El Centro Cultural Alfonso X ha acogido estos días la
exposición “Soy de Cádiz”, una interesante iniciativa promovida y organizada
por la Diputación provincial que ha incluido retratos fotográficos de más de
una veintena de personalidades cuyos valiosos logros profesionales les han
convertido en referentes de la sociedad gaditana. Además de en las fotografías
había que poner especial interés en las declaraciones que las acompañaban.
Algunas han atraído notablemente mi atención, como esa reflexión de crudelísima
sinceridad en la que el cocinero Ángel León afirma que “si hubiera escuchado
toda la negatividad que había alrededor, no estaría aquí”, palabras que adorna
al señalar que hacer negocio no resulta fácil en esta tierra. Ciertamente,
Ángel León, una de las mejores noticias de la ciudad en los últimos años,
merece un monumento por conseguir traer a personas de todo el mundo: mucho
lleva tardando el Consistorio en mejorar el entorno del restaurante (que
competencias y motivos tiene para ello).
También me detuve en el análisis del futbolista Joaquín Sánchez
cuando refiere que “muchas familias sufren fatiguitas pero no pierden la
sonrisa. Eso no tiene precio” y en la de José Pedro Pérez Llorca, uno de los
padres de esa Constitución que en diciembre cumplirá 40 años (documento
elogiado por quienes conocen la historia y enarbolan el sentido común y
despreciado por esa osadía que suele acompañar a los leguleyos y a quienes
sufren crisis de identidad), al comentar que “es necesario cambiar la
mentalidad de los gaditanos, que somos muy felices con poco. En el equilibrio
humano es fundamental pero no es el dinamizador de una sociedad”.
Algunas aseveraciones se vestían de cierto tono poético (el
arquitecto Alberto Campo define la luz de Cádiz como “especialísima”) y otras
de sublime ingenio (el cantaor José Mercé cita al maestro Mairena cuando decía
que “de El Cuervo para abajo todo es embrujao”).
La muestra, que finalizó ayer, se dejaba ver muy bien y sirve
con eficacia para crear cierto orgullo provincial: las satisfacciones de
pertenencia, bien entendidas y administradas, son positivas para el progreso de
una sociedad.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
30 de Septiembre de 2018