CLAROSCUROS NAVIDEÑOS
El desastre organizativo mostrado por la concejalía de
Fiestas, que acabó desembocando en el retraso en el encendido del alumbrado
extraordinario de Navidad, es mucho más injusto socialmente y dañino
electoralmente de lo que piensan algunos miembros del equipo de gobierno.
Sorprende que bajo el paraguas del edil del área, Millán Alegre, con siete años
de experiencia a sus espaldas, se haya cometido este error, y más pasma y hasta
indigna que, cuando se perpetraba el desaguisado, tuviese a bien encontrarse de
vacaciones muy lejos de la ciudad, en unas fechas inapropiadas para la ausencia
de alguien con sus responsabilidades de gestión.
La ineficacia evidenciada en este punto (que ensombrece logros
anteriores en eventos como la Semana Santa o la Feria) ha dañado a los
comerciantes, estupefactos ante un ejecutivo al que juzgan indiferente a sus
cuitas, a los portuenses en general, a quienes se requiere el orgullo de ser
tales mientras se les castiga con una nocturnidad transformada en orgía de leds
en Jerez o Cádiz, y al concejal de Comercio, Gonzalo Ganaza, una persona
laboriosa y comprometida a la que el descuido de Fiestas (del que es
absolutamente inocente) ha llevado a ver primero cómo el CCA pedía su dimisión,
equiparando su cabeza a la de Alegre, y a comprobar después cómo la junta
directiva del organismo abdicaba en bloque quejosa del desconcierto lumínico.
El alumbrado navideño tiene gafe para el PP: tras aquella
gloriosa aportación que Enrique Moresco realizara a la politología occidental
al proponer que los empresarios pagasen el servicio llega ahora ésta
perfectamente evitable tardanza, que resta brillo a indiscutibles mejoras como
el abeto o el aumento de los puntos de luz.
¿Tan complicado resultaba que este mismo dispositivo, cuyo
coste supone 51.000 euros en un presupuesto municipal de 97 millones, hubiese
estado en marcha el pasado viernes 5, al igual que en tantas y tantas
localidades? Toca ahora disfrutar del
presente por no enojarse más con el pasado y confiar en que el sentido común y
la diligencia salgan de su cueva oscura para no retornar a tan abisales
profundidades.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
21 de Diciembre de 2014
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