor equivocarse aventurando que lloverá mucho, y luego no es tanto, o no se ve agua alguna, que asegurar que lucirá el sol y al final Dios esté en su palacio de cristal, que diría Juan Ramón Jiménez, error este último más gravoso, pues en la hipótesis primera sólo cabe prosperar y la disposición anímica se torna más favorable mientras que en la segunda el ciudadano se acuerda mientras se empapa de los antepasados del científico.

Toca lamentar que Borriquita, Flagelación, Misericordia y Cautivo se recogieran en torno a dos horas antes de lo debido. Resta el consuelo de que las hermandades pudieran cumplir la mitad, o algo más, de sus itinerarios.

La Semana Santa sigue siendo lo que debe ser, una manifestación de fe cristiana, molesta para el ateísmo modalidad amargado ante el credo ajeno (pensar que tras la muerte no hay nada es bastante más descorazonador que confiar en la existencia de un paraíso y esa disparidad de ánimo en el modo de caminar por la vida hay quienes la llevan muy mal, provocándoles profusas secreciones biliares).


Confiemos en que el próximo año la climatología no dé el más mínimo pie a las exageraciones diluviales. Lo mismo si disminuye la sicosis hasta se reduce a la par la pluviosidad. 

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
27 de Marzo de 2016

domingo, 13 de marzo de 2016

UN ENCUENTRO MELANCÓLICO


Observando la reunión mantenida el pasado lunes en el Hotel Santa María, en la que el presidente regional del PP, Juan Manuel Moreno, departía junto a varios cargos de la formación y militantes de a pie, no pude evitar pensar en cómo cambian las circunstancias en la vida.

La figura que atraía la mirada era la de los ex alcaldes. Allí estaban, con ánimos que uno entiende melancólicos, los que fueran primeros ediles de El Puerto (Alfonso Candón), Cádiz (Teófila Martínez), Jerez (María José García Pelayo) y San Fernando (José Loaiza). Por estar, y para que no faltara de nada, estaba hasta Enrique Moresco, que a uno se le antoja más ex que todos los ex anteriores, pues ni siquiera ha gozado del paraguas de las listas congresuales o senatoriales y el exismo es condición que se acrecienta con los años y el aumento de personas que van ocupando el que un día fuera puesto detentado.

El PP llegó a acaparar un enorme poder municipal en la zona pero las urnas, junto a la animadversión que inspira en parte del arco ideológico, han provocado que el peperismo afronte una de sus situaciones más difíciles, pese a alzarse como la sigla más votada en varias localidades (en política, el poder es el único consuelo).

La intensidad de la corrupción y el retroceso electoral han minado la expresión de los militantes, atónitos y desconcertados ante el bloqueo negociador que vive el Congreso (aunque esta última sensación es trasladable a otras hinchadas) y el creciente rechazo que suscitan en Ciudadanos, de modo que bien hace el aparato del PP en convocar estas iniciativas, que tendrán mayor éxito cuanto más las conformen quienes se encuentran en la base, personas cuyo esfuerzo casi nunca resulta suficientemente reconocido.


Dura labor le queda por delante a Juan Manuel Moreno, cuyas posibilidades electorales en Andalucía aumentarán conforme la dirección nacional se avenga a retirar de una vez de cualquier candidatura a gente como Celia Villalobos, máxima exponente del Candy Crushismo político: quizá algún día un concienzudo espeleólogo sea capaz de encontrar la aportación positiva que esta mujer otorga a esa sigla a la que tanto debe.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
13 de Marzo de 2016