DEBATE MOTERO
El Puerto de Santa María reduce, año tras año, el número de moteros que lo visitan con motivo de la disputa en Jerez del Gran Premio de España, lo que supone una importante pérdida económica para sus ciudadanos. Esta verdad indudable no puede achacarse únicamente a la terrible crisis que nos azota: también tiene que ver en ello la actitud municipal al efecto.
Parece obvio que, entre el derecho al descanso y el derecho al ocio, nuestros gobernantes deben otorgar la prioridad al primero, más aún cuando incluso se han venido produciendo diversas manifestaciones de vandalismo, si bien, a partir de ahí, creo legítimo solicitarles un esfuerzo estratégico (difícil, no lo pongo en duda) en aras de, resguardando esa primacía de la convivencia, obtener los mayores beneficios financieros posibles de este evento.
La imagen que transmite el ejecutivo local es la de considerar esa reducción de ingresos como un inevitable mal menor, cuando lo cierto es que se trata de un problema significativo que afecta a numerosos portuenses, pues la consabida teoría de que la motorada beneficia "sólo a cuatro" constituye una frivolidad incapaz de superar un análisis mínimamente imparcial y serio. Además, la sensación de muchos administrados es la de que el equipo de gobierno carece de interés por ponerse a pensar en cómo subir en sus lares la afluencia turística que genera el atractivo del circuito vecino.
Parte de culpa de la coyuntura actual la tienen aquellos que (por entendernos, aunque la denominación no deja de ser simplificadora) se han situado en el bando motero, toda vez que su incomparecencia mediática, su perpetuo silencio, les ha hecho perder la batalla frente a quienes tildan de faccioso a todo visitante relacionado con la prueba.
Lo cierto, pese a los triunfalismos, es que, al igual que las playas pertenecen a El Puerto y no a Jerez, el circuito es un mérito de los jerezanos (más en concreto de su ex alcalde, Pedro Pacheco), un mérito del que en nuestro término municipal lo único que se hace es chupar rueda, cada vez menos imaginativos en la pole.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
13 de Mayo de 2010
La imagen que transmite el ejecutivo local es la de considerar esa reducción de ingresos como un inevitable mal menor, cuando lo cierto es que se trata de un problema significativo que afecta a numerosos portuenses, pues la consabida teoría de que la motorada beneficia "sólo a cuatro" constituye una frivolidad incapaz de superar un análisis mínimamente imparcial y serio. Además, la sensación de muchos administrados es la de que el equipo de gobierno carece de interés por ponerse a pensar en cómo subir en sus lares la afluencia turística que genera el atractivo del circuito vecino.
Parte de culpa de la coyuntura actual la tienen aquellos que (por entendernos, aunque la denominación no deja de ser simplificadora) se han situado en el bando motero, toda vez que su incomparecencia mediática, su perpetuo silencio, les ha hecho perder la batalla frente a quienes tildan de faccioso a todo visitante relacionado con la prueba.
Lo cierto, pese a los triunfalismos, es que, al igual que las playas pertenecen a El Puerto y no a Jerez, el circuito es un mérito de los jerezanos (más en concreto de su ex alcalde, Pedro Pacheco), un mérito del que en nuestro término municipal lo único que se hace es chupar rueda, cada vez menos imaginativos en la pole.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
13 de Mayo de 2010
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