DE MOTOS Y FAROLILLOS
El azar del calendario ha forjado la convivencia del rugido
de los tubos de escape con el montaje de los farolillos en Las Banderas. Hace
años hubo una confabulación funesta para desterrar las motos de la ciudad (los
vehículos de dos ruedas carecían entonces de la constitucional presunción de
inocencia). Los conspiradores lograron erigirse con la baza más mortífera:
hacer de las motos un arma política (en este país se es muy dado a ese tipo de
tonterías) y que dichos artefactos pasaran a ser políticamente incorrectos,
objetos que sufrieran lo que Elisabeth Noelle-Neumann llamaba “la espiral del
silencio”, un fenómeno por el que la sociedad amenaza con aislar a los
individuos que expresan posiciones opuestas a las asumidas como mayoritarias,
elevándose la opinión pública a forma de control social en la que los
ciudadanos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que
es aceptable y lo que no.
Prodigios de la crisis, la visita vuelve a aplaudirse (se
comprende que con el tiempo hubo quien se apercibió de que los moteros son
también turistas, con sus cascos y todo), alcanzando el prodigio de romper la
espiral dichosa y otorgar la razón a lo que la politóloga alemana consideraba
“el núcleo duro”, esos pocos irreductibles que acostumbran a tener criterio
propio y, menuda desfachatez, a expresarlo.
Conviene saber interpretar las señales antes de que sea tarde
y se provoquen perjuicios que necesiten tiempo para su reparación. La Feria
arrancará la próxima semana con 73 casetas, veintidós menos que hace sólo dos
años, cuando se rozó el centenar. El número de casetas extendidas por Las
Banderas es un indicador financiero más interesante que el de coches vendidos o
el de ladrillos horneados, tan del gusto de los analistas macroeconómicos. El
Ayuntamiento debería revisar a la baja el coste de instalación, pensar que son
muchos los portuenses que obtienen un necesario dinero extra y que la Fiesta
del Vino Fino forma parte del ADN local. Montar hoy en el ferial constituye un
supremo ejercicio de emprendimiento. Los planes de ajuste ya no respetan ni la
Feria: se han metido hasta en el albero.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
24 de Abril de 2016
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