EXTRAPOLACIÓN INERCIAL
Los dos grandes vencedores de las votaciones autonómicas en
El Puerto son Podemos y Ciudadanos. En el caso de Podemos (8.431 votos) es más
imprevisible la traslación al resultado municipal, pues no concurrirán con ese
nombre, sino con el de Ganemos, una suerte de franquicia que despista al
elector, pero en el del partido de Albert Rivera (5.394) resulta obvio que, por
mucho que se trate de comicios distintos, las huestes del otrora Independientes
Portuenses reciben una alta dosis de moral, muy conveniente para su coyuntura
(no se enfrenta uno a las urnas con el nombre cambiado todos los días).
El Partido Popular esgrime el hecho de seguir siendo la
fuerza más votada con sus 11.407 papeletas, un dato no baladí cuando se observa
que Podemos ha ganado en la ciudad de Cádiz (en mi opinión el resultado más
sorprendente de todos los deparados por las elecciones andaluzas), pero la
pérdida de 5.600 apoyos sobre las regionales anteriores debe inquietar en la
formación.
Los socialistas, con sus 8.810 votos, mantienen el tipo sobre
los poco más de nueve mil recibidos en 2012. Mayores motivos de preocupación
hay para una Izquierda Unida que pasa de 4.660 a sólo 2.588, muestra del
arrasamiento coletero, y no digamos ya para el Partido Andalucista, con mucho
el gran derrotado de la cita. El candidato a la presidencia de la Junta, el
portuense Antonio Jesús Ruiz, ha recibido la colaboración de 1.406 paisanos,
cifra muy inferior a los 2.526 que hace tres años apoyaron a una candidata
cuyos apellidos sólo recuerdan los politólogos más concienzudos.
El pésimo resultado del PA, que lo condena a seguir
careciendo de representación en el
Parlamento, coloca a la candidatura que encabeza Carlos Coronado en una
posición de salida muy incómoda. A Coronado le queda un duro trabajo por
delante para evitar que el poder andalucista en el salón de plenos retorne a
uno o dos concejales cuya importancia dependa del capricho de las matemáticas.
El panorama tampoco es optimista para una UPyD a la que las
votaciones de los andaluces han abocado a la mayor crisis de su historia.
Milagros Domínguez tiene ante sí un reto más arduo del que esperaba.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
29 de Marzo de 2015
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