sábado, 17 de diciembre de 2011

PRESENTACIÓN DE "DENSIDAD DEL LABIO" EN LA FUNDACIÓN ALBERTI

El jueves 15 de Diciembre, horas antes de que se cumpliera el 109 aniversario de la llegada al mundo de Rafael Alberti, tuve la satisfacción de presentar en su Fundación "Densidad del labio", mi tercer libro de poesía. En la izquierda de la fotografía el teniente alcalde de Cultura, Millán Alegre y, a la derecha, el editor Basilio Rodríguez Cañada.
La instantánea, espléndida, como siempre, es de Fito Carreto.


domingo, 11 de diciembre de 2011

NAVIDAD Y CRISIS

La prima de riesgo, ese familiar que acompaña al común de los mortales (en la sangre azul viene aderezada por un yerno), sigue abaratando, cuando no impidiendo, los almuerzos y cenas de las empresas que sobreviven, y reduciendo el séquito de los Reyes Magos, que se aferran a la Biblia para no ser definitivamente sustituidos por Papá Noel, figura que, puestos a recortar, solo es una y de buena disposición.

La crisis, ese concepto metaforizado en los pantalones de Angela Merkel, tiene también sus ventajas, aunque, obviamente, resulten bastante menores que los beneficios. Por ejemplo, subrayará en los espíritus la importancia de lo que viene en llamarse pequeñas cosas, pero que en realidad son grandes, como la de dedicar más tiempo a la familia en lugar de fomentar un consumismo a veces absurdo, basado en comparar qué cuñado se luce con los regalos más gravosos.

La disminución de comidas con los compañeros del trabajo, consecuencia de los IVAS crecientes y las facturaciones menguantes, evitará a quienes lo prefieran el mal trago de pasar unas horas anexo al higadillo de algún trepa, o, lo que es peor, teniendo que ingeniar coartadas escapatorias cada vez más sumarialmente endebles. El tijeretazo en el contingente de caramelos que los Reyes expiden a su paso por unas calles iluminadas solo hasta el voltaje políticamente correcto aminorará esas escenas ridículas de padres que esgrimen a empujones sus paraguas presos de una codicia tan amarga como impropia, así como los cuadros esperpénticos de quienes los devuelven con perversa intención.

En los tiempos de bonanza, los ciudadanos se topaban con la Navidad al regresar a sus casas tras ofrendar unas flores a sus seres queridos; en las épocas de planes especiales de salvación del euro, cuando hasta los rescatadores han de ser rescatados, ni siquiera el cumpleaños de la Constitución del 78, uno de los documentos más importantes de la historia reciente de España, consigue que algunas guirnaldas asomen entre naranjos y palmeras.

Toda vez que no se puede mirar mucho al bolsillo convendría aprovechar la coyuntura para atender a los ojos de los demás.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

11 de Diciembre de 2011

domingo, 27 de noviembre de 2011

EN EL MUNDO DE SERNY

Contemplar la pintura de Ricardo Summers e Isern, Serny, gracias a la exposición que la Academia de Bellas Artes organiza en el Centro Cultural Alfonso X, mientras la lluvia extiende su manto en la mañana de sábado, resulta una grata experiencia: las calles desdibujan sus perfiles bajo el imperio gris en que las horas se resuelven, el exterior se sumerge en un blanco y negro que guarda algo de melancolía cinematográfica, pero yo estoy guarnecido en el color del artista, en la alegría desinhibida de su carnaval, en la comodidad urbana y burguesa de un matrimonio o de una niña, en el magnetismo que desprende una mirada o un avallador desnudo de mujer.




Gracias a la labor de instituciones como la Academia Santa Cecilia, podemos recuperar para la retina la obra de grandes pintores portuenses. Hace unos meses era Ochoa quien nos deslumbraba descifrando la vida en trazos, y ahora lo hace Serny, cuyos ojos nacieron a la luz en El Puerto, de donde partió con solo tres años, pero a cuyo vientre se sintió siempre unido, con esa fidelidad que los espíritus sensibles tienen para con sus orígenes, por mucho que los vaivenes de la vida les alejen geográficamente de ellos.




Entre sus muchas facetas, siempre relacionadas con el dibujo, Serny fue un gran ilustrador editorial. En mis paseos por la muestra, me he detenido con gozo en el modo con que ensalzaba cuentos o revistas, en esa consagración artística que antes se ofrendaba a publicaciones que, con el paso de las décadas, se han ido despersonalizando en una mal entendida industrialización.




Cuando abandono la sala, que he visitado en la compañía silente y abstraída de quienes también se asilaron en el mundo de Serny, y emprendo el camino a la Plaza de los Jazmines por una calle Larga que los ciudadanos han entregado a la lluvia, por mi mente aún transitan sus retratos femeninos, a medias entre la realidad y el sueño, sus intensos cromatismos, y me creo caminar imbuido de esa felicidad vivaracha de españoles que no podían imaginar que, muy poco después, su país se sumergiría durante décadas en un gris mucho menos natural e inocente que el de una mañana de sábado.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
27 de Noviembre de 2011

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL ALMA Y EL PAISAJE

Padre, ahora que habitas esa región donde las sombras son blancas, ese espacio invulnerable al tiempo, a la herida de los días, a todo mal, siento que tu mirada me observa con el calor de una mano cómplice, y que, de algún modo, paseas conmigo, sin que yo pueda verte ni tocarte, por entre las calles palaciegas, por los caminos lindantes con el río, por las playas donde tus pies dibujan huellas de invisible espuma.


Los paisajes son siempre un latido del corazón. Uno mira al horizonte y, quizá sin darse cuenta, está viendo algo más que un juego de tonalidades sobre una línea difusa, perdida en la lejanía: por encima de las formas más o menos caprichosas de las nubes, libres en sus caminos, por sobre los matices con que la luz se viste, el infinito es el color de los ojos de otras personas, un color que se adueña de nuestra pupila, tan dulcemente, que creemos ser nosotros quienes seguimos contemplando.


Ahora, padre, que caminas firme por esa tierra inescrutable, mientras el aire se acuna, enamorado, en ti, somos los tuyos quienes quisiéramos retroceder en los años, volver a aquellas mañanas colegiales, a las tardes extensas de la infancia, regresar a la tertulia nocturna, a las fiestas de los martes, la única jornada de tu descanso hostelero, ese día que para tantos era un tránsito en el calendario y que en casa se adornaba de inusitada significación.


Las matemáticas formulan que una ausencia es igual a un recuerdo y a muchas preguntas. Tú entenderás que busquemos, torpemente, en las palabras, ya que sólo conseguimos intuirte, adivinarte, mirar al cielo en pos de una señal. Y entenderás nuestro dolor, puñal que nos torna más humanos. Tú entenderás que tantas cosas que antes te decían son las mismas que ya claman por el destino de tu nombre, entenderás lo difícil que se hace esta columna, donde las líneas se antojan muy estrechas para el sentimiento y uno sufre, más que nunca, ese abismo entre lo que expresan los caracteres y lo que grita la sangre.


Entenderás que aquí quedamos en la orfandad irremediable, cautivos de un pasado que no nos pertenece, perdidos en un presente ajeno, versos que ya nunca pueden componer un poema.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

13 de Noviembre de 2011

domingo, 16 de octubre de 2011

DEL GRILLETE A LAS TAPAS

Los mismos muros del Palacio de Araníbar que escucharon el jueves la promoción en virtud de la cual se puede disfrutar de una tapa con una cerveza o una copa de vino por 2 euros y 70 céntimos son los que, durante muchos años, oyeron sentencias razonables o disparatadas, albergaron juicios necesarios o prescindibles. Los mismos muros en los que un delincuente se colaba con sus grilletes en alguna esquina de la fotografía mediante la que alguien inmortalizaba a unos recién casados acogen ahora toda una muestra de libertad con ese dominio del tiempo del que disponen los turistas.


Una de las cosas que, casi imperceptiblemente, nos envejece a los seres humanos es la demolición de edificios que formaron parte de nuestras vidas o su cambio de uso.


Los afanes de muchos toneleros y oficinistas de bodegas han quedado sepultados por el vacío de los cascos huecos o por canónicas torres de pisos. Cuando los funcionarios municipales abandonen, una década de estas, el inmueble de la Plaza del Polvorista para trasladarse al de la Plaza Peral, el acarreo desde la majestuosidad marrón al blanco amerengado les hará más viejos, sin que nada pueda contra ello su convenio colectivo, y me ensolerará a mí también, tantas vueltas por los pasillos y tantas cosas vistas por mis ojos y por mis oídos recepcionadas.


Tras dos décadas recorriendo numerosos espacios ciudadanos, de cuando en cuando me asalta alguna melancolía que sale al camino. Así, por ejemplo, la que fuera sede de las concejalías de educación y cultura, en la calle Federico Rubio, una casa humilde, lejana de la orgullosa prestancia con la que se levanta San Luis Gonzaga, me retrotrae en los años y su imagen se me empareja, no sé por qué, con el poblado bigote que el ya exconcejal Juan Gómez lucía por entonces delante de las grabadoras y de periodistas que, conforme a una ley de la profesión, hemos ganado en experiencia a la par que en escepticismo.


Y es que los seres humanos somos también las fincas que se deshacen en polvo, que acaban etéreas como los sudores y los sueños de quienes un día las erigieron, probablemente, con esa ingenuidad que a veces nos adorna, creyéndolas eternas.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

16 de Octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

CAMBIO DE AGENDA


Las agendas telefónicas constituyen un registro peculiar de nuestra existencia y de la ajena y la oportunidad de sus actualizaciones suscita no pocos razonamientos, a veces encontrados.


La profesión periodística es una de las más proclives a la renovación de la agenda: nada más antiprofesional que un listín pretérito, superado por la inercia de los hechos, en el que las responsabilidades laborales no se corresponden ya con los nombres.


De entre la fuente inagotable de sensaciones que produce el visionado de una agenda se incluyen la sorpresa (personas que cambian de cargo público, de partido político o de profesión), la tristeza (por aquellos que fallecen, despidiéndose irremisiblemente de las hojas), la anécdota (dirigentes vecinales que se marchan hastiados o que varían, incluso, su lugar de residencia) o el estupor (cuando la memoria pierde cualquier noción de la identidad de alguien y uno teme haber sido asaltado por alguna enfermedad terrible).


El proceso de decisión por el que unas personas se salvan de las llamas del olvido, mientras otras se condenan al desdén registral, resulta especialmente significativo en la agenda de un periodista, pues de una falta de inclusión en el nuevo listado debiera deducirse que el preterido ya no es nadie públicamente.


Por el contrario, las nuevas entradas demuestran el ámbito universal de la profesión, que puede abarcar desde propietarios de embarcaciones cuyos siniestros las convierten en carne de rotonda hasta conductores de helicópteros que salvan milagrosamente la vida en un aterrizaje forzoso en una calle cualquiera en una tarde canónica de domingo.


Por la misma razón que cada cual es cada cual y sus circunstancias el periodista es él y su agenda, ese instrumento que debe recorrerse con cuidado, pues un repaso raudo levanta un turbión de emociones quizá inconvenientes para el espíritu.


Al igual que dicen que en los últimos momentos de la vida asoma la trayectoria de uno en un resumen digno del realizador más encomiable, el simple hojeo de una agenda acaba depositándonos ante el número de nosotros mismos. Lo peor es que comunique.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

2 de Octubre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

EL ORO DE VUELTA

Cuando la crisis pase (si es que alguna vez desaparece del todo, volviendo el reino del alegre gasto público) uno de los emblemas de este tiempo de penurias serán esos rótulos chirriantes en los que alguien, cuya identidad nunca se sabe muy bien, se ofrece, con una disposición aparentemente cortés tras la que late un oportunismo cuando menos antiestético, a comprarnos nuestro oro.


Las tiendas que adquieren el oro se han convertido en una especie de silente confesionario civil en el que hacer acto de contrición o pretéritos excesos o lamentar, tan solo, que la mala fortuna, esa versión azarosa de la injusticia, reproche la mínima concesión que, un día, se hizo al lujo, quizá buscando inspirar una sonrisa que engañase al dolor de una desgracia.


Vender el oro es, a veces, vender la memoria (la del esfuerzo de un abuelo, la de la felicidad de un enamoramiento, la de una fecha que no quiso ser otra fecha como tantas) pero el presente es el tiempo que siempre se impone y sus requerimientos se ensañan con el estandarte de la riqueza.


La crisis, ese concepto que un día nos sorprendió y con el que ya se convive con una naturalidad respiratoria, nació, al parecer, de unas hipotecas norteamericanas y se mantiene avivada por la acción de los mercados, esos agentes económicos ocultos en la rada del anonimato. En su camino, nos permite conocer a nuestros verdaderos amigos (si se mira bien, dicha claridad constituye uno de los más saludables efectos de la recesión) y hasta nos cambia un artículo de la Constitución del 78, un texto tan criticado como fundamental para este país cuyas bondades se glosarán dentro de poco más de siglo y medio si algún banquero patrocinador lo tiene a bien.


Tal vez quienes se acerquen estos días a proponer su oro se consuelen pensando que ni la propia Carta Magna, labrada en el compás de un inmenso sueño colectivo, ha sobrevivido incólume a la crisis, huracán de vientos infinitos que en El Puerto de Santa María tiene ahora metáfora oriunda con la figura del vapor lastrada en el fondo del océano, a la espera de una caritativa rotonda desde la que navegar en las aguas de la ilusión.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
18 de Septiembre de 2010

domingo, 4 de septiembre de 2011

EL ESPÍRITU DEL VAPORCITO

El hundimiento del Adriano III, conocido popularmente como el vaporcito, tras chocar contra el muelle de Cádiz, ha recibido como respuesta un amplio sentir popular para que la motonave vuelva a navegar en la Bahía, sentir recogido de inmediato por la clase política con un variado ímpetu tanto institucional como partidario que para sí quisieran otras cuitas.


La consternación producida por el siniestro resulta plausible, aunque llamativa si se tiene en cuenta el escaso nivel de utilización del barco por parte de unos ciudadanos que, masivamente, lamentan ahora su pérdida.


El hermoso pasodoble de Paco Alba o la pertinaz cartelería turística han hecho más por la difusión del vapor que la preferencia locomotora actual de los residentes en la Bahía, pero, en cualquier caso, y de entre tantas reflexiones como derivan de lo acaecido, prefiero quedarme como la que se me antoja como el espíritu del vaporcito: un sentimiento comprometido para con uno de los iconos de El Puerto de Santa María, una inquietud vertida en las redes sociales y en multitud de conversaciones particulares en homenaje a un navío que luchaba contra el tiempo, asentado en el corazón de quienes, aunque optaran por el transporte terrestre o el catamarán, le sabían entre las olas.


Apagada de momento la sirena del vapor bajo las aguas, asomarse al Guadalete desde el puente de San Alejandro, por ejemplo, supone contemplar al río como huérfano, prólogo triste de un Atlántico enviudado que espera la pronta resurrección de una estampa tan clásica como su propio azul.


El Puerto necesita que sus habitantes interioricen el espíritu mostrado a raíz de este accidente, que cuiden, valoren y difundan las numerosas bondades de la ciudad, ofreciendo una actitud constructiva que mejore sus carencias.


El principal picudo rojo que nos asola no es, con resultar tan dañino, el que ha destruido la figura que infinidad de palmeras esbozaban en nuestras calles: el principal picudo rojo, ese que devasta en una labor aún más silente que la del escarabajo asiático, es el de la indiferencia. El mejor remedio contra ese insecto anímico reside en el espíritu del vaporcito.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

4 de Septiembre de 2011

domingo, 21 de agosto de 2011

EL PICUDO COTIDIANO



Un picudo rojo sobre una palmera



El picudo rojo ha sembrado su lotería macabra en diversas zonas de El Puerto, algunas tan identificadas por las palmeras como el Parque Calderón, la avenida Micaela Aramburu o la calle Aurora. La deslocalización ha traído a este escarabajo desde el sureste asiático y parte de nuestro paisaje se va despoblando de claridades.


Las palmeras descoronadas, sin hojas, suponen la amputación de un sueño, un absurdo frente al cielo, una línea quebrada con el tiempo.


Ves los troncos interrumpidos, como deseos que se detienen, y recuerdas el hachazo invisible y homicida que escribía Miguel Hernández en su elegía inmortal.


La avenida Micaela Aramburu, sin algunas de sus palmeras, pierde su lirismo y asoma como una calle administrativa, contingente, una calle como tantas, por la que circulan vehículos y pasean viandantes transmutados en agentes censales, cumpliendo una inercia ya desnuda de poesía.


La palmera es un árbol con ansia de eternidad, una especie que se crece con la historia, pero eso lo desconoce el féróstico picudo, esa metáfora del mal, ensimismado en una destrucción edificada en la constancia y el silencio que adornan a los depredadores más eficaces.


Las palmeras sucumben en su pugna frente al picudo rojo, que siembra cadáveres con astucia de especulador financiero. Otros organismos han luchado y luchan contra las infinitas metamorfosis de este políticamente incorrecto ser; así, la economía intenta sobreponerse a su gran picudo, la prima de riesgo, y el hombre a la manifestación más inmisericorde de esta larva: la conciencia.


El presente no deja de ser una batalla contra picudos de todos los colores (la muerte es el gran picudo de la vida). Muchos lo sabemos, pero no por ello deja de apenarnos la candidez con la que las palmeras expiran al paso de un coleóptero más destructor que el devenir de unos años a los que estas plantas habían tomado la medida.


El que un gorgojo sea capaz de cambiar la fisonomía de nuestras calles, calles a las que a veces, más que las propias viviendas, definen las palmeras, nos deposita ante el espejo de nuestra propia vulnerabilidad.


Francisco Lambea


Diario de Cádiz


21 de Agosto de 2011

domingo, 7 de agosto de 2011

ANÁLISIS MARCIANO

Imagen de la exposición que compara los tamaños de ambos planetas.




Un paseo por la interesante exposición de La Caixa "Marte - Tierra, una anatomía comparada", que el Centro Cultural Alfonso X el Sabio acoge hasta el día 25, me ha suscitado algunos sobresaltos intelectuales.



Uno de ellos es la propensión que el género humano manifiesta por la conquista, entendiendo como tal el simple hecho de aposentar los juanetes sobre cualquier territorio antes no hollado. Dicho acomodamiento supone, de manera automática, un cierto desprecio por ese suelo ya no virgen, como demuestra el aire de superioridad colonial que se ofrenda a la presencia de la Luna, astro por el que ya sólo manifiestan cariño los poetas.



El gran enigma de Marte reside en que, desde que Galileo le echara el ojo, no existe constancia de que homínido alguno haya encajado allí los colores de una bandera, de que un semejante fijara una pica sobre esa retadora superficie de polvo rojizo, profiriendo saltitos sobre los cráteres al igual que Neil Armstrong, preso de una orgásmica conga selenita.



No deja de resultar ofensiva la obsesión de la especie por emprender viajes espaciales cuando cientos de millones de humanos terrestres anhelan que su mayor problema alimenticio se ciña al colesterol. Gran parte de la sociedad obesa especula sobre las hipotéticas protuberancias de los marcianos mientras muchos de sus escuálidos convecinos únicamente aspiran a coronar la proeza de mantenerse en pie sobre el planeta en el que nacieron.



La exposición de La Caixa me ha llevado a pensar cuán mezquinas resultan tantas actitudes de las que sostienen aquí, en una minúscula porción de ese Plan General infinito que es el Universo, en el que nuestro mundo se alza como inefable desarrollo sin planeamiento. Y, también, cuán necesario resulta ocuparse de las cosas verdaderamente importantes, logros como que ninguna persona muera de hambre o a consecuencia de una enfermedad para la que existe cura, actos de estricta justicia que empezarían a conseguirse, por ejemplo, si los hombres priorizaran el ordenamiento de su casa sobre la vanidad cósmica de las excursiones siderales.



Francisco Lambea


Diario de Cádiz


7 de Agosto de 2011

domingo, 17 de julio de 2011

EL MAR Y LOS MERCADOS

Ahítos de la especulación de los inversores, esos seres misteriosos que uno siempre imagina con infinitos teléfonos colgando de múltiples orejas, con un solo dedo que teclea en la red para enloquecer a sesudos ministros de finanzas, exhaustos de atender la evolución de la prima de riesgo, concepto mediático ya tan familiar como hace años absolutamente desconocido, muchos ciudadanos se encaminan a las playas en pos de refugio de una Europa acosada.


La misma Grecia donde harapientos filósofos hablaron hace miles de años de libertades que a duras penas consagraron las constituciones tantas guerras más tarde es el país cuyos números se desangran en tortuosa agonía, de modo que el litoral portuense se puebla de bañistas que, confusos ante el caos, han decidido que la única garantía que inspira Occidente se resume en la placidez que un baño salado termina por suscitar en las vísceras.


Mientras los tecnócratas reflexionan sobre la teología salvífica atribuida al euro, ese concepto que parecía eterno, y las deudas nacionales se extienden como una especie de peste medieval, el sentido común parece sugerir un refinado tueste de la epidermis al sol de la Puntilla y un brindis con sangría que ponga los estómagos a salvo de cualquier rescate.


A la par que el sol torna sus colores en el horizonte, pincel del cuadro infinito de las aguas, una mente extendida bajo una sombrilla puede preguntarse por la solidez de un país en el que los ciudadanos se empobrecen y un Estado que teme la quiebra se siente obligado a prestar un dinero que se supone no posee a varias cajas de ahorro que (en contra de lo que se antoja ley histórica) carecen de reservas, pese a lo cual seguirán gobernándose a su antojo, exprimiendo sin pudor a quienes con sus impuestos salvaron sus siglas.


Todos los asesores que se incorporan a la nómina del Fondo Monetario Internacional concluyen que la eurozona más firme, la más inmune a toda suerte de inquietud, es la extensión de una toalla sobre la que un cuerpo contempla la hermosura con que las olas descansan para siempre en las arenas.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

17 de Julio de 2011

domingo, 10 de julio de 2011

EL ARTE DEL SABOR

La concesión del Premio Andalucía de Turismo 2011 en la modalidad "Empresa o empresario" al cocinero portuense Ángel Léon reconoce la labor de este profesional y condecora la trascendencia adquirida por la gastronomía en estos últimos años en nuestro país, de tal forma que lo que parecía una labor casi inercial o rutinaria ha terminado por enraizarse en lo cultural y ascender a la categoría de arte.


El galardón, concedido por la Junta, se asigna al responsable del restaurante "Aponiente" "por contribuir a lograr sabores únicos y memoralbes de la mano de la innovación tecnológica y el buen hacer", un mérito que se adorna con cierto tinte mágico al encontrarse el establecimiento en la calle Puerto Escondido, vía de la ciudad que a mí siempre me ha parecido peculiar, distinta a todas, como ofrecida y rezagada al tiempo.


El jurado, compuesto por representantes del empresariado, los sindicatos y la administración regional, distingue así a quien ha recibido este año su primera estrella Michelín y lo hace con un honor que, al carecer de prestación económica, adquiere ese peculiar prestigio que viste a las recompensas cuyo boato se ciñe a la estricta denominación.


Los cocineros son una especie de alquimistas del sabor, de amanuenses de las texturas, que trabajan para hacer felices a los demás, un espíritu cuyo fondo es tan loable como el de las mejores sopas.


Ángel León, quien gusta de definirse "chef del mar", se ha embarcado en una labor oceánica que destila sabores en los productos marinos al igual que la luz los suscita en las aguas. Tenemos que sentirnos felices de que este portuense, que recogerá el galardón el 27 de septiembre, coincidiendo con el Día Mundial del Turismo, haya decidido anclarse en nuestro secular casco histórico con un restaurante en el que se afana, con sobresaliente éxito, en ingeniar platos como jureles hechos sobrasada, sardinas de poniente en brasas de huesos de aceitunas o acedías asadas dentro de una arcilla de escaramujos: descubrimientos gastronómicos cuyo objeto es componer una perfecta sinfonía en el pentagrama del paladar.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

10 de Julio de 2011

domingo, 26 de junio de 2011

SÓLO VISTEON

Tenía pensado dedicar esta columna a esa cría de cigüeña varada el lunes frente a la Prioral, atendida por varios espíritus generosos hasta que un salvífico guarda de Medio Ambiente, fuera de su turno de servicio, decidió poner el corazón por encima del administrativo horario laboral. Lo tenía pensado porque siempre me admiraron las cigüeñas, ese animal sereno, sabio, oteador del tiempo desde la altura, una fascinación en la que incidirá no poco mi condición oriunda de extremeño, pero nos ha caído encima el anuncio de Visteon de cerrar su planta portuense, que es tanto como cerrar el empleo, a más de 400 personas.


Ante una tragedia como ésta (habrá que ver cómo se desarrollan los hechos, pero en ningún caso se conseguirá una situación más favorable que la gozada antes del anuncio) se le antoja a uno que dedicar el espacio a otra cosa incurriría en irresponsabilidad periodística (o social, que viene a ser lo mismo), en frivolidad imperdonable.


Suele recurrirse ahora, en metáfora labrada para la historia, a la sombra de Delphi: yo recurro a la zozobra de cualquier parado, hubiese pertenecido a la plantilla de alguna gran empresa o a una quizá numéricamente tan pequeña (pero objetivamente tan magnífica) como la de sí mismo. Y, como a tantos y tantos ciudadanos, se me incendia la mente de preguntas: ¿por qué hace apenas cinco años se aspiraba al pleno empleo y ahora se desconoce cómo reducir esa cifra de 4 millones de parados? ¿Cuál es la causa de que la bahía de Cádiz parezca condenada a padecer más cierres empresariales que cualquier otra zona del país? ¿Resulta explicable que mientras mayores son las pérdidas o reducciones de beneficios de algunas firmas más altas asoman las nóminas de sus grandes ejecutivos?


Ojalá Visteon pueda reconducirse de la mejor forma. Ojalá que su estampa no acabe desvencijada, esteparia en medio de la carretera a Sanlúcar, paisaje imposible para el nacimiento de un sueño. Ojalá terminen esas deslocalizaciones que apagan el servidor informático de los procesos productivos, dejando la esperanza cernida de claroscuros.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
26 de Junio de 2011

domingo, 12 de junio de 2011

EL PACTO LÓGICO

La alianza de gobierno firmada por populares y andalucistas, estrenada ayer en la constitución de la Corporación portuense, en la que Enrique Moresco fue elegido alcalde con 15 votos, supone el pacto lógico y natural emanado de las urnas el pasado 22 de mayo.


El consenso reúne a las dos fuerzas mayoritarias (19.544 papeletas y un 55% de los sufragios) y no puede sorprender a quienes optaron por apoyar al PP (13.440, 37,9%) ni a quienes se decantaron por el PA (6.104, 17,2%), toda vez que ya aunaron sus actas en el periodo anterior, manteniendo niveles de acuerdo bastante razonables tanto en lo político como en lo personal.


La circunstancia de que en esta ocasión el ejecutivo no acoja a tránsfuga alguno supone un motivo de felicitación democrática, por cuanto ningún pero se puede argumentar a la legitimidad del concierto formalizado por ambos partidos.


El reparto de las áreas de gobierno (los andalucistas mantienen las del ejercicio precedente, sumando Educación, Patrimonio Histórico o Policía Local, mientras que los populares detentan parcelas tan notables como la propia alcaldía y Urbanismo, Hacienda y Medio Ambiente) es sensato dada la correlación de fuerzas que reina en el salón de plenos, donde el PP esgrime 11 actas por 4 del PA.


Socialistas (4 ediles), Izquierda Unida (3) e independientes (3) afrontan la labor de oposición, trabajo que también reviste su importancia para el funcionamiento del sistema. Un sistema contra el que protestaron miembros del Movimiento 15 M, sonoramente a la entrada del Teatro Pedro Muñoz Seca y silenciosamente, con alguna puntual excepción, dentro del mismo, contemplados por un público que rondaba el 75% del aforo, cifra menor a la deseable para una celebración tan significativa. La presencia de este colectivo recuerda los graves problemas financieros que afectan a la ciudad, en el marco de una devastadora crisis nacional. Ojalá que aspectos como la pronta puesta en marcha del PGOU sirvan para ir aliviando muchas economías y, de paso, no pocos espíritus.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
12 de Junio de 2011

lunes, 30 de mayo de 2011

LA DUDA DEL PACTO


Salvo que un acuerdo provincial entre populares y andalucistas permita al ejecutivo de Enrique Moresco gobernar en solitario con apoyos puntuales del PA, los próximos meses despejarán la identidad del socio elegido por el PP para afrontar el siguiente mandato corporativo; dos son las posibilidades políticamente reales con las que cuenta la lista más votada (11 ediles) en busca de la construcción de la mayoría absoluta (13): el Partido Andalucista (4 actas) o Independientes Portuenses (3).


Los ciudadanos entenderían mejor un acuerdo con el PA, toda vez que gozaría de más representatividad, ya se produjo en el mandato precedente y las relaciones personales entre Enrique Moresco y Antonio Jesús Ruiz son más fluidas que las existentes entre Moresco y Silvia Gómez, pero algunas teorías apuntan dentro del PP a la posible conveniencia estratégica de formalizar un acuerdo con IP, entendiendo dos razones: no exigirían tanto en la negociación y (corazón de la hipótesis) rentabilizarían, presuntamente, su acción de gobierno en menor medida que un Ruiz Aguilar observado con creciente inquietud. Otras ideas, en cambio, señalan que un pacto con los independientes podría oxigenar una formación que, condenada cuatro años más al desierto oposicional, llegaría incluso a sufrir problemas de subsistencia en otra cita con las urnas.


Los populares confían en que un seguro triunfo en el gobierno central y uno probable en el autonómico, junto al inmediato desarrollo del Plan General, les faciliten la consecución de importantes logros para la ciudad, lo que les ayudaría a firmar una mayoría absoluta que, de nuevo, les ha sido esquiva, aunque la victoria lograda resulte amplia. Con socialistas e IU instalados en un férreo estancamiento, los populares intentarán de cara a 2015 disminuir la fuerza de IP (Silvia Gómez ha obtenido unos números meritorios en un contexto tremendamente delicado) y, sobre todo, del Partido Andalucista, que, liderado por un Antonio Jesús Ruiz en clara alza (de los 4 ediles, 2 son cosecha propia) ha dejado a Moresco sin coronar la meta de las 13 actas.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

29 de Mayo de 2011

lunes, 16 de mayo de 2011

UN PASEO POR CASETAS Y PAPELETAS, A LOS ECOS DE UNA SEVILLANA ELECTORAL

F. Carreto

Una amplia representación política escolta la inauguración del alumbrado.


Cada cuatro años, en uno de esos movimientos pendulares de la historia, la Feria de Primavera acoge también la del Voto Fino y algunas de las casetas se metaforizan en urnas gigantescas. La circunstancia goza de tal tradición que uno ya no sabe bien si son las fechas de la fiesta las que coinciden con los sufragios o si es el presidente del gobierno de turno el que echa una ojeada al calendario para no desentonar.



El Ayuntamiento de El Puerto ha dedicado la Feria a la ciudad de Cádiz (o a Teófila Martínez, que parece viene a ser lo mismo). El alcalde, Enrique Moresco, adelanta un año el bicentenario (el presente suele acabar imponiéndose al pasado) en una estrategia pensada para obligar a Martínez, a la que las encuestas presentan sobrada de concejales, a echar unas horas extra en El Puerto, en pos de evitar esa victoria sin mayoría absoluta que a Arenas se le antojaría "mala noticia" (eufemismo oficial). Nunca le estará el PP lo suficientemente agradecido a esta mujer, que no se tiñe de rubio, sino de carisma, y que amadrina cada convocatoria electoral de los suyos en la provincia como si fuera papeleta propia.



Unas casetas más allá, el andalucista Antonio Jesús Ruiz intenta recortar la alargada sombra de las alas de la gaviota profundizando en el trato directo con la gente. A Ruiz, que tiene presencia y aires de yerno ideal, de cuñado entrañable, de amigo que siempre te llama por Navidad, se le va poniendo cara de resultado histórico.



Su caseta linda con la de IP, donde a Silvia Gómez las adversidades la han hecho más Silvia y menos Gómez, una reserva espiritual independiente que la transustancia en una aspiración de Hernán en femenino.



Visito a socialistas e IU y confirmo que, por una ley no escrita, la progresía política y la devoción culinaria por la fritanga resultan directamente proporcionales. Sólo nos falta UPyD en el albero para gozar de las peculiaridades de una caseta intelectual. Apuesto por su estreno hispánico en la Feria de Primavera, que El Puerto de Santa María encabeza los rankings de hitos singulares.





Francisco Lambea



Diario de Cádiz



15 de Mayo de 2011

domingo, 1 de mayo de 2011

LECTURA CONTINUADA DEL QUIJOTE EN LA ACADEMIA DE BELLAS ARTES SANTA CECILIA

Foto: Andrés Mora


Atender a Cervantes siempre constituye un sano ejercicio. La Academia de Bellas Artes Santa Cecilia organizó, un año más, la lectura continuada de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", en la que tuve la satisfacción de participar. Aconsejo, por cierto, no ya sólo este libro, sino cualquier biografía sobre el gran autor español, cuya vida es más novelesca que la del propio Alonso Quijano.

LO QUE PINTA PINTO

José Manuel Pinto Colorado, Pinto, portero del F C Barcelona.



Ha tenido que ser titular en la Copa del Rey, precedido por esa frase de Pep Guardiola a quienes le inquirían sobre el once de gala ("Jugarán Pinto y diez más") para que, por fin, se haya hablado siquiera una parte de cuanto merece José Manuel Pinto Colorado, Pinto, portero del Fútbol Club Barcelona, el deportista portuense con mayor repercusión mediática de todos los tiempos.


Si Pinto hubiese nacido en Jerez o en Cádiz (no digamos ya en Sevilla, en Madrid o en la propia Barcelona) la glosa de sus logros (un Trofeo Zamora, una Copa del Rey, dos Ligas, dos Supercopas, una Copa Intertoto, una Supercopa de Europa, una Liga de Campeones, un Mundial de Clubes...) habría sido infinitamente mayor, lindante con la epopeya mitológica... pero como sus ojos vieron la luz en El Puerto de Santa María, una ciudad cainita como pocas, condenada al invierno comunicacional de los centros de decisión, su trayectoria ha requerido el concurso en la final de Copa más seguidas de cuantas se han disputado para que la atención se situase a la altura de los méritos de este peculiar cancerbero, aficionado en sus ratos libres a la producción y creación musical.


Nieto y sobrino de guardametas, Pinto no quiso ser otra cosa desde que protagonizara sus primeras estiradas en nuestras calles e instalaciones deportivas. Su esfuerzo y capacidad le llevaron desde el Safa San Luis al Betis, al Celta y al citado Barcelona, cuya meta defendió en un partido, celebrado la pasada semana, al que atendió en algún momento la mitad de la nación: 20 millones de españoles.


Es de desear que, una vez finalice la temporada, en la que todo indica que este portero de 35 años seguirá aumentando su brillante palmarés, desde el Ayuntamiento se le rinda el más alto reconocimiento institucional a quien forma parte de una de las plantillas que, siendo vigoroso presente, se inserta en la historia más gloriosa del fútbol mundial. Lo contrario escaparía a toda lógica, incidiendo en esa actitud desagradecida que esta localidad acostumbra a mostrar con algunos de sus hijos más ilustres.


Francisco Lambea


Diario de Cádiz


1 de Mayo de 2011

domingo, 17 de abril de 2011

DE AUSENCIAS Y PRESENCIAS

La presentación de la lista con la que el Partido Popular concurre a las elecciones municipales del 22 de mayo conlleva diversos aspectos noticiables, si bien el que viene erigiéndose más comentado es la ausencia del actual edil de Policía Local, Carlos Montero.


Parece que el alcalde, Enrique Moresco, ha salido de montería y decidido cobrarse una pieza que, a tenor de los comentarios que recibo de todas las personas con las que hablo, el resto de cazadores hubiera dejado vivito y coleando. La salida de Carlos Montero, que ya militaba en el partido cuando un Fraga sin tirantes no lo había fundado todavía, ha causado una sorpresa rayana en la estupefacción, generando un tan espontáneo como desorganizado colectivo monterista, compuesto por quienes son conscientes de que el concejal no sería el animador de una fiesta enlazando infinitos chistes mientras iza un whisky, pero sí alguien que llegaría al guateque con todos los deberes hechos, una persona eficaz con la que un apretón de manos resulta suficiente para olvidarse del notario.


El montericidio ha eclipsado mediáticamente el fulgor de las novedades, produciendo uno de esos fenómenos que recuerdan a las reacciones que suscitaban las convocatorias de la selección nacional de fútbol cuando aún no era campeona del mundo, y en virtud de las cuales se hablaba más de quienes no habían sido llamados a defender la camiseta que de quienes subían las escalinatas del avión. Llegados a este punto, tampoco entiendo la exclusión de la candidatura de Blanca Merino: la valentía y claridad con la que viene afrontando el conflicto de los autobuses resulta encomiable. De entre las incorporaciones saludo especialmente la de Gonzalo Ganaza, quien siempre manifestó un gran aprecio por las personas que integrábamos Telepuerto.


La revelación de la lista del PP anima una campaña tras la que los populares portuenses repetirán triunfo, aunque de nuevo sin las mieles de la mayoría absoluta, entre otros factores porque Antonio Jesús Ruiz se convertirá, al frente del Partido Andalucista, en el ganador moral de los comicios.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

17 de Abril de 2011

domingo, 3 de abril de 2011

MOTOS, DEL VOTO AL VETO

Escribo este artículo entre el eco lejano, algo desfallecido, de los tubos de escape de los moteros, esos seres de presencia cíclica a los que hace años el equipo de gobierno recibía a los sones de Bienvenido Míster Marshall y frente a los que ahora se bunkeriza sin recato (con una diligencia que para sí hubiese querido el PGOU del postgaguismo), como si las ruedas de estos turistas de cuero portasen la mismísima radiactividad de Fukushima.


El cambio de filosofía gubernamental (de la primavera de gasolina al invierno de ruido) ha provocado que quienes se revestían del glamour de los motoeuros, quienes protagonizaban uno de los eventos lúdicamente oficiales del año, sean ahora observados como una vertiente inédita de la kale borroka, como unos adalides de la oposición política, por lo que las alfombras de plata se han tornado en viarios cuajados de badenes que estallan como sarpullidos bajo la placidez del amortiguador.


Los moteros, que hace años firmaban lunas de amor y sexo, amaneceres tintineantes de whisky, son ahora especies en vías de extinción tras sucumbir a los new jersey, esas barricadas light de la modernidad exentas de lirismo, y a una presencia policial masiva que les corta la presunción de inocencia a la par que el punto.


Tienen la guerra perdida en El Puerto, ciudad metaforizada en valla gigantesca, en agujero negro del circuito, y sus vehículos, que han dejado de ser políticamente correctos, hasta el grado de que ya ni los empresarios afectados por el volumen de sus ausencias osan esbozar la más mínima queja, cabalgan como lamentos solitarios, cual rebeldes condenados al supremo castigo de quien no merece la menor defensa. Sólo conseguirán un asomo de armisticio el día que se institucionalice un pregón en su honor, un cartel vanidoso de caballete tras cuyo descubrimiento el artista se ponga la placa por montera.


El pasado se marcha con la volatilidad del humo y el futuro aguarda la oportunidad de su dictado. Parte de nuestra historia política reciente se sintetiza en un juego de palabras: motos, del voto al veto.


Francisco Lambea

Diario de Cádiz

3 de Abril de 2011

domingo, 20 de marzo de 2011

TRES JUSTAS DISTINCIONES

El pleno solemne que distinguió el pasado jueves al sacerdote Julio Juez Ahedo como Hijo Adoptivo de El Puerto de Santa María y al colegio La Salle Santa Natalia y a José María Escribano Ivison, presidente del Real Club Náutico, como medalla de oro de la ciudad, constituye uno de esos actos inspirados bajo un don no muy común en estos tiempos, tan zaheridos por la prisa, cuando no por sentimientos poco edificantes: el don de la gratitud.

Julio Juez lleva largos años difundiendo entre nosotros el mensaje cristiano, una filosofía básica para muchas personas y que, independientemente de las creencias religiosas que cada uno pueda o no albergar, habla de un concepto indiscutible desde un punto de vista cívico, el concepto del amor. El padre Julio, como tantos y tantos hombres de fe, apostó por una de las mayores entregas que un ser humano puede profesar: consagrar su vida a un noble ideal, convirtiendo cada jornada, cada acto, en un continuo apostolado, predicando en diversos púlpitos portuenses, como la Iglesia Mayor Prioral, el asilo de Las Hermanitas de los Pobres o La Palma, parroquia esta última puesta en marcha tras recoger el fruto de su decidido empeño.

El colegio La Salle se acerca al medio siglo impartiendo educación, concepto tan necesario para el desarrollo individual y colectivo, haciéndolo, además, en una de las zonas tradicionalmente más deprimidas del casco urbano.

José María Escribano encarna como pocos la unión entre la tierra y el mar. Los eventos organizados por el Náutico, o en los que ha prestado su colaboración, han supuesto para infinidad de particulares el disfrute de su afición favorita y para El Puerto en general difundir su nombre en el mundo y aumentar los beneficios económicos que genera el turismo, actividad tan necesaria en nuestra estructura social.

El Teatro Pedro Muñoz Seca acogió una función por fortuna plenamente real, una función bien organizada que casi llenó el aforo y que distinguió a dos personas y a una entidad que tienen a El Puerto de Santa María como uno de sus principales argumentos en el diáfano escenario de sus corazones.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
20 de Marzo de 2011

jueves, 3 de marzo de 2011

OPORTUNISMO ENERGÉTICO

En contra de la postura que se antoja triunfante, muestro aquí mi acuerdo con la decisión del Gobierno de reducir, a partir del próximo lunes, a 110 kilómetros por hora (10 kilómetros por hora menos que la tolerancia actual) la velocidad en autovías y autopistas, medida adoptada ante la subida del precio del petróleo a raíz de la crisis libia. Las previsiones del ejecutivo indican que, al cabo de un año, se adquirirían 18 millones de barriles menos, lo que, dado que hay que abonar en torno a 120 dólares por barril, supondría un respiro a las arcas patrias que nunca bajaría de los 1.400 millones de euros.

La idea, que buscar ahorrar un 15% en el consumo de gasolina y un 11% en el de gasóleo, ralentizará los trayectos de manera directamente proporcional a su extensión, lo que redundará en un mayor encuentro de los conductores consigo mismos, posibilidad que un poeta no puede sino aplaudir, máxime en una época tan proclive a frivolizar las atenciones. Además, mirándolo egoístamente como portuense, la iniciativa gubernamental favorece la afluencia a nuestras playas, toda vez que los conductores optarán por nuestro litoral antes que por otros (merced al anuncio efectuado por Alfredo Pérez Rubalcaba) más lejanos en el tiempo. Incluso, dado el aminoramiento en la fuerza de presión sobre el acelerador, habrá quien opte por desdeñar la autopista Sevilla - Cádiz (o Dos Hermanas - Puerto Real, en denominación patentada por José Antonio Barroso) y elija la carretera nacional (que, a fin de cuentas, es suya), lo que facilitará que los viajeros recalen, dulcemente, en nuestro término municipal, encantado de recibir sus divisas.

Reconozco mi sorpresa, en cualquier caso, por esta peculiar concatenación, este capricho de la historia, en virtud del cual la asesina ansia de poder de un loco, llamado Muamar el Gadafi, que tiene sumido en la pobreza a un país que lidera las reservas africanas de crudo, crea una situación que acaba por inspirar en nuestro gobierno la orden de enviar a centenares de operarios a cubrir la señalización de pegatinas, originando un inédito álbum de cromos asfáltico.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
3 de Marzo de 2011

jueves, 17 de febrero de 2011

MUNDO ANTISOCIAL

La campaña que el Foro Social Portuense desarrolla bajo el lema “Soy víctima de banqueros y especuladores”, que incluye una recogida de firmas para solicitar al Gobierno el establecimiento de una renta básica de supervivencia, me ha hecho reflexionar sobre diversos aspectos de la crisis económica que padecemos, una coyuntura que provoca situaciones, además de injustas, directamente esperpénticas.

Habría que comenzar apuntando que el Fondo Monetario Internacional, la primera organización económica del mundo, con 1.200 expertos en plantilla, fue incapaz de prever el desastre, según admite un informe autocrítico del propio organismo que viene a respaldar la teoría de que los economistas son esas personas que explican, pormenorizadamente, las causas de lo que ocurre… una vez ya ha ocurrido.

Después podríamos fijarnos en que en España el Estado ha tenido que prestar dinero a varias cajas de ahorros, una entidad cuya definición futura admite todo tipo de apuestas. Los ciudadanos tienen derecho a preguntarse (entre otras cosas porque nadie les informa) cuánta cantidad y en qué condiciones se presta y a cambio de qué, pues no consta que el auxilio (otorgado, por cierto, a dichas entidades y no a particulares, que esa es otra) haya derivado en una mayor fluidez del crédito ni en una suavización de las relaciones entre la población civil y las entidades financieras, esas empresas cuya publicidad se deshace en ofrecernos todo el apoyo del mundo y en las que te encuentras de continuo con que hasta el descuajaringado bolígrafo que firma los recibos se contabiliza por la fusión fría de una férrea cadena.

La crisis que nos desangra debe servir, de momento, para eliminar los bonus a ejecutivos de entidades que han gozado de la salvífica munificencia del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y para cambiar diversos aspectos de la legislación que rige las hipotecas: insatisfechas con recibir la casa cuando no se puede pagar, vivienda cuyo valor es ya mucho más alto que la deuda contraída por el cliente, las instituciones crediticias exigen hasta el alma.

Francisco Lambea

Diario de Cádiz

17 de Febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

FUNDACIONES FUNDIDAS

Con frecuencia me pregunto por qué los responsables públicos, sea cual sea su nivel, inciden tanto en la importancia de la educación y, en cambio, liquidan las partidas culturales de los presupuestos a poco que los mercados blanden amenazantes la prima de riesgo de la deuda.
Aquí, en El Puerto, la ciudad de las fundaciones desfondadas, a veces, directamente, de las fundaciones fundidas, cinco instituciones (Alberti, Muñoz Seca, Goytisolo, José Luis Tejada y Manolo Prieto) sufren su crisis particular, lindante ya con su propia existencia. Si la “inesperada noche de tormenta” en la que Alberti nació se hubiese producido en Jerez o en Cádiz seguro estoy de que la entidad no se encontraría esperando ahora el informe municipal previo a su disolución definitiva, condenada a ese río del olvido que constituyen las corrientes de las frágiles memorias. Cumplida dicha hipótesis geográfica, se sabría el paradero de los bigotes de don Pedro Muñoz Seca, un comediógrafo genial con cuyo legado se viene ejerciendo una especie de teatro del absurdo, y habría más justicia para con el talento de José Luis Tejada, posibilitando, por ejemplo, una edición muy especial de sus obras completas. También se atendería mejor a Luis Goytisolo, a quien habría que agradecer, a estas alturas, que la decepción no se haya apoderado de su ímpetu tras organizar casi una veintena de simposios a los que han acudido grandes nombres españoles y extranjeros y contemplar, pese a todo, la lentitud con la que avanza la rehabilitación del Palacio de Purullena. Lo mismo creo de los herederos de Manolo Prieto, un portuense que ingenió, entre otras cosas, mira tú por dónde, un toro que se ha convertido en uno de los iconos nacionales (y conste que quien esto escribe no es, ni será, aficionado taurino).
Una ciudad supone algo más que un PGOU adaptado a la última normativa tecnocrática; es, también, el legado de sus pobladores, el espíritu de quienes, con su trabajo, difundieron el nombre del lugar en el que sus ojos se asomaron al milagro de la luz. Los gobernantes tienen la obligación de mantener esa mirada.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
3 de Febrero de 2011

jueves, 20 de enero de 2011

EL DON DE LA CURIOSIDAD

La entrega del Tresantié de Plata a Rafael Esteban Poullet, Faelo, por parte de la asociación cultural Razzia Artis viene a reconocer la brillante relación que este portuense mantiene con la cultura (o quizá la que la cultura mantiene con él) desde el despertar de sus ojos en el domicilio familiar de la calle Virgen de los Milagros.
Poeta, novelista, pintor, director de cine, arqueólogo… Faelo es un hombre del Renacimiento en pleno siglo XXI, una mente preclara del XVI en estos tiempos de tecnológica incertidumbre. En mi presentación del acto, la pasada semana en el Auditorio Municipal, tuve oportunidad de decir, entre otras cosas, que Faelo constituye una Fundación en sí misma, una institución andante por todos los caminos, como corresponde a quien, abominando de los nacionalismos, gusta de definirse ciudadano del mundo, de tener en la cultura su único territorio, su patria reconocible sin fronteras.
Como todos aquellos que han dedicado sus afanes a diversas materias, el espíritu poliédrico de Faelo nace de un concepto fundamental en el ser humano, tantas veces diferenciador de otras biologías: el de la curiosidad. Uno es lo que sabe… y también lo que quiere aprender.
El Faelo que recibió el Tresantié de Plata, una distinción con la que Razzia Artis (plausible colectivo merecedor de todo tipo de apoyos) galardona una trayectoria, es un hombre de mirada inquieta y gesto plácido, amante de la conversación, afable como pocos, un analista perpetuo consciente de que la cultura no supone sólo una acumulación más o menos extensa de conocimientos, sino una postura ante la existencia, la actitud de indagar la luz de cada instante, de concebir la creación como el más puro oxígeno. Fue ese convencimiento el que le llevó a proclamar, después de recibir el premio de manos de Pilar García, viuda de Alonso Santiago, homenajeado en la edición anterior, que no se arrepentía de nada.
Sus palabras adquirieron un eco especial en las bóvedas dieciochescas del Auditorio, aunque se pronunciaban bajo el acorde de la más excelsa de las cajas de resonancia: la de la sinceridad.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
20 de Enero de 2011

jueves, 6 de enero de 2011

INQUIETUD Y ESPERANZA

El cambio de año se adorna de señales que invitan más a la inquietud que a la esperanza, aunque volvemos a invocar la ilusión, ese supremo regalo de los Reyes Magos, a buscar la dulzura en las burbujas del champán: quizá sea preferible acometer el riesgo de equivocarse insistentemente que asumir el sinsabor de perder la fe en la condición humana.
La crisis económica, ese picudo rojo social, guarda también, en su tremenda realidad, una parte sicológica que habrá que espantar en lo posible. Entre tanta injusticia como conlleva la frialdad hierática de los números, y entre tanto absurdo con el que nos sorprende el devenir doméstico, destaca algún punto aislado de cordura: el gobierno pone en marcha una ley antitabaco cuyas normas cumplen con la suprema obligación de todo poder público, algo tan elemental como proteger la salud (que es igual que decir la vida) de los ciudadanos.
La luz se encarece, como corresponde a este periodo de sombras, mientras el horizonte prosigue llenándose de tercos molinos eólicos que, en la noche, semejan fantasmales árboles navideños y que, por lo visto, carecen de impacto medioambiental, ese concepto cuya relatividad se cifra en el origen público o privado de la iniciativa. Aumenta también el coste del butano, su tipismo de bombona al hombro: el tiempo se conforma en una sucesión de crecientes IPCS. Hay productos cuyo incremento de tarifa es tan natural como un 1 de Enero frente a los saltos de esquí de Garmisch – Partenkirchen o la interpretación de la marcha Radetzky por la Orquesta Filarmónica de Viena, mientras el realizador de la ORF se recrea con los palmoteos aristocráticos y los floripondios italianos de la Musikverein. Por subir, sube hasta la edad de jubilación.
2011 nos trae también las elecciones municipales. Aquí, en El Puerto de Santa María, una ciudad que sigue lejos de su auténtico potencial, acomplejada, herida por su consuetudinario cainismo, vislumbro una campaña más tensa de lo que algunos pronostican, una abstención de tristes dimensiones y un ejecutivo que dependerá, de nuevo, de los pactos.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
6 de Enero de 2011