CÍRCULOS DE LA HISTORIA
El vigésimo aniversario del hermanamiento de El Puerto de Santa María y La Güera ha suscitado en mí las lógicas reflexiones derivadas de quien tiende la vista atrás, buscando un horizonte ya imposible, y recuerda haber vivido lo que, mucho tiempo después, se conmemora.
A uno le van haciendo mayor los alcaldes y ediles que vienen y van, los cargos de confianza que asoman y desaparecen, las réplicas y contrarréplicas plenarias, las zonas de estacionamiento antes incoloras y ya naranjas, las empresas municipales erigidas donde antes nada hubiera, sus cambios de objeto social, los innúmeros pregones, las aperturas, cerramientos y aperturas de las calles del centro a los moteros, las comisiones de seguimiento del PGOU, las portadas de feria prebiznágicas, la eterna espera del Ayuntamiento de Peral, los dirigentes vecinales que dejan de remitir comunicados para concederse al noble oficio del paseo, las vías peatonalizadas mientras no se demuestre lo contrario, los nombres, normalmente traídos por los pelos, con los que acostumbran a bautizarse las vías de los polígonos industriales… y hasta los hermanamientos.
Una de las peores cosas que puede pasarle a alguien consiste en la pérdida de la capacidad de sorpresa. El periodismo resulta una práctica dolorosa en dicho sentido, pues con frecuencia conduce al tenebroso camino del escepticismo: nada más demoledor para la virginidad de un espíritu y para la creencia en la bondad natural del ser humano que el ver cómo alcaldes anteriores, otrora asediados por un ejército de pelotas, caminan ahora libres de asedio alguno, adornados por la indiferencia, cuando no el directo desdén, de quienes fueran bendecidos por sus decisiones, presos de prematuro alzheimer para el agradecimiento, que no para la percepción de nóminas y pensiones.
Esperemos, al menos, que la historia deje de mostrarse tan herméticamente circular y dentro de veinte años los saharauis hayan mejorado notablemente sus condiciones de vida, liberándose de Marruecos, esa dictadura ante la que se suele mirar hacia otro lado.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
12 de Mayo de 2013
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