ACERCARSE A LA HISTORIA
Las concejalías de Turismo, Cultura y Patrimonio Histórico
han puesto en marcha el proyecto de identificación de edificios emblemáticos de
la ciudad, una iniciativa necesaria no sólo para los visitantes, como se
pudiera, inercialmente, pensar, sino también para los propios portuenses, toda
vez que el conocimiento del entorno no se adquiere de manera automática por
motivos de nacimiento o residencia (a veces, y es paradoja, dichas
circunstancias se transforman en hándicap, derivado de la procrastinación).
La empresa local “Cuatro Paredes” ha elaborado una primera
fase de veinte carteles informativos que ya pueden contemplarse en otras tantas
localizaciones y que aportan su pequeña colaboración para que esa extendida y
justa impresión de que El Puerto “no se vende fuera” termine siendo un anacronismo.
Conocer el patrimonio aumenta el amor por él y sirve para contextualizar
nuestros escenarios cotidianos, de modo que hay que aplaudir la idea, cuyos
resultados el ejecutivo quiere ampliar en las próximas fechas.
La conservación de los inmuebles, esa parte que el ayer nos
lega, es uno de los grandes retos, normalmente irresueltos, de los equipos de
gobierno de muchas localidades, pues esta partida requeriría un elevadísimo
montante, de varios millones de euros anuales, y ese es un empeño imposible de
acometer, máxime en estos tiempos, donde las arcas han de atender otros muchos
conceptos, entre los que se encuentran situaciones urgentes de necesidad. Por
eso resulta oportuno emprender actuaciones como esta, financieramente
asequibles, así como aumentar el horario de apertura de las instalaciones
puestas en valor (los turistas se quejan de toparse con las puertas cerradas
más de una ocasión), y reclamar a administraciones superiores el necesario
auxilio para el mantenimiento de una parte de nuestra cultura, cuyo atractivo
se une en estos pagos al del litoral.
Toca esperar también que los vándalos no actúen sobre esta
señalética, pues somos un enclave especialmente castigado por tales daños, que
punitivamente acostumbran a salirle gratis a los graciosos en el marco de una
normativa que no ataja este tipo de incivismos.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
4 de Junio de 2017
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