domingo, 20 de noviembre de 2016

TIEMPOS REVUELTOS


Se discute sobre si hay o no cambio climático (muchos dicen que sí, el próximo presidente de Estados Unidos, un Donald Trump a cuyos votantes insultan quienes se dan golpes de pecho de demócratas en tertulias, columnas y redes sociales, argumenta que no), pero lo que sí resulta claro es que los tiempos andan revueltos.

Para evitar males mayores, el concejal de Fiestas, Ángel Quintana, ha dado un ejemplo de previsión y desde hace días se pueden ver el árbol de Navidad (en la Plaza Peral) y los motivos luminosos (en las calles seleccionadas, que amplían su número). Ambas estampas contrastan con las temperaturas que acaecen y el cierto reinado, teniendo en cuenta las fechas de Noviembre, del sol en el cielo, pero eso no es responsabilidad del edil, que ha cumplido con lo que le tocaba y que sabe que no hay que ir, precisamente, contra los tiempos (el pueblo quiere árbol). Quintana fue Rey Mago de Oriente (volvía de luna de miel de Japón) en el pleno del pasado miércoles, cuando su voto resultó clave para que salieran adelante varias ordenanzas fiscales.  

Suceden cosas curiosas. Las ordenanzas han sido hasta la fecha el espejo donde se ha evidenciado la falta de mayoría del ejecutivo, que parecía gobernar con trece. Tras años de polémica (todo parking subterráneo lleva aparejado en El Puerto su ración subsiguiente de polémica) han comenzado de manera oficial las obras de construcción del aparcamiento de Pozos Dulces… aunque, aparentemente, nada se ve aún. Llueven quejas sobre los problemas que causa la remodelación del entorno de Santa Clara (¿cómo quieren que cambien la zona, por laparoscopia?). El Ayuntamiento y Endesa alcanzan un acuerdo para que la eléctrica no vuelva a cortar el suministro: la cuestión es que había dinero para pagar las facturas pero a Contabilidad no le placía el modo en que se las presentaban.

Necesitamos montar en globo aerostático aprovechando el primer festival, que tendrá lugar en Febrero, si la meteorología no aconseja otra opción: enriquece una perspectiva distinta en esta época compleja, coger distancia para el análisis. Quizá nos ofrezca la luz, tan necesaria, sobre ella.


Francisco Lambea
Diario de Cádiz
20 de Noviembre de 2016

domingo, 6 de noviembre de 2016

LA GUILLOTINA LABORAL


La plantilla del Hotel Monasterio San Miguel mantiene estos días acciones de protesta contra el expediente de regulación de empleo (ERE, uno de los acrónimos de estos tiempos) que tiene previsto aplicar Hotusa, propietaria del establecimiento, un expediente que afectaría a 19 personas y que se vería acompañado por un ERTE (otra sigla de hoy). Los planes de la empresa incluyen la externalización de los servicios de las limpiadoras de piso y un abaratamiento significativo de la habitación, en el marco de una política que afectaría indirectamente a otros hoteles. El escenario que enmarca las movilizaciones, un tramo de la calle Larga levantado por obras de acondicionamiento, acrecienta la desolación de la ya de por sí inquietante imagen.

Los empleados pasaron hace cuatro años por tres meses de inquietud hasta que el entonces dueño del inmueble, el BBVA, que se había hecho con la titularidad por los problemas financieros de JALE (problemas que a su vez padecieron también los asalariados en lo que les tocaba), alcanzó un acuerdo con el operador Hadentur 2000, sociedad que venía actuando hasta la comentada adquisición de Hotusa.

Resulta triste tener que laborar asaltado con frecuencia por el temor, cuando no la casi constatación, de la guillotina contractual, y padecer esa zozobra cuando uno cumple sus obligaciones con sobrada eficacia, quizá incluso con mayor celo del que se le abona y agradece. El Hotel Monasterio es un emblema de la ciudad, tanto turístico como general, uno de esos referentes que asoman cuando se pretende visualizar El Puerto con la síntesis de unos pocos parpadeos, y quienes lo llevan adelante cada día no se merecen esto. Los hoteles viven a veces en la paradoja de ser estaciones de tránsito para el visitante pero enclaves cotidianos, y queridos, para los oriundos, una simultaneidad que los singulariza en el paisaje urbano y sentimental.

Muestro desde aquí mi solidaridad a la plantilla, como ya han hecho las formaciones políticas y colectivos sociales, y expreso mi deseo de que la situación se solvente favorablemente para ella en esas reuniones que el comité de empresa mantiene con la dirección de Hotusa.  

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
6 de Noviembre de 2016