SOCIOLOGÍA DEL CATERING
La historia de una sociedad es, también, la historia de sus
caterings. El termómetro de la economía de un país no se determina únicamente
con el nivel de su prima de riesgo, el número de hipotecas firmadas o el
contingente de vehículos entregados por los concesionarios. Tampoco el de una
ciudad con su cifra de desempleados o el volumen del presupuesto municipal.
En el periodo que comprende la inauguración del PC City, en
2002, aderezado por un lujoso servicio de un restaurante de postín, y la
primera piedra de una nave logística en Las Salinas, la pasada semana, donde la
munificencia se limitaba a unas botellas de agua mineral y una mezcla
heterogénea e informe de frutos secos venteados y sal con aroma de patatas,
discurre ese paréntesis que nos ha llevado de aspirar a la superación de los PIBs
vecinos a preguntarnos las razones por las que el COI se empeña en desdeñar
Madrid.
En su reciente ensayo, “Todo lo que era sólido”, la reflexión
que teje Antonio Muñoz Molina sobre lo ocurrido con nuestra macroeconomía se
detiene con frecuencia en esas comidas pantagruélicas que elevaban cualquier mínimo
evento a la categoría de gran celebración. Aquí, en El Puerto, hemos conocido,
a nuestro modo, el derrumbe de los que se antojaban cimientos inaccesibles:
aquellas cestas navideñas de los tiempos de Hernán Díaz, con su jamón litúrgico,
su coral de chacinas y sus botellas de alta graduación, han sido obviadas por
un desayuno frugal, si acontece. En la Asociación de la Prensa de Cádiz el apéndice
anual sólo se cura en los secaderos del recuerdo (los periodistas hemos vivido
nuestra particular “toma de la paletilla”, una agitación financiera que ha
devenido en su desaparición, como suerte de nivelación democrática entre los dispersos
redactores provinciales).
Me lo certificaba recientemente un colega: “Paco, antes se
asistía a la presentación de un libro y te lo regalaban; ahora, los invitados
no acuden para evitar el compromiso de adquirirlo”. Contra nuestra impresión de
perdurabilidad, la dura evidencia de los ciclos: la vida es lo que nos pasa
mientras nos cambian los caterings.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
15 de Septiembre de 2013
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