domingo, 22 de julio de 2018

HABEMUS PRESUPUESTO



La decisión del PP de alcanzar un pacto con PSOE e IU para aprobar los presupuestos municipales en pleno extraordinario el próximo lunes ha permitido desbloquear una situación por la que el Consistorio acumulaba ya dos ejercicios sin dar luz verde a tan importante documento. Las tres formaciones asumen sus riesgos de cara a la interpretación electoral que puedan hacer sus más fieles seguidores, aunque, personalmente, me quedo con la amplitud de miras que posibilita, en una Corporación fragmentada, lograr un escenario más favorable para los portuenses que el que se oteaba sin acuerdo.

Al cabo, si Pedro Sánchez ha aceptado los Presupuestos Generales del Estado hechos por el PP (se identifica mucho a Sánchez con el NO es NO, pero en cuestión de PGE NO es SÍ), parece razonable que si en lo que va quedando de España las cifras de gasto alcanzan 451.118 millones de euros se pueda rubricar en El Puerto de Santa María un consenso sobre unos humildes 97,2 millones, con su Plan de Ajuste correspondiente y todos sus avíos en las casillas del Excel.

La realidad, a veces, deviene paradójica: hace tres años PSOE e IU firmaron un acuerdo con Levantemos El Puerto que dejó sin alcaldía al PP, la lista más votada con cierta diferencia, y ahora, fuera ya Levantemos del ejecutivo al entender el alcalde, David de la Encina, insostenible el panorama que se extendía ante sus ojos, es el PP quien llega a un pacto con el bipartito para confeccionar uno de los retos principales de cualquier Ayuntamiento: un presupuesto.

No se sabe aún oficialmente cuál será el sentido del voto de los ediles de Levantemos (aunque definir a PSOE, IU y PP en las redes sociales como el nuevo tripartito indica que resultará negativo), ni tampoco lo que harán los dos concejales de Ciudadanos y el edil no adscrito, Carlos Coronado (todo apunta a la abstención), pero lo cierto es que corresponde al PP la iniciativa de, escudado en sus 9 votos, romper la parálisis, ayudado por la, a mi juicio, responsable disposición del bipartito, que no podía dejar que El Puerto pasara más tiempo sumido en el nihilismo matemático.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
22 de Julio de 2018


domingo, 8 de julio de 2018

FACEBOOK PLENARIO



Una de las características más significativas del cuatrienio municipal 2015-2019 es el alto número de dimisiones de concejales, con sus consiguientes sustituciones (aquí no llega el Plan de Ajuste y se aplica la reposición automática). Resulta tal el número de ausencias que no queda otra que ponerse a puntear, como en registros contables, para evitar que se te escape alguna en el recuento.

El PP ostenta el récord, con hasta 6 bajas sobre la alineación inicial (también es cierto que son los que más ediles tienen, 9, y eso aumenta la probabilidad, máxime en oposición, aunque el número sigue siendo alto), el PSOE registra 2, IU 1 y Levantemos 1. Suman 10 salidas, lo que, en una Corporación formada por 25 ediles, supone un 40%.

Los motivos son variados: desde incompatibilidades laborales a razones personales que a veces camuflan discusiones internas, pasando por quienes se van porque han perdido el poder y la cosa ya no les pone o por los que piensan que no figurarán en la siguiente lista y se marchan para fastidiar antes de que les fastidien. Como El Puerto es singular en todo, no hay bajas en dos casos peculiares, el de Ciudadanos, donde hasta los dos ediles reconocen diferencias entre sí, y el del concejal no adscrito, Carlos Coronado: cuando se fue del PA muchos pensaban que se largaría por aburrimiento, pero ahí sigue, indemne al recorte de sus intervenciones, hablando casi por aforismos.

La política local ha cambiado mucho desde la crisis económica de 2007. Se ha hecho más ardua: quienes gobiernan no disponen de dinero para gestionar como quisieran, lo que provoca desilusión y tensiones de modo que, quien previamente goza de un buen trabajo, se pregunta qué sentido tiene aguantar ciertas cosas, mientras que quienes sufren fuera del mando se aburren o acaban presos de esas indisciplinas a las que el ser humano es proclive cuando vienen mal dadas.

Recupero la reflexión que me inspiraron las salidas en la época en que el alcalde era Moresco (y entonces no se alcanzaron tantas): el salón de plenos se ha transformado en una especie de Facebook en el que, si entras con frecuencia, te hinchas a conocer gente.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
8 de Julio de 2018