domingo, 23 de abril de 2017

LA TERCERA VÍA



Quizá por aquello de ser la tercera vía (de cuando en cuando a la España de inercia frentista y bipolar le surge una tercera vía) Patxi López se acercó hasta El Puerto en su campaña de primarias del PSOE, en lugar de hacer lo que tantas veces nos sucede con los políticos, que se desplazan a Cádiz o Jerez y no pisan aquí, dándose por cumplidos.

Viendo las informaciones sobre su presencia en Bodegas El Cortijo, pienso que, en esa lid que mantiene con Susana Díaz y Pedro Sánchez por hacerse con la secretaría general (en realidad, los precandidatos son siete, pero los otros cuatro resultan simbólicos), no se le valora lo suficiente el haber detentado la presidencia del ejecutivo vasco, un logro bastante más meritorio en aquellos lares que el que cosecha Susana Díaz en Andalucía (y del que sus partidarios presumen continuamente, como si en esta región, donde lo que se impone es la marca casi por orden natural de los elementos, hubiese gobernado algún otro partido en democracia).

También reflexiono que lo del PSOE con las primarias es siempre un poco raro: oralmente casi todos los cargos las defienden, entregados a la voluntad de las urnas, pero, cuando el proceso empieza, a uno le parece que más de un dirigente se pregunta por qué no pueden ser presidencialistas como el PP o Podemos (los círculos de la formación morada han acabado por ser concéntricos) y dejarse de modernismos liosos y bicefalias presuntas. Al cabo, con las primarias pasa como con algunas reuniones familiares: empieza todo muy diplomático y aseado pero, a partir de un punto de la prolongada conversación, surgen unos follones que ya no se sabe parar.

Cierto es que en este contexto hay una cuestión de fondo más honda que en ocasiones precedentes, cuando el PSOE tenía segura, en el peor de los casos, una holgada segunda posición en un bipartidismo que se antojaba sistémico. Los socialistas se ven obligados a definir si se encuentran más cercanos al centro - izquierda (Díaz y López) o están dispuestos a pactar con la izquierda radical (Sánchez), alejándoles esta última opción de la socialdemocracia, ese capitalismo con remordimientos de conciencia.

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
23 de Abril de 2017

domingo, 9 de abril de 2017

DE LA ANARQUÍA VIARIA


Una calle que se abre al tráfico, rodado o ciudadano, tiene algo de libertad recuperada. Por contra, cuando la paseas absorta en vallas, inmersa en su propia zanja, obligado a transitar de una acera a otra con cierta sensación de desvarío, cual caminante errático, te invade una ligera e incómoda pesadilla existencial.

La calle Larga va recobrando poco a poco su pulso, que, con las obras se ha podido comprobar, late con mayor fuerza de lo que acostumbra a parecer (es lo que tiene la cotidianeidad, que todo lo homogeneiza en su manto). Al igual que no hay prueba mejor que mandar a alguien de vacaciones para saber en qué medida es necesario en un puesto de trabajo ningún dato más irrefutable de cara a calibrar la vida de una calle que experimentar su cierre continuado.

Eso sí, la política municipal de sorpresivos cambios de sentido en algunos tramos directa o indirectamente afectados por las labores de Larga y Pozos Dulces ha provocado una suerte de autogestión (nunca mejor dicho), en una versión oriunda de “circule el que pueda”. De esta manera la calle Espíritu Santo viene experimentando una serie de repentinas alternancias en el modo en que los vehículos han de afrontar algunas de sus partes y uno piensa que si no se ha producido un accidente es por la intervención del titular nominativo de la vía.


Las obras en El Puerto duran más que en cualquier otro lugar del hemisferio occidental (la desproporción resulta aún mayor en los anteproyectos). Es una ley no escrita y ya se sabe lo establecido por el Código Civil: en defecto de ley aplicable rige la costumbre. También por ello se han parado las obras de construcción del aparcamiento subterráneo de Pozos Dulces. No se sabe por qué, pero quizá eso sea lo de menos, el caso es cumplir con la tradición. En lo que sí se ha apresurado Gyocivil es en negociar con Impulsa una ampliación del plazo de entrega, que concluye en enero de 2018. De momento, sólo una superficie arenosa y progresivamente calenturienta bajo la persistencia primaveral se ofrece a la mirada: la contemplo y, razones que se me escapan, se me viene a las mentes un spaghetti western. 

Francisco Lambea
Diario de Cádiz
9 de Abril de 2017