martes, 29 de diciembre de 2009

LA NOCHE PRINCIPAL

La jornada del 24 de Diciembre debe ser especialmente importante para todos, con independencia incluso de las creencias religiosas que alberguen o no nuestros corazones: los diversos azares no siempre nos conceden la cercanía de los seres más queridos, lejanos a veces en las distancias tercas de la geografía, imposibles de abrazar otras si no es en el recuerdo, ese beso perpetuo, de modo que llega el momento de compartir, al menos unas horas, con quienes aún nos acompañan en esta labrada aventura que es la vida, el momento de ofrecer, en torno a la mesa, las sillas de la memoria a quienes no pueden mostrarnos su afecto con la tierna complicidad de una sonrisa, el infinito calor de una mirada, la caricia húmeda de unos labios, el refugio íntimo de unas manos.
Esta sociedad, vertiginosa y con frecuencia deshumanizada, tantas veces perdida en contingentes inercias, necesita recuperar espacios para la reflexión, para el encuentro, para recordarnos de dónde venimos, quiénes somos, cuáles son los senderos que nuestro trayecto nunca debe abandonar. Entre las viandas, quizá abundantes y esmeradas para una cena que se quiere especial, entre el sabor familiar de mazapanes o turrones, entre el estribillo consuetudinario de los villancicos y el persistente ronroneo de una zambomba, no ha de olvidarse que el amor es el sentimiento que más dignifica al ser humano, la pasión más alta de su espíritu.
Conforme uno abandona la infancia, su exilio del tiempo, conforme uno deja atrás la etapa fúlgida de la juventud, adentrándose en una madurez creciente en su sigilo, se apercibe de que el paso de los años no es un invento de los otros y aprende a valorar la trascendencia exacta de noches como ésta, un concepto que gana en precisión cuando, por unas u otras circunstancias, hay compañías que no se disfrutan con la frecuencia deseable.
La Nochebuena, trascendental para quienes celebran el nacimiento de Jesús, encierra un mensaje que también llama a quienes se consideran agnósticos o ateos, un mensaje escrito con el más noble impulso de la sangre: el de la concordia.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
24 de Diciembre de 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009

TERTULIA RACINGUISTA DE RADIO PUERTO EN EL RESTAURANTE "NUEVO ÉCHATE PAYÁ"


Un tiempo en la radio para hablar del Racing Portuense: la ley concursal, la próxima visita del Pozoblanco o el partido de las estrellas del día 22, en la agenda de la charla.
De izquierda a derecha, Manuel García Campos, directivo del Racing, Juan Antonio Villalustre, delantero, Luis Miguel Morales, responsable de la web del Portuense, el autor del blog y Manolo Borne, director de Radio Puerto.

jueves, 10 de diciembre de 2009

CENA DE PERIODISTAS VETERANOS ( MÁS DE LO QUE ELLOS QUISIERAN) EN EL RESTAURANTE BAR JAMÓN (4 DE DICIEMBRE DE 2009)



El brindis, momento cumbre del encuentro.

















La representación femenina posa para la inmortalidad.

















Con Manolo Borne, Soledad Duro y Teresa Almendros.

NOSTALGIAS Y PRESENTES












Panorámica general de los privilegiados asistentes.
Hace unos días, nos reunimos en un restaurante un grupo de periodistas, fotógrafos y realizadores de televisión que hemos tenido la suerte (o quizá el infortunio, uno nunca sabe muy bien) de cubrir el latido de la ciudad en estos últimos años o décadas.
Bajo la organización de Pipi Gago y Soledad Duro, que pergeñaron su idea en un gimnasio (las damas victorianas decidían en los salones de té y las urbanitas acomodadas trazan ahora sus propósitos en el calor envolvente de una sauna), los congregados disfrutamos de una buena velada, recordando, entre otras cosas, aquellos tiempos en los que todavía no existía el correo electrónico, sino un estricto fax a cuyos alumbramientos asistíamos absortos (inimaginable aún el cortar, copiar y pegar), tiempos en los que el teléfono móvil se nos antojaba tan lejano como esas pastillas que en el futuro iban a sustituir al cazón en adobo, en los que la televisión digital (cuyo nacimiento sacrifica la analógica, provocando numerosas injusticias laborales, adornadas, hasta la fecha, de un lamentable absentismo político), no existía en la cabeza de ningún tecnócrata.
Por allí andaban, entre otros, José María Morillo (web andante, relaciones públicas del ciberespacio), Carmen Álvarez (hacedora de planos perfectos, sabia de la luz, acudió espléndida), Rafael Tardío (mil batallas a la espalda, aunque pueda no parecerlo), Pepe Bouza (más institucional y menos espontáneo, cosas de los cargos), María Alba (clara como el agua), Manu Garro (ora redactor, ora ejecutivo), Teresa Almendros (siempre en su sitio), Fito Carreto (su ojo es la historia) y otros, hasta un total de 19, que no nombro ya porque esta columna, a la que quiero tanto, acostumbra a quedárseme corta de espacio.
Personas, en definitiva, cada uno de su padre, su madre y su medio que, por encima de todo (que no es poco), forjaron un paréntesis para el reencuentro, admitiendo que, pese a la vida y sus azares, somos cada uno parte de los otros (y viceversa), admitiendo que, con lo que putea este oficio, seguimos de él jodidamente enamorados.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
10 de Diciembre de 2009

jueves, 26 de noviembre de 2009

CONTRA LA VIOLENCIA

El Puerto de Santa María ha acogido estas jornadas, al igual que tantos y tantos puntos del mundo medianamente civilizado, diversos actos en torno al Día Internacional contra la Violencia de Género, que se conmemoraba ayer. El lema escogido ("El silencio nos hace cómplices, no te calles") invita a reflexionar, pues el silencio equivale a la abstención y la abstención, en determinadas votaciones, se torna enemiga de la ética.
Para luchar contra la crueldad que se ejerce sobre las mujeres hay que emplear numerosos recursos, como los educativos, fomentando los conceptos igualitarios, o los económicos, para lo que resulta trascendental la autonomía financiera o, cuando menos, la puesta a disposición de las afectadas de una red social cuya tutela se manifieste suficientemente garantista como para que no duden en acogerse a su amparo; pero otro instrumento, bastante más eficaz para atacar esta epidemia de lo que desde ciertos ámbitos acostumbra a reconocerse, es la simple, pura y estricta legalidad.
En España, país donde el código penal puede leerse, por lo que atañe a muchos de sus artículos, como quien se enfrenta a un libro de humor o contempla teatro del absurdo, consecuencia de edulcoradas progresías de laboratorio que no convencen ni a quienes las propagan, tertulianos pamplinas que esgrimen la palabra diálogo cual metafórico tótem y un notable y general complejo de culpa porque durante casi cuatro décadas se vivió bajo una dictadura, es muy barato matar a alguien, y de esto se benefician terroristas y toda laya de delincuentes, circunstancia que incluye a quienes han llevado la violencia de género a sus más terribles consecuencias.
La clase política debería plantearse un endurecimiento muy severo de los castigos relativos a este tipo de delitos, así como de todos los que atacan la vida o la integridad física de las personas. Dada su incapacidad para solventar la crisis económica, al menos con esta sencilla medida, plenamente factible al resultar ajena a coyunturas globalizadoras, podrían prestar algún tipo de servicio a los ciudadanos a los que representan.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
26 de Noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

TRISTE RÉCORD

La historia no sólo se escribe con frases ampulosas y solemnes, muros que se caen, enfermedades que se vencen, políticos que se encarcelan; también las estadísticas se incorporan a los anales, informando y sensibilizando a quienes deseen sobrepasar la aparente ataraxia de los números. Hace unos días hemos sabido que el mes de octubre se cerró en El Puerto con la cifra récord de 10.039 parados, superando la barrera sicológica (linde sólo existente para la tecnocracia, pues cada cual tiene bastante con su frontera particular) de los 10.000 inactivos.
Los tiempos, en este mundo global de gerencias cada vez más particularizadas, son poco proclives para la esperanza. La principal preocupación de los sindicalistas sigue siendo la de perpetuar sus prebendas, esa condición tan genialmente definida como liberada, pues nada se acerca más a los gozos y placeres de la libertad, por lo que los seres sin oficio les importan menos que los asalariados que concurren a las elecciones sindicales; mientras, parte de la clase política se afana en mantener sus actas o la aún más confortable tipología de los despachos, toda vez que las mesas también proporcionan suculentos salarios y eximen a los privilegiados de someterse al escrutinio, siempre arduo, de la opinión ciudadana.
Todo esto ocurre cuando incluso la propia administración envía al desempleo a sus administrados decretando el cierre de empresas, como sucederá en pocos meses con las televisiones locales que no han conseguido licencia de TDT, mientras los cargos responsables de la Junta y del PSOE exhiben hasta la fecha una indiferencia tal sobre la suerte de los damnificados que a uno le resulta absolutamente impropia en quienes gustan de autocalificarse como personas de izquierdas, condición que acostumbra a presumir de conceptos como ética o vergüenza y de prácticas como mostrar inquietud por el sino de agraviados sin culpa alguna.
Más que por el texto constitucional, España aparece articulada por la desazón con la que millones de personas observan el panorama económico.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
12 de Noviembre de 2009

jueves, 29 de octubre de 2009

FUSTEGUERAS

Dios hizo el mundo en seis días y Fustegueras lo reordenó en sólo uno.
Confieso que, más allá de algunas preguntas en esporádicas ruedas de prensa, no he llegado a entablar conversación con Manuel Ángel González Fustegueras, director de la empresa Territorio y Ciudad, redactora del Plan General de Ordenación Urbana a cuya aprobación provisional 2, salvo sorpresa mayúscula, dará su asentimiento el pleno extraordinario de hoy, pero no tengo inconveniente en reconocerle mi admiración. Que en un país tan encanallado como éste un profesional liberal, como dicen los epígrafes burocráticos, sea capaz de trabajar con el PP y con el PSOE (y hasta con independientes y comunistas irredentos que habrá por ahí) y además provocar en alcaldes y tenientes de alcalde de urbanismo de tan diversos pelajes esa suerte de trance místico, de posesión celestial, cada vez que toma la palabra supone un arte al alcance de muy escasos mortales.
Fustegueras, al frente de los planeamientos de Sevilla, Marbella, Chiclana, Los Barrios o Jerez, parece esconder, tras su estética colega, una persona cuya determinación se muestra capaz de planificar el interior de los agujeros negros de Hawking en dos trazos y seis meses menos de lo estipulado en el pliego de condiciones cósmico. Algo ha de tener este hombre, al que los PGOUs deben salirle por las orejas, para que cada vez que protagoniza una comparecencia te entren ganas de invitarle a tu casa y pedirle asesoramiento sobre la distribución de los tresillos.
Dicho urbanista (un urbanista es un arquitecto, pero en intelectual), Visitante Ilustre de la Ciudad de Montevideo, ha conseguido un grado identificatorio tal entre los planes generales y su persona que vamos camino del cambio de denominación, por lo que no será extraño que, en breve, en lugar del manido acrónimo se emplee su segundo apellido para referirse a estos documentos, en justa metaforización administrativa y estricta denominación de origen.
Poco después de la luz bíblica se hizo la iluminación de Fustegueras.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
29 de Octubre de 2009

miércoles, 28 de octubre de 2009

ALBERTI Y LA POESÍA
























TODO LO QUE RAFAEL ALBERTI SENTÍA TERMINABA ALZÁNDOSE AL RANGO DE POEMA, POR LO QUE SU OCEÁNICA VIDA SUPONE UN EXCEPCIONAL LEGADO LITERARIO CUYO VALOR MERECIÓ UN PREMIO NOBEL QUE NUNCA LLEGÓ

Toda obra poética, casi por definición, camina íntimamente ligada al itinerario personal de quien la firma: esa máxima se cumple, con minuciosidad, en Rafael Alberti, lo que explica la magnitud oceánica (la elección y polisemia del término, como habrán deducido, no es casual) de sus versos y la variedad temática abarcada, en correspondencia a un espíritu abierto, una inquietud multidisciplinar y una biografía surcada por continuos viajes (el viaje es siempre una búsqueda y la búsqueda es siempre la vida). Todo lo que Alberti sentía se elevaba al rango ontológico de poema, de modo que su existencia deviene en legado literario, un legado que el portuense, que atesoraba en el lenguaje su oxígeno, habría querido infinito: “Tú sabes bien que en mí no muere la esperanza, /que los años en mí no son hojas, son flores,/ que nunca soy pasado sino siempre futuro”.
Porque Alberti no es sólo el poeta del mar, su imagen más conocida, y también difundida, con coronar tan elevadas cimas Marinero en tierra u Ora marítima, ni tampoco es sólo el poeta del compromiso político con el comunismo, el desterrado, como reflejan De un momento a otro, Capital de la gloria, Vida bilingüe de un refugiado español en Francia, 13 bandas y 48 estrellas o La primavera de los pueblos; Alberti es también el poeta que se rinde a la pasión por el dibujo y el color, según denota A la pintura, un libro nunca suficientemente exaltado, un caballete de formidables malabarismos conceptuales, o Los ocho nombres de Picasso, ese diario de dos genios y el intelectual agradecido a quienes le acogen en su exilio (Baladas y canciones del Paraná, Canciones del alto valle del Aniene).
La obra albertiana, además, no podía dejar de referirse a las relaciones sentimentales y así atraviesa los tres grandes estados: el rechazo, desengaño del que nace Sobre los ángeles, (“Ni sol, luna, ni estrellas/ ni el repentino verde/ del rayo y el relámpago,/ ni el aire. Sólo nieblas”), la relación contradictoria en la que “Ya no quisiera más verte en la vida/ aunque te quiero ver a cada instante” (Amor en vilo) y la plácida correspondencia sentimental, como muestran poemas del monumento a la nostalgia que constituye Retornos de lo vivo lejano (“Porque habías, al fin, aparecido”, evoca el momento en el que conoció a María Teresa León) o, más tarde, Canciones para Altair (“Tú a todos los apagas, Altair, con tu brillo/ temblor irresistible, capaz de derramarse/ bañando los ansiosos labios del universo”, le inspira María Asunción Mateo).
El poeta es también el padre que canta a su hija en composiciones de Pleamar (“Para ti, niña Aitana,/ remontando los ríos, este ramo de agua./ De agua dulce, ramito, que no de agua salada”) o de Poemas de Punta del Este y el ser humano que se rebela contra el inexorable paso del tiempo en Versos sueltos de cada día.

SU TALENTO BRILLA POR ENCIMA DE TEMÁTICAS Y ESTRUCTURAS
Transgresor de tantos convencionalismos (incluidos los académicos, alcanzando el grado de doctor honoris causa por varias universidades cuando no había aprobado cuarto de bachillerato, algo que sólo se puede conseguir desde la más excelsa singularidad), Alberti fue, como gustó de definirse, un “poeta en la calle” (así tituló, de hecho, uno de sus libros), un autor que se negó a que su obra se limitara al intrínseco formato del papel, de manera que los versos encontraron en su voz, en su personalísima forma de recitar, la mejor caja de resonancia (“Y perdonen si prefiero/ ser poeta aleluyero/ a aquellos tan inspirados/ que al fin se mueren sentados”). Esa presencia refleja, en muchísimas ocasiones, su ferviente compromiso comunista, según se observa, por ejemplo, en “Nuevas coplas de Juan Panadero”, donde escribe “Pon tu voto a trabajar:/ Vota al PCE, y voto a voto/ lo harás más grande que el mar”, un volumen donde no duda en responder, con ironía insuperable, a aquellos que lamentaban su férreo componente ideológico (“¡Pobre poeta perdido!/ Pasar de Sobre los ángeles/ a coplero del Partido!”).
Con esa difícil facilidad que caracteriza a los grandes, supo acometer estructuras gongorinas y romances populares, ceñirse a la métrica con ortodoxa aplicación (su virtuosismo sonetista, probablemente no abordado con la justicia que requiere, resulta innegable, así como el donaire con que se desenvuelve en las asonancias) o lanzarse a pergeñar vocablos de cosecha propia en el más anárquico verso libre, ensalzar con brillantes y denostar con saña.
Alberti fue un poeta cuya relación con Cádiz no se circunscribe únicamente al paisaje marino o a la luz inmarcesible: la gracia típicamente gaditana impregna varias de sus piezas, ese peculiar sentido del humor cuya honda filosofía vital sólo pueden entender quienes han tenido la dicha de nacer, o de vivir, en esta tierra y de la cual hay evidencias especialmente significativas en sus últimos años, aunque ya mucho antes se destila en su reconocimiento al cine (Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos), en invectivas contra Franco, Hitler, Mussolini o la Iglesia de aquel tiempo o en Roma, peligro para caminantes.

SU VITALISMO ANHELÓ LA INMORTALIDAD, SU OBRA LO HACE ETERNO
Alberti transitó por los versos con la naturalidad de quien lo hace por un sendero carente de secretos, fue un poeta “arrebatado por las letras” que mereció el Nobel: el 29 de Octubre de 1.999, un día después del fallecimiento del portuense más universal de todos los tiempos, Manuel Vázquez Montalbán publicaba en “El País” que “El gran poeta pagó el precio de un intento de rebajarle en el mercado de lo selecto que tuvo, entre otros efectos, que no se le diera el Nobel y sí se le diera a Aleixandre, como un recurso que ni Alberti ni Aleixandre se merecían(…)”.
Rafael Alberti Merello, uno de los grandes miembros de esa fiesta de la palabra que supuso la generación del 27, fue un poeta que consiguió su objetivo de que su canto nos acompañe “más allá de las edades” y que alcanzó el más alto rango, el que siempre deseó, ser palabra del mar, verso, azul y blanco, de las olas, un poeta cuyo vitalismo anheló la inmortalidad y cuya obra terminaría por convertirlo en eterno.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz, suplemento especial con motivo del décimo aniversario del fallecimiento de Alberti
28 de Octubre de 2009

jueves, 15 de octubre de 2009

DEL BISAGRISMO

El portavoz andalucista Antonio Jesús Ruiz y la independiente Silvia Gómez andan estos días enzarzados en unas disputas dialécticas que alternan la argumentación majestuosa, los razonamientos de político avezado, el estilo chusco, con un tono cuartelero, de zarzuela vecindona, algo así como la Campanario y la Esteban, en papeles cambiantes, en versión política local.
Conozco a los dos hace muchos años y no me caen malotes, entre otras cosas porque ellos me tratan con respeto a mí y yo a ellos (con el tiempo tiende uno a actuar con los demás en la exacta medida en que los demás actúan con uno, que para otras prácticas se anda ya muy currado). Tanto hace que sé de ambos que hasta recuerdo a Antonio Jesús cuando me llevaba los comunicados andalucistas (todavía había andalucistas, ahora hay más bien antoniojesusianos, para su mérito) a la Cadena SER, en una época en la que el correo electrónico resultaba una quimera y fax, lo que se dice fax, no debían tenerlo en el partido y rememoro a Silvia desde que Hernán Díaz, ese denostado político que se marchó ganando todas las elecciones a las que se presentó sin paraguas nacional alguno, la alzara al rango de responsable de protocolo.
Lo cierto es que el devenir, sendero azaroso por antonomasia, les ha enfrentado. Antonio Jesús, que también ha sufrido su travesía del desierto, parece mecerse en vientos favorables, mientras que Silvia es una edil maltratada estas últimas fechas por las veleidades de la condición humana y lo angosto de la matemática, una edil cuya formación experimenta unas dificultades tales que su ¿correligionario? Juan Gómez parece inspirado por una actividad epistolar tan desaforada que lleva paso de erigirle en patrón civil del cuerpo de Correos.
Todo tiene su epítome; tomando como punto de salida aquel recurrente adagio de Churchill por el que se establece que no hay peor enemigo que un compañero de partido me permito, humildemente, realizar la siguiente aportación a los anales de la politología mundial: no hay rival más encarnizado que otro aspirante a bisagra.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
15 de Octubre de 2009

viernes, 2 de octubre de 2009

COMPETENCIAS

Pensaba yo el otro día, mientras se firmaba el convenio entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz para el desarrollo de las dos márgenes del río Guadalete, en lo compleja que llega a resultar la labor de un alcalde, y no ya por las estrecheces económicas de los tiempos ni por un presunto obstruccionismo oposicional, sino, simplemente, por la lisa y estricta falta de competencias que, en ocasiones, les adornan.
Aquí, en El Puerto, si quieres acometer alguna actuación lindante con el agua tienes que vértelas primero con la Autoridad, cuyo nombre, de por sí y en un primer golpe, tiende a marcar distancias. El organismo es dirigido por Rafael Barra, un señor de apariencia afable, uno de estos florentinos de la política cuyo aire recuerda al de aquellos tíos familiares a los que uno acostumbra a pedir consejo, pero que, en definitiva, es capaz de decirte que no en tus propias fosas nasales con una seducción tal que, con negativa y todo, abandonas el encuentro creyendo haberte salido con la tuya.
En el caso de querer reorganizar urbanísticamente la ciudad, puedes encargárselo a técnicos municipales o una carísima empresa privada y atender en mayor o menor medida la retahíla de quejas de los empresarios de la construcción, esos señores que tienden a pensar que siempre se beneficia a todo el mundo menos a ellos, puedes escuchar las inquietudes de los organismos que defienden a los poseedores de viviendas ilegales, acrónimos más numerosos ya que la cifra, eternamente indefinida, de las susodichas viviendas, pero, en último término, quien decide es la Junta, una señora que vive en Sevilla.
Comprendo que muchas veces los alcaldes experimenten cierta impotencia ante esa legión de subsecretarios y jefes de servicio cuya multiplicación en el organigrama parece estratégicamente diseñada para limitarles sus poderes hasta reducirlos a decidir los nombres de las calles, las fechas de la Feria o la identidad de su chófer.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
1 de Octubre de 2.009

lunes, 28 de septiembre de 2009

CONFERENCIA DE JESÚS SÁNCHEZ ADALID EN EL AUDITORIO MUNICIPAL MONASTERIO SAN MIGUEL


El pasado lunes 21 el Auditorio Municipal Monasterio San Miguel acogía una conferencia del escritor Jesús Sánchez Adalid, quien habló sobre su novela "La tierra sin mal" y su obra en general. La Asociación Cultural Extremeña Portuense "El Castúo", con el patrocinio de la Junta de Extremadura, organizó el acto, que contó con una gran asistencia de público. De izquierda a derecha, el autor de este blog, que ejerció de presentador, Jesús Sánchez Adalid, protagonista del encuentro, Millán Alegre, teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de El Puerto y Juan de Dios Frías, presidente de la Asociación "El Castúo".
Foto: Andrés Mora.

domingo, 27 de septiembre de 2009

ENTREVISTA A JESÚS SÁNCHEZ ADALID

"LA NOVELA HISTÓRICA ES LA ÚNICA MÁQUINA DEL TIEMPO"

El autor anuncia su intención de presentar en El Puerto su próximo libro



Sánchez Adalid, con un ejemplar de "La tierra sin mal", obra que centró su conferencia.
Foto: Andrés Mora.


Jesús Sánchez Adalid (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962), uno de los referentes nacionales más destacados de la novela histórica, ha vendido un total de un millón de ejemplares de sus nueve libros publicados. La mitad de esa cifra corresponde a El mozárabe. El pasado lunes, invitado por la Casa Cultural Extremeña Portuense El Castúo, dentro del programa Leer Extremadura 2009, que patrocina la Junta presidida por Guillermo Fernández Vara, habló en el Auditorio Municipal del Hotel Monasterio sobre La tierra sin mal y diversos aspectos de su obra.

-¿Por qué eligió su cuarto libro como eje central de la conferencia?

-El motivo obedece a la cercanía geográfica: La tierra sin mal comienza en Sanlúcar. Se trata de una época muy significativa en la historia de nuestro país, el siglo XVII, cuando se registraba un gran movimiento en los puertos de Cádiz, en pleno apogeo del comercio con América. Muchas personas llegadas desde otros puntos de Andalucía o desde Castilla se congregaban aquí para establecer negociaciones de todo tipo, no sólo para recoger lo que llegaba del continente americano.

-No podrá quejarse de la respuesta del público: el Auditorio estaba lleno.

-Me ha sorprendido. Encontrar un escenario abarrotado en un acto en torno a los libros resulta fantástico. Al terminar la charla firmé volúmenes durante media hora: reconozco que no esperaba encontrar una cantidad tan grande de lectores como la que poseo aquí, lectores que incluso me siguen desde hace diez años. El encuentro se desarrolló, además, en un lugar muy envolvente, que te motiva e inspira para hablar de novela histórica, la única máquina del tiempo que existe.

-¿Cómo define la evolución de su obra, desde su estreno con La luz del Oriente hasta su última creación, El caballero de Alcántara?

-Un escritor no puede ser un creador estático: conforme avanzo en el conocimiento del oficio intento hacer otro tipo de novela, dejando el detallismo histórico y centrándome más en la interpretación de los personajes, de forma que el marco temporal sea menos importante que el factor humano en el que se desenvuelve el hilo conductor. De hecho mi próxima obra será más onírica y simbólica, menos realista.

-Cuéntenos hasta donde pueda de un trabajo que, según anunció, se presentará también en El Puerto de Santa María.

-La trama se desarrolla en el siglo I de nuestra era y su base reside en el elemento griego, un componente que, aunque suele observarse desde una perspectiva filosófica o especulativa, se muestra indisolublemente unido a nuestra cultura. El Imperio Romano resultó eminentemente práctico, pero los griegos nos legaron su forma de concebir el mundo, suponiendo el vehículo de transmisión del cristianismo. La democracia es un invento del cristianismo y eso no lo puede negar nadie. El lector, sin darse cuenta, llegará a comprender que, en el fondo, todos somos griegos. Se trata de una ficción larga, muy divertida, que tiene que ver con el mundo del vino como el elemento cultural de primer orden que es, por lo que mi intención es mostrarla aquí, en una ciudad de tan importante tradición vinícola como El Puerto de Santa María. Hablamos de un producto hacedor de cultura, un producto que, allá donde aflora, permite la conservación del ocio, el intercambio de ideas. El marco de Jerez constituye un punto de referencia mundial de lo que debe ser el vino y ha de continuar siéndolo. Aquí se disfruta de una conjunción de la cultura mediterránea, que es mar y vino y eso se nota en el carácter de las gentes.

-La vocación sacerdotal le llevó a dejar la judicatura. ¿Cómo compatibiliza su labor de párroco en Alange (Badajoz) con la creación literaria?

-Voy aprendiendo y escapo como puedo de la hipotética esquizofrenia que me podría haber generado. La aparición en los medios te convierte en un escritor popular y provoca la sensación de estar dedicado a los libros sobre todo, cuando lo cierto es que mi labor fundamental se centra en la parroquia de un pueblo. Mis fieles son comprensivos: acabamos de terminar las fiestas locales y ahora me dedico a la difusión de mi obra. La literatura nunca me ha supuesto problemas con la jerarquía eclesiástica y los inconvenientes resultan mínimos: admito que a algunos sectores muy conservadores les parezca mal el erotismo que aparece en mis novelas, pero eso forma parte de la labor del creador.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?

-Mantengo conversaciones con una productora para una serie de televisión de unos trece capítulos sobre la trilogía que componen El cautivo, La sublime puerta y El caballero de Alcántara y barajo varias posibilidades con Canal Extremadura Televisión, siendo muy posible que emprendamos un recorrido por la historia espiritual de la región, no sólo en lo que respecta al ámbito del cristianismo. Por supuesto sigo escribiendo y lo hago desde un estilo que tiene claro la necesidad de liberar a la literatura de ese pedazo de tópico según el cual escribir bien es hacerlo de una forma enrevesada. En mi opinión, se trata de todo lo contrario: escribir bien es escribir sencillo.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
27 de Septiembre de 2.009

jueves, 17 de septiembre de 2009

RETORNO A LA MEMORIA

Determinados fenómenos o circunstancias de la vida poseen la virtud de devolvernos, de algún modo, al paraíso, ya inhabitado, de la infancia, de acercarnos a lo que fuimos algún día, en ese periodo de nuestra existencia en el que el presente reina como ya nunca más volverá a hacerlo, ese paréntesis, que luego descubrimos mágico, en el que se carece de ayer, en el que el tiempo es una caricia leve.
La lluvia constituye uno de esos referentes que acostumbra a sorprendernos resucitando la mirada sorprendida y receptiva de un niño y también lo es el regreso de los pequeños y los adolescentes a las aulas. Observas las carteras moviéndose tras el resorte de cuerpos diminutos y recuerdas la tuya, una de piel resistente que lucía un color marrón oscuro y hebillas ortopédicas, lejos de las texturas frágiles, los colores brillantes y los diseños estudiados que ahora triunfan, atiendes a las algarabías que se organizan en torno a la entrada de los colegios y te encuentras inmerso en una, como si no hubieran pasado treinta años, te fijas en la inquietud con la que los alumnos van ocupando sus pupitres y te descubres, como ellos, extendiendo la vista por una clase que te parecía inmensa, atento a las caras que te rodeaban, panorámicas en las que descubrías las conocidas y también expectantes de los compañeros de cursos anteriores, hasta que tus ojos se detenían en las nuevas, los rostros, un tanto indiferentes, o derrotados, de los repetidores.
La infancia es también un maestro grave tras la humilde severidad de una mesa, un libro desvencijado, con páginas de bordes ennegrecidos por el efecto de insistentes consultas, la infancia es también un cuaderno que va quedándose sin vientre, un lápiz roído, un diccionario cuyo volumen se hacía incómodo para la anchura de una mano tierna, la infancia es también un recreo siempre breve.
Uno deja de ser un niño cuando descubre que compañeros de juegos en los parques, de andanzas juveniles, de primeros sueños de la madurez, se han convertido en maestros, cuando habla con ellos sin sentir atisbo alguno de distancia.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
17 de Septiembre de 2.009

jueves, 3 de septiembre de 2009

ANÁLISIS PRE-OTOÑAL

Una de las expresiones más absurdas que se utilizan estos días es la de “curso político”, sintagma con el que se hace referencia a la vuelta a la actividad de los representantes públicos en las distintas escalas. El dicho resulta no sólo tonto donde los haya, toda vez que la labor de alcaldes y ediles (y no digamos ya de diputados, ministros, consejeros o presidentes), no tiene, dada su importancia y peculiaridad, por qué regirse por el estricto calendario de trabajadores menos insignes, sino porque, en los tiempos de crisis que nos caracterizan, constituye una gran frivolidad. ¿Se toman vacaciones acaso el desempleo, los terroristas, los incendios, la gripe A, los atascos…?
El caso es que, llegado septiembre, todo se transforma en análisis políticos presurosos, aderezados con la vuelta al colegio y las noticias autóctonas de temporada (aquí, la vendimia). Si los cronistas, llevados de su inercia, desean detenerse en El Puerto para realizar sus augurios creo yo que podrán encontrar una oposición movilizada y agradecida al ex teniente de alcalde de Hacienda, David Páez, cuya dimisión les ha rearmado los ánimos y un PP al que le convendría apercibirse de que restan menos de dos años para los comicios municipales y que necesita acelerar su gestión si no se quiere encomendar a ponerle una vela a la gaviota (todas las confianzas tentadoras se muestran, al tiempo, peligrosas) y otra a Antonio Jesús Ruiz. El andalucista se ha posicionado bien en la carrera de fondo, engrasando una bisagra capaz de aumentar sus goznes y decidir quién abre la sublime puerta, en un periodo en el que IU protagoniza su oposición más deslucida en muchos años y en el que a los socialistas les pesa la crisis en el subconsciente, aunque el suelo electoral existe y ambos parten de unas posiciones bajas que dificultan caídas mayores. Los populares serán los más dañados por UPyD y los resultados de IP se antojan claves: un hipotético descalabro beneficiaría a PSOE y PA), pero si la candidatura que previsiblemente lidere Silvia Gómez es capaz de aguantar el tipo (cosa que no le resultará fácil) puede haber sorpresas.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
3 de Septiembre de 2.009

sábado, 22 de agosto de 2009

PRESENTACIÓN DE "ESTAMPAS FAMILIARES" EN LA FUNDACIÓN ALBERTI ( 5 DE JUNIO DE 2.009 )

El escritor Mariano Rivera diserta sobre "Estampas familiares" ante la mirada de la Presidenta de la Fundación Alberti, María Asunción Mateo y la mía


La Presidenta de la Fundación Alberti, María Asunción Mateo y el escritor Mariano Rivera sonríen ante unos comentarios sobre el libro


Con María Asunción Mateo y Mariano Rivera




Victoria y Javier disfrutaron de la presentación
Un momento de mi intervención

De izquierda a derecha, el técnico de EH Editores, Paco Carrasco, el autor, la presidenta de la Fundación, María Asunción Mateo y el presentador Mariano Rivera


Escribiendo una dedicatoria a Antonio Muñoz Cuenca



El encuentro con los lectores es uno de los momentos más agradables


Con Olga Pérez, abogada y compañera en su día de afanes periodísticos
Firmando ejemplares del libro

La paloma albertiana protegiendo a los niños






Ana y Javier jugueteando en la Fundación





jueves, 20 de agosto de 2009

RAPHAEL

Refiriéndome a la Pantoja escribía hace dos semanas que, en contraposición a esa caterva de petimetres que incrustan una “de”, una “y” o un guión entre su padre y su madre, buscando adornarse de presuntos méritos genealógicos a falta de propios, sólo a los grandes les es dada la identificación mediante artículo y apellido; pero existe un escalón superior, aún más lindante con la gloria, el que habitan aquellos a quienes les basta con el solo nombre: Raphael es uno de ellos. La crisis económica nos ha dejado sin la actuación del cantante, que el martes tenía previsto deleitar a los asistentes a su concierto en la Plaza de Toros, en el marco de una gira con la que conmemora sus 50 años en los escenarios (y los escenarios celebran también, de alguna manera, su medio siglo). Raphael forma parte de la memoria fónica de las últimas décadas y su voz es tal que a menudo pareciera que él canta y muchos otros se dedican a otras cosas vecinas.
La calidad artística de esta garganta universal se sitúa por encima de muchos factores, pese a lo cual las mezquindades humanas provocaron que tuviese que esperar hasta 2.007 para recibir la Medalla de Andalucía, toda vez que el hombre cometió el pecado de ser más bien de derechas, algo que el PSOE no acostumbra a perdonar (el PP lo exonera menos todavía, que para despreciar a los suyos en los mundos del arte y la comunicación el partido de Rajoy se las pinta solo). Por fortuna, alguien decidió dejar de hacer el ridículo y, de paso, no desprestigiar el galardón por ese impresentable sectarismo que acostumbra a revestir a los mediocres.
El número de discos de oro acumulados por Raphael (350) y de platino (50) es tan grande que con objeto de distinguirle se creó el de uranio y aún faltarían elementos en nuestro sistema solar para hacer justicia a un artista por cuya interpretación los sentimientos se muestran más vívidos y profundos y que la ciudad, por un mal guiño de los ciclos financieros, no ha tenido la suerte de acoger: allá donde cante la bóveda celeste será la caja de resonancia de una estrella inmarchitable.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
20 de Agosto de 2.009

jueves, 6 de agosto de 2009

LA PANTOJA

El éxito acumulado en todos estos años por Isabel Pantoja, que el martes actuaba en la Plaza de Toros, no reside únicamente en sus innegables cualidades fónicas, en la calidad de muchas de las composiciones que interpreta (espléndido el trabajo de Perales en “Marinero de luces”), en su esencia ontológica de artista, condición que se muestra en cualquier momento de la vida y no sólo en la estricta pasarela de un escenario: el trágico final de su marido en Pozoblanco, la valentía con la que Paquirri afrontaba los primeros saludos de la muerte, forman parte de la memoria visual de una generación, en un país, entonces más folclórico que ahora, que siempre ha gustado de unir trajes de luces con batas de cola y que metaforizó su dolor hondo de mujer elevándolo a la augusta categoría de viuda de España. Fue entonces cuando la Pantoja (sólo a los grandes les es dada la identificación por artículo y apellido, los pretenciosos tienden a engañarse incrustando un “de” o una “y” con calzador) se transformó en distintivo racial.
Después, la nación evolucionó, nos hicimos europeos, los descamisados de Guerra se acostumbraron a la gomina, todo se convirtió en carne de franquicia y la relajación moral causada por dejar de ser la reserva espiritual de Occidente se alió con unos medios de comunicación más maduros y una justicia más eficaz para descubrirnos la corrupción que tantas veces se abraza al urbanismo. La relación sentimental de la tonadillera con Julián Muñoz la hizo aparecer en otro de esos flashes que, de algún modo, simbolizan el paso del tiempo, en un icono que nacía dos décadas después.
La realidad es compleja y susceptible de múltiples interpretaciones: en España, territorio que Moratinos parece desconocer pero cuyas curvas ya ondean en las crónicas meteorológicas de la televisión autonómica vasca, un país profundamente machista y consagrado al himeneo, una viuda es siempre una viuda y un icono fotográfico un icono fotográfico, pero los asistentes al concierto del martes pudieron disfrutar también de una cantante que, aun suscitando menor expectación que en otras épocas, sigue siendo singular.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
6 de Agosto de 2.009

domingo, 26 de julio de 2009

VERANO Y CRISIS

El autoservicio playero, la obligada indiferencia ante los chiringuitos (esas instalaciones otrora mimetizadas en el paisaje y que actualmente viven una suerte de cambio climático particular, cual centrales nucleares en la costa) es uno de los referentes visuales de esta crisis, de esta coyuntura económica nacida, al parecer, en Estados Unidos, lejano país bajo cuya influencia lunar se explican todas las cosas que ocurren o dejan de ocurrir en España, incluso ahora que Bush ya no sirve para despistar.
Los bonos basura, las estafas piramidales (aquí nos habíamos quedado en la de la estampita, metamorfoseada tras la transición en el Dioni, un Madoff algo más rudimentario y hortero), han terminado por provocar que una oronda tortilla de patatas, nacida al calor de una cocina tradicional, acabe sustituyendo al lírico espeto de sardinas y que los vendedores ambulantes de la arena requieran una disposición protectora especial que garantice su supervivencia, al modo de las que se adoptan para las especies amenazadas.
Pasea uno por las sucesivas fases semipeatonalizadoras de las calles de El Puerto y encuentra también sucesivas fases de desertización, de modo que las vías más céntricas (Larga, Luna, Palacios…) se asemejan a las calles de los espagueti western poco antes del duelo de los dos protagonistas, precedidos por un pelusón de jaramagos que empuja un viento pertinaz; recorre uno las galerías de las numerosas superficies comerciales y se encuentra con un escenario levemente suavizado, pero de características similares, con carros antaño rebosantes que ahora denotan una apariencia más bien escuálida, en los que las marcas blancas, ese anonimato plebeyo de la industria, lucen con orgullo su preponderancia, olvidados aquellos tiempos en los que, sumidas en el silencio, parecían esperar la mano de nieve becqueriana que las arrancara, cual arpas, de los anaqueles.
Ni siquiera la esplendente luz del verano puede con las sombras de la crisis, ese fenómeno económico que nos ha empujado al espejo de nuestra propia vulnerabilidad, ese sobresalto cíclico que nos recuerda que una de las cosas más tristes que se puede ser en esta vida es carne de estadística.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
23 de Julio de 2.009

jueves, 9 de julio de 2009

JUZGADOS

La aprobación por el Parlamento andaluz de la propuesta presentada por Izquierda Unida para la creación de un nuevo juzgado de vigilancia penitenciaria en El Puerto intenta solventar una carencia más de las muchas que asolan a la administración de justicia en nuestra ciudad.
A las deficiencias españolas ya conocidas y genéricas (falta de personal y medios técnicos, dilaciones en los procesos que parecen apuntar más a un juicio divino que humano, legislaciones discutibles en cuanto permisivas, cuando no directamente escandalosas en un país que, 34 años después, continúa sumido en el complejo de haber vivido décadas bajo una dictadura) se suma en el caso que nos ocupa la de la ubicación de las dependencias, un tanto inadecuada dentro de ese cajón de sastre en el que se ha convertido el polígono de Las Salinas, dimensión del espacio donde lo mismo se puede ir a solicitar subvenciones para el negocio (siempre que el eurociudadano se muestre lo suficientemente iluso), comprarse calzoncillos de saldo o, dentro de algún tiempo, retornar a la ceniza, designio bíblico que se acelerará con la conclusión del desdoblamiento del puente.
Los portuenses tendremos que esperar algún que otro lustro para contemplar el paquete básico que albergará la zona conocida como la Angelita Alta, donde convivirán la Comisaría de Policía y los Juzgados. Como es sabido, el Ayuntamiento ha puesto unos terrenos a disposición de la Junta en dicho enclave, en el inicio de la carretera a Sanlúcar, pero, hasta la fecha, sólo se ha visto a algún que otro responsable público pasear, de manera indeterminada, por entre la consuetudinaria sobriedad de los jaramagos que, con vocación agreste, delimitan el solar y, como quiera que la crisis extiende su manto tétrico, a ratos parece que inacabable, habrá que especular con la posibilidad de que la construcción se demore aún más de lo que ya de por sí se habría retrasado en tiempos de bonanza. Y es que, por muy optimista que uno pretenda ser, a los nuevos juzgados de El Puerto todavía les restan seis o siete delegados provinciales.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
9 de Julio de 2.009

lunes, 29 de junio de 2009

CENTENARIO DE LA ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE CÁDIZ (1.909-2.009)

De izquierda a derecha, con mi esposa, Victoria, la señora de Pepe Contreras y el afamado periodista. La foto de época, obra de Rocío Hernández, está tomada en el Baluarte de los Mártires, en Cádiz, el 27 de Junio.

jueves, 25 de junio de 2009

DEBATE COMERCIAL

Día y medio después de la elección de la nueva junta directiva de la asociación Centro Comercial Abierto, el recién creado organismo se daba de bruces con la realidad cuando los votos del equipo de gobierno aprobaban la ampliación de El Paseo, lo que permitirá al emblema portuense de las grandes superficies olvidar sus casi 21.000 metros cuadrados (tamaño otrora culmen de la modernidad, dimensión mediocre en estos tiempos) y ostentar cerca de 28.000.
En el caso que nos ocupa y en contra de otras modificaciones urbanísticas cuyos expedientes se remontan al Big Bang, no parece que existan grandes problemas para encajar la operación en el nuevo Plan General (plan contenedor de infinitos microplanes), ese documento de previsible finalización cercana a las municipales de 2.011 o cuyos efectos benéficos se intentarán vender directamente como un hito más del bicentenario.
El PP portuense ofrece así un detalle a los pequeños empresarios, los batalladores autónomos, uno de sus grandes caladeros electorales, complicándoles un poco más la vida, en la línea de una pasión megalómana-comercial a la que, ciertamente, no escapa casi ningún Consistorio, con independencia de su signo político, y que incluye cambios radicales en el discurso según se figure en la oposición o se disfrute de la aparentemente eterna satisfacción del poder.
La nueva directiva del CCA tiene ante sí un difícil reto, pues, aunque la semipeatonalización está permitiendo algunos avances, se mantienen problemas endémicos como la falta de aparcamiento o la carestía del mismo (frente a la gratuidad de los competidores), los cortes de vías y cambios de sentido de circulación continúan violando la inocencia del tráfico rodado y la calle Larga, uno de los ejes principales de la ciudad, sigue más oscura que cualquier ignoto tramo del polígono de Las Salinas.
Con todo, el principal de sus retos se cifra en conseguir la unión de un sector tremendamente atomizado y cuya apatía asociacionista ha terminado por erigirse en el más tradicional de sus rivales, al disminuir su fuerza reivindicativa ante los poderes públicos, organismos proclives a la cuantificación.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
25 de Junio de 2.009

jueves, 11 de junio de 2009

BANDERAS AZULES

Cuatro playas portuenses (Valdelagrana, Fuentebravía, La Puntilla y La Muralla) podrán ondear este verano la bandera azul, ese controvertido distintivo que no parece garantizar grandes privilegios, pero cuya ausencia (y, no digamos, retirada) acostumbra a despertar todo tipo de polémicas entre gobiernos y oposiciones, aderezadas por la irrupción de los ecologistas nativos y de alguna otra institución cívica que, previamente indignada por causas muy distintas, aprovecha la circunstancia para saldar cuentas.
La Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac) es una entidad desconocida hasta para el más informado de los ciudadanos, pero cada año, invariablemente, disfruta de su minuto de gloria, de su reinado por un día, cuando hace públicas la colocación de las susodichas banderitas, en base a unos criterios, probablemente prolijos, que el periodista, en estos tiempos tan escasamente proclives a la lírica del detallismo, tiende a sintetizar en que el litoral se halle más o menos guarro.
El caso es que cada estío alcaldes o concejales de medio ambiente (depende de las agendas y de si la gestión permite o no vender logros más trascendentales) se dirigen, ufanos, a algún punto indeterminado de un kilométrico paseo marítimo, en medio de una comitiva macilenta de redactores torrados (normalmente de prácticas, pues los veteranos de las plantillas huyen de la solanera y, al fin y al cabo, se trata de informaciones idénticas, sencillas de cubrir hasta para los plumillas más virginales) y la insignia, obedeciendo, como tantas otras, las leyes eólicas, acaba por ondear al viento; se trata de izadas funcionales, exentas de alardes sonoros, que inspiran en los concentrados un orgullo patriótico leve y difuso, de modo que después, si los representantes públicos se muestran generosos, invitan a los concentrados a un discreto refrigerio en un chiringuito cercano, derivando la tertulia en cualquier tema menos, por supuesto, el estandarte. Al final, bendecidos por la plenitud de la obligación cumplida, marcha cada uno de su corazón a sus asuntos, con el alivio subconsciente de que la bandera, al menos la bandera, entre tantas cosas vulnerables y tornadizas como se suceden en este mundo, ya está allí.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
11 de Junio de 2.009

jueves, 28 de mayo de 2009

EL PUERTO Y EUROPA


Los portuenses viven la campaña electoral al Parlamento Europeo bajo la indolencia habitual que inspiran estas convocatorias, algo acrecentada por la idiosincrasia oriunda, más proclive a opinar en el tumulto dialéctico de las barras de los bares que ante el engañoso silencio de las urnas. Las calles apenas registran la presencia de algunas banderolas timoratas que despiden la impresión de no estar muy convencidas de sí mismas y ni siquiera parece que los carteles vayan a darse un festín en los amplios solares nacidos al desamparo del PECH. Sólo el andalucista Antonio Jesús Ruiz ha producido cierta agitación con sus críticas a la lista popular (incluyendo el calificativo de tonto para uno de sus integrantes, Alejo Vidal Cuadras) en una intervención en la que no tienen poco que ver las diferencias, últimamente aceleradas, con su socio de gobierno en la Plaza del Polvorista.
Nos encontramos ante una campaña de servicios mínimos, una cita que, paradójicamente, ocupando el amplísimo espectro europeo, termina por interpretarse en la clave más estrictamente local, no ya sólo por su hipotética proyección al Congreso de los Diputados, sino por las derivaciones que cada sigla realiza de sus papeletas por municipios, intentado así aprovechar la collada para conocer las tesis de sus administrados sobre el más pedestre día a día, considerando una fiabilidad presuntamente superior a la de las encuestas.
La inmensa mayoría de los europeos no acierta a ver otras ventajas en la Unión que la monetaria (nadie sabe si el euro mejora la estabilidad económica, pero, al menos, permite no volverse loco con los cambios, como una suerte de esperanto financiero) o la fronteril, de modo que le toleren a uno encaminarse a Eurodisney o a visitar al ligue de verano sin que le registren hasta el último rincón de los higadillos y lo cierto es que las formaciones políticas son las primeras en alimentar dicho escepticismo porque, con todos los respetos que me producen personas como Mayor Oreja, las candidaturas suelen estar integradas por quienes, sufrientes de los rigores del destino, no han conseguido en su país los objetivos soñados y gozan ahora de un privilegiado purgatorio.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
28 de Mayo de 2.009

jueves, 14 de mayo de 2009

VALORES DEPORTIVOS

En estos tiempos insolidarios, de un mal entendido pragmatismo, tiempos de pelotazo moral, de especulación financiera y epistemológica, en esta época de sofistas, reconforta encontrar todavía ejemplos donde anidan conceptos como la dedicación o el sentido del esfuerzo, la obligatoriedad de cumplir, en definitiva, con esa expresión tan sencilla como profunda consistente en “tener la conciencia tranquila”, (máxima ahora tan atacada por hipotéticas resonancias religiosas, como si fueran negativas en sí mismas o como si los agnósticos o los ateos carecieran de los sentidos de la culpa o el deber).
El Racing Portuense ha terminado su temporada para alivio, en primer lugar, de los propios futbolistas y para el de quienes, durante estos meses, hemos visto deambular a los jugadores desde el vestuario a las oficinas en busca de una respuesta económica que nunca llegaba, para quienes hemos comprobado la inquietud metaforizada en la frenética actividad de los teléfonos móviles, la desazón de quienes ejercían su trabajo sin remuneración alguna y sin perspectivas medianamente claras de conseguirla, malviviendo el presente bajo el inquietante sobrevuelo del futuro y sin obtener siquiera la gratificación del marcador electrónico.
En estos tiempos en los que los sindicatos se preocupan más por el bienestar de los que ya trabajan que por el acceso al empleo de los que no lo hacen, en los que algunos comités de empresa, que representan a colectivos laborales que gozan de convenios envidiables para la mayoría de los ciudadanos, amenazan con huelgas por motivos ridículos, cuando no directamente esperpénticos, hay que valorar aún más el sacrificio de quienes, como los componentes de la plantilla del Racing, demuestran que, cuando parece no restar ya nada, queda algo: la dignidad.
Esta columna no puede concluir sin felicitar al Club de Rugby Atlético Portuense, una entidad que se ha quedado a las puertas de acceder a la máxima categoría del rugby español, y que, desde el amauterismo, ha mostrado cómo con ilusión y entrega es factible aspirar a las más altas cotas.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
14 de Mayo de 2.009

EN LA FERIA DE EL PUERTO (I)

Con colegas (y, sin embargo, amigos): Emilio Cañas, María del Carmen Benítez, Cristina Lojo y Begoña Picos, compartiendo unos minutos en la Caseta de Extremadura

EN LA FERIA DE EL PUERTO (II)

Con Javier, Victoria y Ana


Con Javier, Victoria, Ana, Carlos, Salvi y Victoria

jueves, 30 de abril de 2009

MOTOS




Los días previos a la motorada El Puerto va transmutándose, convirtiéndose en una especie de improvisado fortín, y cientos de new jerseys (ahora en tonalidades marineras, lejos del funcionarial gris asfáltico), improvisados badenes y barricadas de toda índole, más o menos retadoras o sigilosas, asoman en el consuetudinario paisaje urbano, como si los operarios municipales fuesen una resurrección de Charlton Heston (un actor muy denostado aquí por cuestiones armamentísticas, aunque Obama, el presidente políticamente correcto, admirado por Zapatero, aún no ha retirado las tropas de Irak) en la inolvidable “Cuando ruge la marabunta”.
Uno es consciente de las dificultades de armonizar el respeto a la ley con la idiosincrasia de muchos moteros y entiende, como no puede ser menos, a quienes se quejan de las molestias que originan a las puertas de sus casas, de los ruidos excesivos y la falta de civismo por costumbre, pero no puede dejar de pensar, también, que esta concentración, derrotada mediáticamente porque nadie se ha atrevido a defender desde la sociedad civil sus aspectos positivos, supone una inyección económica en la zona que sólo se empeñan en negar aquellos que no ganan un euro con la misma, de modo que, siquiera por esos beneficios, conviene que nuestros gobernantes pongan en práctica la mayor capacidad organizativa posible para que muchos portuenses no contemplen los citados días con color negro en el calendario y los moteros considerados dejen de percibir un ambiente hostil que les erige en males irremediables sobre un caballo demoníaco.
En esa línea, hay que advertir que la motorada es una concentración festiva que no aparece recogida en los programas oficiales, que parece desarrollarse bajo el paraguas de un golpe de Estado, por lo que convendría, una vez metida en cintura, institucionalizarla mediante el pregón al efecto y la entrega correspondiente, a modo de placas, de motos minúsculas a cada visitante, al igual que se actúa en San Antón con los dueños de las mascotas (una fiesta no alcanza en El Puerto dicha consideración ontológica si no llega adornada de su proclama correspondiente con el sonsonete oficial y de una proliferación plaquística que ni la de las hormigas de la película citada arriba).
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
30 de Abril de 2.009

jueves, 23 de abril de 2009

ALAS DE SUEÑO

Espera uno el Día Internacional del Libro con total naturalidad, con la empatía que proporciona el haber cumplido con esa jornada durante tantos días de tantos años y observa la profusión de noticias, la reiteración de efemérides, el escaparatismo mercantil, con la atención cómplice de quienes se dicen muchas cosas en el pálpito, aparentemente fugaz, de una mirada.
Los libros han rodeado mi discurrir y su presencia silente y, a la vez, sonora, se ha hecho, en su tránsito, tan necesaria como insustituible, de modo que, cada vez que habitaba una casa, entraba en ella prologado por mi correspondiente séquito de volúmenes, alzados a una categoría ontológica por la que eran yo mismo más que mi propio equipaje y lo intrínsecamente definitorio de su ligereza. Uno requiere sentir la cercanía de los libros con una pulsión quizá un tanto maniática, quién sabe si algo desviada de la estricta razón, pero una casa sin ellos se me antoja un agujero negro en el espacio, una desconcertante cita con el vacío, una pregunta para la que se carece de respuesta, por lo que he de sentir la constancia de las páginas cercanas, de su tendida complicidad, para que no me invada esa inquietud que asoma cuando comienzo a abrir puertas y no alcanzo a divisar libro alguno en los horizontes que cierran las paredes, ese desasosiego anímico que me inspira el enfrentamiento a habitaciones donde hay cualquier cosa menos libros.
Los libros no sólo aumentan nuestra cultura, ese concepto que algunos observan arduo y esquivo ejercicio y al que debe atenderse como una magna opción lúdica, como un arma pacífica para conocer el entorno, movernos mejor en él y experimentar disfrutes determinados, entre los que se puede reseñar cierta percepción de libertad, sino que también deben concitar un efecto terapéutico: el de hacernos mejores personas.
Lees una buena novela, un poema espléndido, una obra teatral que te hipnotiza, y el espíritu se abandona al gozo de una noble plenitud, abres un libro que te gusta, con el que te identificas y es como si leyeras el contenido de las palmas de tu mano que lo sostienen, como si el mundo te ofreciese posibilidades mayores que la de su aparente e inercial rutina.
Mira uno los libros que leía en su infancia y es como si ellos, cobrando latido propio, le hubiesen ido leyendo el trayecto que escribía ya lejos, como si esos volúmenes, de tapas vencidas, de puntas curvadas sobre sí mismas y papel amarilleado por el óxido del tiempo, se hubiesen quedado observando, desde el fondo de una casa dibujada en una plaza recoleta, el futuro que iba a escribirse y que ellos, secretamente, conocían.
Vuelve uno al hogar de la niñez, el hogar inmune a las edades y teme descorrer la cortina tras la que se amontonan aquellos volúmenes de Salgari, de Verne, de Edmundo De Amicis, porque las páginas se transforman en un espejo, las horas retroceden sobre sus pasos y te encuentras inundado por la melancolía, por esa magia de permanencia que un libro posee, magia cuyo misterio invariablemente nos derrota. Me acerco, después, hasta la librería principal y encuentro los ejemplares que poblaban mi adolescencia, mi recién iniciada juventud, aquellos en los que comenzaba a formar mis procesos de razonamiento, mis criterios particulares sobre un mundo con frecuencia tan subjetivo y así van renaciendo circunstancias determinadas, personas concretas, inquietudes que me asaltaban entonces y que tal vez siguen acosándome ahora y siento que los libros que he leído y guardado van conformando mi cronología, igual que los anillos en las cortezas de los árboles.
Sabe uno que los libros siempre están ahí, que continuará la eterna llama de su calor íntimo, piensa que nada podrá con ellos, ni siquiera el aliento electrónico que parece invadirlo todo desde su discreta asepsia, condenando al olvido sensaciones tan sugerentes como el contacto de los dedos con las hojas, la tersura del papel, la acelerada satisfacción de recorrer los lomos sucesivos en los anaqueles, intuir la esencia del contenido que se nos oculta y, a la par, se nos propone y confía uno en que los libros que más le gustan, aquellos que aspira a releer cuando disponga de espacio suficiente para el privilegio, le sigan profesando esa lealtad de amigo inquebrantable, ese afecto de amor que espera por encima de avatares y contingencias.
Por todo eso, por más razones que quizá ahora no se me alcanzan, pero que de seguro habitan en mi subconsciente con la misma perennidad con la que los libros respiran, titulo “Alas de sueño” el poema que les dedico en el mío más reciente, “Estampas familiares”: porque abrir un libro, disponiéndose al revolar de la imaginación, es, de algún modo, permitir el nacimiento de una vida nueva dentro de la que ya vivimos, vivir más veces, con más intensidad, en el espacio, siempre angosto, del tiempo.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
23 de Abril de 2.009

jueves, 16 de abril de 2009

AMARGADOS

El Puerto sería una ciudad más respirable si abundara algo menos en ella ese contingente de amargados y derrotistas que tanto placer acostumbra a experimentar en su maledicencia varia, en su consuetudinario negativismo, ausente de la más mínima autocrítica, ese contingente estéril y absurdo que no hace sino obviar el propio vacío de sus espíritus. Son los mismos que se alegran ante el hecho de que la ciudad no acoja finalmente la eliminatoria de Copa Davis entre España y Alemania, los que experimentan algún tipo de satisfacción porque el Racing Portuense, una institución cuyos futbolistas ofrecen un emocionante ejemplo de profesionalidad, pierda la categoría, los mismos que, sin preocuparse de atender a los pronósticos del Instituto Nacional de Meteorología, invariablemente pronostican lluvias cuando se acerca la Semana Santa o la Feria de Primavera, deseando que el agua empape pasos y lonas, los mismos que quieren eliminar el carnaval del calendario lúdico, una fiesta cuyo único pecado reside en que no les gusta a sus excelsas ánimas, los mismos que odian a Alberti, el portuense más importante de todos los tiempos, sencillamente por el hecho de que el talento le adornó a él más que a ellos, los mismos que reniegan de los moteros aunque no lleguen a sufrir molestia alguna, los mismos que anhelan que ningún portuense triunfe, ni en el fútbol, ni en el cante, ni en la moda, ni en cualquiera manifestación, los mismos que se esfuerzan con denuedo en denigrar a aquellos que osan atravesar la línea del éxito.
El Puerto sería una ciudad más respirable si no padeciera ese cainismo tribal, más dañino, puesto a comparar extremos, que el chovinismo, si algunos de sus habitantes no ofrendaran más atención a las vidas ajenas que a la suya propia, si muchos conciudadanos, parafraseando a Kennedy, se preguntaran qué pueden hacer ellos por El Puerto en lugar de qué puede hacer El Puerto por ellos, si tantos y tantos censados se apercibieran, de una vez, que cuando se practica la cizaña el ejercicio acaba volviéndose contra el ejercitante, de modo que difícilmente puede recibir elogios quien sólo ha acostumbrado su lengua al vituperio.
El Puerto sería una ciudad más respirable, en definitiva, si se liberara de unos cuantos petardos integrales.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
16 de Abril de 2.009

jueves, 2 de abril de 2009

PUERTOSÍA I

La Fundación Rafael Alberti acogerá mañana la presentación de “Poesía capital. Antología del Madrid contemporáneo” (Sial Ediciones), un libro que incluye a veintiocho poetas jóvenes que comparten un territorio urbano, el de la capital de España, aunque sus procedencias geográficas puedan ser muy diversas. Terminados los seminarios “Poesía última”, que Basilio Rodríguez Cañada ha dirigido durante los diez años en que los acogió la Fundación, bajo el patrocinio de ésta, el citado editor ha querido propiciar que quienes, desde múltiples enclaves, hicieron de El Puerto de Santa María una cita ineludible, literaria y personal, en aquellas jornadas entrañables, dispongan de una grata excusa para volver a reunirse, hablando de sus obras y de sí mismos, enmarcados por esta luz, vibrante y como recién nacida, de nuestra primavera portuense, esta luz que impregna, definitivamente, la mirada, cincelándose, dulce, en el alma.
Los amantes de la cultura pueden incluir esta convocatoria en su agenda, así como la que se producirá en la noche del sábado en el cercano Pub Milord, donde tendrá lugar una gran velada poética en la que se desgranarán composiciones recogidas en el volumen y en la que no faltarán inteligentes improvisaciones y seguro que gratas sorpresas.
Me cuenta Basilio Rodríguez la gratísima imagen que de El Puerto guardan quienes, tan breve pero intensamente, han formado parte de él en estos años frescos, vívidos, en la memoria y cómo sus fueros internos se negaban a no volver a reunirse en esta tierra que, según mi experiencia profesional me ha ido mostrando, secuestra los afectos de todo el que se acerca. Los congregados en torno a la presentación de la antología, una obra tan abierta como la propia esencia de la literatura, son también embajadores de nuestras virtudes y quienes tanto disfrutamos de la plática de los versos no podemos sino felicitarnos de esta suerte de publicistas, animando la labor de personas y entidades que, en El Puerto de Santa María, en Madrid, o donde quiera que se encuentren, tanto hacen por el noble arte de la palabra.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
2 de Abril de 2.009

jueves, 19 de marzo de 2009

LA BUENA EDUCACIÓN

La mejora de la educación es una de las grandes asignaturas pendientes de nuestra sociedad y su logro no resulta, a mi entender, tan complicado como desde muchas instancias suele presentarse: por encima de las ratios, los ordenadores en serie o el bilingüismo se puede empezar por algo tan natural y económico como la consideración de la disciplina y el esfuerzo. Un día, a algún imbécil se le ocurrió que la autoridad era una cosa de derechas, proveniente del rancio franquismo, como si tras la figura del profesor se escondiera una especie de militar golpista, por lo que había que permitir que los alumnos vagos (otro de los grandes lastres de este sector es la proliferación del eufemismo, pero a mí ya me coge con cierta edad cursada, ustedes me disculparán) pudiesen molestar a su antojo a los aplicados, no fuese a ocurrir que el subconsciente de los holgazanes sufriera en exceso. En la misma línea, esta suerte de triunfantes leguleyos de la pedagogía tuvieron a bien defender que los alumnos que sufren acoso escolar han de sobrellevar la cruz con cierta paciencia, en aras a evitar la discriminación de quienes se dedican a molestar, criaturas propicias al daño sicológico irreversible. A otra mente preclara se le encendió también la luz: como quiera que los alumnos suspendían muchas asignaturas lo obvio no residía en obligarles a estudiar más, sino en rebajar el nivel y aplicar las teorías del buenismo a la hora de decidir sobre el pase de curso (ha tenido que intervenir hasta el Supremo).
Otra de las sencillas medidas que conviene poner en práctica, además del retorno de las competencias al gobierno central (lo que impedirá seguir avanzando en el secesionismo por algunos pagos y en el empleo de la lengua como ardid xenófobo) es el adelanto del inicio del curso, tal y como ha propuesto la consejera del ramo, Teresa Jiménez, a quien desde aquí envío mi aplauso más entusiástico por haber tenido el valor de abordar semejante tabú: naturalmente, se encontró con la vergonzosa negativa de los sindicatos, dispuestos, como se sabe, a elevar la calidad de la enseñanza… siempre y cuando, claro está, eso no comporte una mayor carga de trabajo (tener que doblarla, en lenguaje popular).
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
19 de Marzo de 2.009

jueves, 5 de marzo de 2009

MUERTE DE UN MENDIGO

Hace unos días, el cuerpo sin vida de una persona era encontrado en el Parque Calderón, en el interior de una caseta de mampostería. El hombre se había despedido de este mundo en la más estricta intimidad, es decir, absolutamente solo y llevaba muerto varias jornadas. Algunos viandantes que coincidían con él (coincidir suele ser una forma de no conocer) aseguran que llevaba tiempo enfermo y que acostumbraba a pedir limosna en la puerta de entrada de la iglesia del Espíritu Santo.
Poco después, cerca del lugar en el que esta persona expiró, a los 48 años, una edad en la que otros ciudadanos empiezan a someterse a liftings y hacen cálculos sobre una cómoda prejubilación, se desarrollaba un encuentro carnavalesco caracterizado por la gratuidad de productos como el pollo frito, las tortillas de camarones o las patatas aliñadas, una cita lúdica que, seguramente, en las tristes circunstancias que le rodeaban, le habría venido muy bien a G. G. C. (hay personas cuya existencia en la historia parece reducirse a tres letras, lejos de esa hospitalidad papirológica que a otras les brindan las enciclopedias). Una semana más tarde, incluso encima de la tierra donde los ojos de aquel mendigo se habían detenido por última vez en el fluir de las aguas del Guadalete, una nutrida aglomeración reía y cantaba de nuevo bajo disfraces que ocultaban su identidad (el protagonista de esta columna no se ocultaba con disfraz alguno, pero de poco le valía, porque casi nadie parecía identificarle).
Nuestro discurrir se sucede de una forma tan apresurada, vertiginosa a veces en su propia monotonía, que no acertamos a reparar en esas tragedias, solapadas o silenciosas, que laten a nuestro alrededor, donde también hay seres que sufren, aunque oficialmente no haya declarada una guerra ni pertenezcamos a lo que se denomina Tercer Mundo, esa vergüenza para el primero y el segundo. Me acerco al lugar donde G. G. C., apodado al parecer Yiyi, dijo adiós sin testigos a las pequeñas barcas y son numerosas las reflexiones que me asaltan y culpabilizan, haciéndome sentir innoble por tanto como nos quejamos por problemas triviales quienes no vemos las estrellas bajo el techo de una caseta de mampostería.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
5 de Marzo de 2.009

jueves, 19 de febrero de 2009

LUIS

La junta directiva de Afanas ha acordado que la nueva residencia que se va a construir en El Juncal lleve el nombre de Luis Benvenutty. Tras varios intentos rotuladores en instalaciones precedentes, frustrados de continuo por las reticencias de quien durante muchos años fuera gerente de la entidad, la junta acordó denominar así las dependencias sin atender a las nuevas negativas nacidas de la humildad de la persona que más ha hecho por la institución. En este mundo tan dado al protagonismo, más de una vez injustificado, a las poses y a las falsas modestias, cuando no directamente a lo histriónico, la actitud de quienes, como Luis Benvenutty, desarrollan con eficacia su labor desde un segundo plano mediático, debe aún ser más aplaudida.
Luis se merece no ya sólo ese gesto, que se materializará el próximo año, cuando se inaugure la dotación, sino un reconocimiento municipal desde el que se deje constancia de la magnitud y eficacia de su esfuerzo, del carácter emprendedor que le define, carácter que, junto al apoyo de quienes forman Afanas, ha permitido avanzar en el objetivo propuesto: la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias.
El trabajo de Luis y de quienes son como él resulta imprescindible para muchos conciudadanos que dependen de los demás, en una sociedad que con frecuencia opta por mirar para otro lado y que todavía debe seguir avanzando legislativamente en pro de quienes tanto merecen ese concepto que viene en llamarse discriminación positiva.
Podría recordar algunas anécdotas comunes en estos casi veinte años desde que le conozco, anécdotas que revelan su generosidad o la brillantez de su sentido del humor, bajo el que más de una vez hemos diseccionado distintos aspectos de la realidad, pero quizá una frase resuma el espíritu de lo que en esta columna he querido transmitir: personas como Luis Benvenutty hacen que este mundo sea mejor.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
19 de Febrero de 2.009

miércoles, 11 de febrero de 2009

PRESENTACIÓN DE "ESTAMPAS FAMILIARES" EN VILLANUEVA DE LA SERENA (CASA DE LA CULTURA, 26 DE DICIEMBRE DE 2.008)

Con Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva de la Serena (en el centro) y Francisco Carrasco, Director del Departamento de Actividades Culturales de EH Editores (d)

jueves, 5 de febrero de 2009

CRISIS

Mira uno las cifras macroeconómicas, que, en España, viene a ser igual que mirar las cifras de parados y camina entre la reflexión agitada y el directo espanto. 9.500 desempleados en su entorno más inmediato, el de El Puerto de Santa María, donde quienes se acercan a las modernas dependencias del SAE (antiguo INEM) comprueban, al borde del silencio milenario de los pinos, que los nombres cambian, pero los problemas persisten, que las competencias se traspasan, pero no se notan ni se mueven, 150.000 en una provincia que parece castigada por una maldición bíblica, cerca de tres millones y medio en un país en el que, hasta hace poco, sus máximos responsables políticos, haciendo gala de desfachatez, o de ignorancia, elucubraban sobre el pleno empleo, algo que no han conseguido aún naciones mucho más poderosas que la nuestra y debatían en torno a nuestra inclusión en el G-8, ese club privilegiado que quizá libere de esclavismos como buscar una foto con Al Gore.
El paro forma parte de nuestra herencia genética, de nuestro ADN social, como un elemento vertebrador y definitorio y de escaso consuelo sirve a quienes no les salen los números que nuestros bancos, esos dioses civiles, se hayan mostrado más hercúleos que los del entorno (algo debe andar verdaderamente mal cuando hasta algunas entidades crediticias quiebran, contraviniendo atávicas leyes naturales por las que dichas instituciones siempre acaban ganando dinero, beneficiadas de una suerte de ley inercial).
Los ciudadanos asisten atónitos a una situación de la que nadie parece sentirse culpable, sometidos a unos “ciclos” que los economistas siempre preveían pero que no advierten hasta que acontecen finalmente y, al cabo, terminan por no saber en quién confiar, si en el puro azar, en el esfuerzo de cada uno, en el enchufe privilegiado de turno, en esa indeterminada aglomeración que late bajo el epígrafe “sociedad civil” o en el presidente Obama, el nuevo mandatario de Estados Unidos, esa nación que se siente como tal donde los de izquierdas son de derechas.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
5 de Febrero de 2.008

martes, 3 de febrero de 2009

PRESENTACIÓN DE "ESTAMPAS FAMILIARES" (EH EDITORES) EN LA ESCUELA PROFESIONAL DE HOSTELERÍA DE JEREZ (MARTES, 25 DE NOVIEMBRE DE 2.008)

Marco Antonio Velo, del Departamento de Comunicación de EH, fue el encargado de mi presentación
Detalle de la mesa

Tomando la palabra tras las amables de M. A. Velo


Bodegas Paternina me acompañó aquella noche con sus buenos caldos



Detalle de la asistencia a la presentación de "Estampas familiares"
Agradezco a Marco Antonio Velo sus comentarios sobre mi libro

Posando con Marco Antonio Velo, responsable de mi presentación



Firmando ejemplares
Con Victoria, Ana y Javier, estampas imprescindibles

Saludando a una lectora


Un momento de las dedicatorias de "Estampas Familiares"
Firmando ejemplares en la sede de la Escuela de Hostelería

Con Juan Franco, tan lector como amigo

viernes, 23 de enero de 2009

FITUR

La Feria Internacional de Turismo, Fitur, que la próxima semana se desarrolla en Madrid, es uno de esos eventos cíclicos que, en su carácter de tal, plantea irreversibles reflexiones (se cumplen fitures al igual que años, primaveras o lunas, al igual que declaraciones de la renta, se cumplen incluso sin que uno se aperciba, con ese silencio que tiende a apostarse en las inercias). Fitur (hay quien la llama Fritur, por aquello de la gastronomía rebozada en aceite y quien la denomina Ficur, por esas facilidades que la debilidad de la carne encuentra en la discreción de la noche y los anonimatos planetarios de la gran urbe) es algo así como el Carrefour la tarde de Nochebuena, una de esas localizaciones donde acabas encontrando gente que, de otro modo, morirías sin ver, de forma que, en el frenético deambular por los pasillos de los ejecutivos ortodoxos, de los variados exotismos, te asaltan repentinas conclusiones existencialistas, demoledores vaivenes del pesimismo al júbilo.
Los políticos, cuando tiritan de frío en la oposición, acostumbran a criticar los gastos que supone acudir a este necesario certamen de vanidades pero, posteriormente, si las decisiones ciudadanas, o los acuerdos partidarios, les otorgan la gracia de situarles en el poder, no dudan en acudir con renovados bríos, aferrados a la poltrona con el mismo ímpetu que al stand, deseando acaparar metros cuadrados con una pasión de conquistador administrativo.
Yo, que soy uno de esos raros especímenes que algunos años ha declinado ir a Fitur (algo tan infrecuente en España como declinar ser ministro o presidente del Real Madrid) y que cuento con una cierta experiencia parqueferialesca (mi primera expedición data de 1.991, cuando todavía restaban espacios libres) he podido comprobar que Fitur constituye una metáfora del coche oficial (si no mandas, te apean de él) y que el Parque Juan Carlos I se erige como inmenso Google, en el que si no estás, no eres. Nadie resulta neutral ante Fitur, evento sobre el que todos se pronuncian, sobre el que se opina, con o sin conocimiento. Ya lo dijo Andreotti: Fitur desgasta, sobre todo al que no va.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
22 de Enero de 2.009

sábado, 10 de enero de 2009

LA NAVIDAD ES LA NAVIDAD

La Navidad es la Navidad, un tiempo en el que la Iglesia Católica conmemora el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, enviado para salvar a los hombres: todo lo demás será otras cosas, pero no Navidad. Lo digo, por ejemplo, en relación a promos televisivas progreguays que quieren inventar una especie de Navidad laica, concepto absurdo donde los haya y que no hace sino ridiculizar a quienes pretenden instaurarlo, muy molestos (pese a la tolerancia que se autoatribuyen a diario) con el hecho de que haya personas, mire usted por dónde, que se consideran cristianas, una creencia por la que hay gente que ha dejado sus piernas, sus brazos, o, directamente, sus vidas, en remotos poblados de África, mientras que nos resta por saber si los hipotéticos solidarios oficiales que aquí, en una parte del mundo bastante más confortable, nos encontramos con frecuencia, se dignan a ofrendar un cómplice “buenos días” a su vecino.
Cada cual es libre de tener fe o de no tenerla, pero se echa en falta cierta coherencia ética y estética, por la cual no encarnen a los Reyes Magos quienes, en privado, presumen de agnosticismo o ateísmo, porque los Reyes Magos son una figura teológica, no los contratados temporales de alguna multinacional juguetera que sirven para distraer la tarde montado en una carroza o para alimentar vanidades. También sería de agradecer, ya por una concesión al buen gusto, la eliminación de tantas felicitaciones ambiguas, porque o se felicita la Navidad, o el nuevo año, o ambas cosas a la vez, pero hay quienes pretenden que sus postales naden entre dos aguas, para no molestar a los hipotéticos recipiendarios de una y otra condición, de modo que al final te encuentras con engrendros seudomitológicos o diseños forzados hasta el extremo y ya no sabes si estás viendo el portal de Belén o una boca de metro, la Estrella de Oriente o una traca valenciana. En la misma línea y para respetarse a sí mismos, quienes tanto denostan las prácticas católicas pueden ir a trabajar, entre otras jornadas, el jueves y viernes santo, el día de Navidad, o el de la patrona aquí en El Puerto y dejarse de encadenar puentes con una precisión ingenieril superior a la de Norman Foster.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
8 de Enero de 2.009