jueves, 27 de mayo de 2010

RESACA FERIAL

La verdadera razón de la dedicatoria a Cádiz de la Feria del próximo año no estriba en la coincidencia del partido que gobierna ambos Ayuntamientos, el PP (en Cádiz, con holgada mayoría absoluta y en El Puerto en tripartito peculiar, temerosos del potencial del andalucista Antonio Jesús Ruiz y en reciente imposición de burka para el tránsfuga Fernando Gago) ni tampoco, como pudiera, malintencionadamente, pensarse, estriba en el hecho casual de que días después se celebren las elecciones municipales: la explicación, entiendo yo, además del argumento constitucional, hay que buscarla en un loable ejercicio de aminoramiento presupuestario acorde a los tiempos.
Resulta indiscutible que si acuden a la capital a presentar el cartel el alcalde, Enrique Moresco, y el teniente de alcalde de Fiestas, Millán Alegre, que son el paquete básico al efecto, los precios del catamarán (2,10 el billete sencillo), cifran el acto, en el peor de los casos, en 8 euros y 40 céntimos, lo que supone menos de un triste billete de 10.
Por lo que respecta a la edición pasada, quisiera apuntar que, pese a que el evento guarda siempre mil puntos de atención (al igual que Machado dijo que todo está en el Quijote yo sentencio que todo está en La Feria, así, con el artículo en mayúsculas, que es como lo voy a escribir en adelante), el premio se lo han llevado los sofás de la caseta de Oporto. Hemos tenido que salir de España para que alguien se atreva a poner, en lugar de las tradicionales sillas y sus radiografías costillares, unos sofás con forro en La Feria, muy adecuados para el reposo del higadillo, recogido en la elegancia sutil de un envolvente fado. Entre las lámparas, las cocinas y el resto del atrezzo, aquello era como IKEA pero en fino, de modo que no sabías si estabas en La Feria de Primavera o en una Expo de Interiores.
Eso sí, los precios resultaban algo elevados para unas cantidades de cocina experimental: inconvenientes de que te admiren como a vecino rico (acudir a las cumbres del G-8 excita la vanidad de Zapatero, pero a ver quién nos paga a los portuenses el sobrecoste).
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
27 de Mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

LA FERIA O LA FILOSOFÍA DE LA VIDA


La Fiesta del Vino Fino se encuentra tallada en el ADN del portuense, su capacidad para el encuentro tiene algo de Nochebuena civil, multitudinaria y light, de Facebook con catavino entre los dedos



Ha tenido que llegar la recesión más grave de los últimos 70 años para que la Feria de Primavera de El Puerto de Santa María reduzca su presupuesto en un 50%. El número de bombillas no ha podido sobrevivir a la presión de los inversores y a la caída del Ibex y la especulación del parqué ha terminado por fundir los plomos más brillantes.

Si la coyuntura es tal que ha obligado a aminorar las luminarias de la principal actividad lúdica de la ciudad, resulta incuestionable que el Banco Central Europeo sufre un problema (quizá por solidaridad subconsciente, la Feria se dedica a un enclave -Oporto- inmerso en un país -Portugal- que, como España, se sitúa entre las finanzas más vulnerables de la zona euro), pero nuestra nación puede empeorar su nivel calificatorio si Standard and Poors llega a tener conocimiento de un recorte ornamental sin precedentes, pues la prima de riesgo de la deuda patria se multiplicaría de forma grave.

Lo cierto es que ve uno a los pobres griegos, cuna de la civilización occidental, implorando préstamos por todo el continente, con su primer ministro, George Papandreou, reconociendo con sobriedad institucional su lisa y llana tiesura, mientras Ángela Merkel esboza cara de póquer, y comprueba que de nada sirve que Sócrates, Platón y Aristóteles vieran la luz en su territorio. Tras casi treinta siglos de debates epistemológicos, la mayor verdad teórica se limita al simple y estricto llenado de la cavidad estomacal, de modo que sobre el mito platónico de la caverna triunfa un catavino alzado en una caseta de feria.

Un tridente futbolístico sale más rentable que uno filosófico pero, aún mejor, se alza la trinidad de la vid (Osborne, Caballero, 501) en el área del gaznate: nada más certero que una copita de fino para superar, de una vez por todas, la dualidad entre lo real y lo imaginario.

La Feria de El Puerto, además, es tan grande que siempre marca tendencia. El consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, emocionado ante el tremolar de la bandera lusitana en la portada de Las Banderas, ha vuelto a Pessoa (ese gran escritor lisboeta que ganó más dinero traduciendo textos ingleses en despachos comerciales que creando en su propia lengua) y asegura que su departamento desplegará en las escuelas la oferta del idioma portugués (algo que no deja de ser más consecuente que contratar para el Senado a un intérprete de las cinco lenguas españolas).

La crisis financiera nos trae unos premios del concurso de casetas carentes de dotación pecuniaria, circunstancia que, quién sabe, tal vez sirva para tornarlos en más prestigiosos, en efecto similar al que acontece con los galardones literarios de la crítica (a veces, la ausencia del dinero ennoblece: decía Juan Lara que la mayor riqueza de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia es su pobreza).

Lo mejor, con todo, para el realce estético de la Fiesta consiste en decretar la muerte de la lonalización en la avenida principal (qué lejos el monótono aspecto actual de aquellas individualizadas y coquetas estampas de mampostería) y desplazar la botellona, esa delegación diplomática antisistema, de los predios de la portada (a los botelloneros del pórtico les sucede como a los ex presidentes del gobierno y a los jarrones chinos, según ingeniosa confesión de Felipe González: nadie sabe dónde ponerlos).

La Feria es el termómetro bursátil más incuestionable que existe, un estudio sociológico sin falsificación posible, la estadística más descarnada y reveladora: el nivel de consumo en las casetas nos explica, a ciencia cierta, el punto exacto de la cúspide del diente de sierra en el gráfico, el estado real de la vorágine financiera, la ontología del ladrillo, de modo que si triunfan las gambas o el jamón ibérico de bellota los economistas pontifican la construcción de macrourbanizaciones en serie, hileras de unifamiliares felices coronados por indescifrables hipotecas, mientras que si el reino victorioso es el de las bolsas de picos, las tortillas y los pimientos, sus informes han de admitir la evidencia de que ya no se construye ni en los DSP asentados sobre territorio protegido.

Pero nadie, pase lo que pase con los ciclos económicos, parece poder acabar con la Feria de El Puerto: el último cohete perdido en la noche busca siempre, en su postrer destello, el encendido oficial de la edición siguiente. Mientras, como un ascua repleta de luz, deja el tesoro, perpetuo e íntimo, de los recuerdos.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
17 de Mayo de 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

DEBATE MOTERO

El Puerto de Santa María reduce, año tras año, el número de moteros que lo visitan con motivo de la disputa en Jerez del Gran Premio de España, lo que supone una importante pérdida económica para sus ciudadanos. Esta verdad indudable no puede achacarse únicamente a la terrible crisis que nos azota: también tiene que ver en ello la actitud municipal al efecto.
Parece obvio que, entre el derecho al descanso y el derecho al ocio, nuestros gobernantes deben otorgar la prioridad al primero, más aún cuando incluso se han venido produciendo diversas manifestaciones de vandalismo, si bien, a partir de ahí, creo legítimo solicitarles un esfuerzo estratégico (difícil, no lo pongo en duda) en aras de, resguardando esa primacía de la convivencia, obtener los mayores beneficios financieros posibles de este evento.

La imagen que transmite el ejecutivo local es la de considerar esa reducción de ingresos como un inevitable mal menor, cuando lo cierto es que se trata de un problema significativo que afecta a numerosos portuenses, pues la consabida teoría de que la motorada beneficia "sólo a cuatro" constituye una frivolidad incapaz de superar un análisis mínimamente imparcial y serio. Además, la sensación de muchos administrados es la de que el equipo de gobierno carece de interés por ponerse a pensar en cómo subir en sus lares la afluencia turística que genera el atractivo del circuito vecino.

Parte de culpa de la coyuntura actual la tienen aquellos que (por entendernos, aunque la denominación no deja de ser simplificadora) se han situado en el bando motero, toda vez que su incomparecencia mediática, su perpetuo silencio, les ha hecho perder la batalla frente a quienes tildan de faccioso a todo visitante relacionado con la prueba.

Lo cierto, pese a los triunfalismos, es que, al igual que las playas pertenecen a El Puerto y no a Jerez, el circuito es un mérito de los jerezanos (más en concreto de su ex alcalde, Pedro Pacheco), un mérito del que en nuestro término municipal lo único que se hace es chupar rueda, cada vez menos imaginativos en la pole.


Francisco Lambea
Diario de Cádiz
13 de Mayo de 2010

domingo, 2 de mayo de 2010

RECITAL POÉTICO FLAMENCO EN SANLÚCAR

Los asistentes disfrutaron ampliamente del espectáculo.

El recital fue todo un éxito. En el centro de la fotografía, la escritora (y coplera, descubrimos, Charo Troncoso).

Con algunos de los asistentes al Recital Poético Flamenco. En el centro, Rafael de Pablos, presidente de la Asociación Cultural de Amigos del Libro y las Bibliotecas "Luis de Eguílaz". Junto a mí, Manuel Malía, que firmó un gran cante.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Sanlúcar, Mariuca Cano, interviene antes de entregarnos unos reconocimientos.

La Peña Flamenca Puerto Lucero acogió el viernes 30 un recital poético flamenco organizado por la Asociación Cultural de Amigos del Libro y las Bibliotecas "Luis de Eguílaz" y protagonizado, entre otros, por Rosario Troncoso y Manuel Malía. Tuve la satisfacción de presentar el acto, en el que también intervinieron Jesús Romero (a la guitarra), Juan Antonio Soria (al teclado), José Antonio Benítez y Estrella Domínguez (al baile). Gran noche la disfrutada en Sanlúcar.

CONFERENCIA EN SANLÚCAR SOBRE "LA PRENSA ESCRITA, REFERENTE EN EL FOMENTO DE LA LECTURA"

La biblioteca municipal "Rafael de Pablos", en Sanlúcar, acogió el pasado jueves mi disertación sobre "La prensa escrita, referente en el fomento de la lectura", respondiendo a la invitación formulada por la junta directiva de la asociación cultural de amigos del libro y las bibliotecas "Luis de Eguílaz". En el transcurso de mi intervención me pronuncié sobre no pocas características actuales de la prensa escrita, para bien y para mal.
Si noble es cualquier biblioteca, más aún el elegante edificio sanluqueño, donde los volúmenes laten al compás de un aristocratismo sereno.
Al día siguiente tuve la satisfacción de presentar un recital poético flamenco en la Peña Puerto Lucero.