domingo, 16 de febrero de 2014

DE PARKING A PARKING


La gamonalización de la sociedad ha acabado con la presunción de inocencia de los parkings, que muchos ojos contemplan como las preferentes de los aparcamientos (la crisis económica ha afectado al concepto del vehículo, antes prolongación del narcisismo y ahora metáfora del gasto). En estos tiempos convulsos, en los que un barrio de Burgos se torna más conocido que su catedral, El Puerto, que acostumbra a ser ciudad excesiva, aporta al debate no un parking, sino dos, factor que ilusiona a quienes desean un Gamonal al cuadrado y sueñan con detenidos tomando la alternativa en la Comisaría: lo que no se gana en las urnas puede obtenerse en los parkings, elevados a urnas subterráneas.

Para ser justo con la historia, hay que recordar que algunos portuenses fueron pregamonálicos, un espíritu encarnado por quienes hace veinte años se ataron a las palmeras de la Plaza Peral pugnando por evitar la construcción de la infraestructura, entonces exenta del prejuicio generalizado, en la España anterior al euro en la que un parking se limitaba a ser almacén de vehículos y no símbolo de la lucha de clases (un fantasma recorre El Puerto: el fantasma de los parkings).

Pareciera que entre las administraciones y los ciudadanos se hubiese interpuesto el guerracivilismo del parquímetro. La paz social ya no sólo se ve dinamitada por unas lacerantes cifras de desempleo, por nóminas presa de desguace, sino por tickets de estacionamiento de inofensiva apariencia. Son muchos los portuenses que temen que aparcar gratis en los aledaños de la Plaza de Toros acabe siendo más difícil que encontrarse abierto el coso con un guiri tirando fotos en el albero.

Con frecuencia suele decirse que la ciudad vive de espaldas al río pero tal vez nos situemos en la paradoja de que en adelante lo haga de cara a los parkings, cual urbe condenada a su subsuelo, como aquel hombre quevedesco que transitaba unido a su nariz. De parking a parking y pago porque aparco: siempre peculiar El Puerto de Santa María, ciudad de historia, congresos y parkings, El Puerto para los amigos de los parkings. De ciudad de los cien palacios a ciudad de los cien parkings.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
16 de Febrero de 2014


domingo, 2 de febrero de 2014

LA CUENTA ATRÁS


Alfonso Candón afronta en los próximos dieciséis meses el mayor reto de su vida política. El recientemente elegido alcalde dispone de menos de año y medio para conseguir que los portuenses vislumbren un cambio en la ciudad al menos suficiente (el escaso margen temporal tampoco debiera exigir resultados espectaculares) como para concederle un voto de confianza de cara a los próximos cuatro años que permita al PP mantener la alcaldía con cierta holgura y sin obligarse a pactos excesivamente forzados (un hipotético logro de la mayoría absoluta supondría un triunfo cuyo mérito personal, dadas las circunstancias, resultaría de todo punto incuestionable).

Cierto es que algunos factores juegan a su favor, como su generalizada buena imagen, su aceptación prácticamente unánime en una militancia que, observando a Moresco como un intruso, ansiaba a uno de los suyos, el bajo listón firmado por su antecesor y la tendencia sociológica del electorado, pero también es obvio que se enfrenta a la necesidad de dejar atrás en el imaginario colectivo un periodo convulso, marcado por una gestión de bajo tono, la dimisión de un edil de Urbanismo y el relevo de un alcalde cruzada ya la mitad del mandato, y que en 2015 se le perfila un contexto nacional más desfavorable que el que presagiaba en 2011 la caída del zapaterismo.

Presionado por el cronómetro, cada medida, cada presencia o ausencia, se reviste de un carácter significativo. El nuevo alcalde ha comenzado combinando su conocida cercanía y afabilidad con un gesto de firmeza: el hecho de que, recién designado, caliente aún el bastón de mando, firmara los decretos de atribución de delegaciones sin que los concejales presentes en la rúbrica conocieran las áreas que les tocaban en suerte no parece un dato menor.


Resulta indudable que su acceso al poder ha conllevado la suavización de un clima político y social absurdamente crispado por un Moresco sumido en su neurótica caza de brujas particular: desde entonces se ha abierto un periodo en el que a Candón le toca gestionar bien y saber transmitir a los votantes las bondades que pueda alcanzar su ejecutivo.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz 
2 de Febrero de 2014