NEGATIVIDAD FATALISTA
El profesor de Psicología de la Universidad de Sevilla
Vicente Manzano ha mostrado su sorpresa por el pesimismo que los portuenses
traslucen cuando se les pregunta sobre el estado de la ciudad y sus posibles
soluciones. Así lo atestigua un sondeo efectuado a 350 paisanos, fruto de un
convenio entre el Centro Comercial Abierto y dicha Universidad.
Manzano admite que la conclusión más llamativa que se deriva del estudio “es que en El Puerto hay un nivel de negatividad fatalista muy elevado”, que no ha visto en otros lugares ni conoce en otros trabajos de campo, “una actitud de sentir que todo está muy mal y que, además, carece de remedio”. El buen hombre no anda espantado por completo debido a que desde hace algún tiempo reside entre nosotros, lo cual, como vacuna para adentrarse en la citada vereda, se torna muy conveniente.
Lo que yo ignoraba es que este sentimiento de melancolía a veces ácida, de tristeza crepuscular extendida a toda la jornada, se enmarca en la tipología académica de “negatividad fatalista”. Podría ser peor, pues los practicantes más arduos me parece a mí que se integran de lleno y por derecho en la “desesperación existencialista”.
Los alumnos de último curso de carrera que efectuaron el escrutinio se han encontrado con que, tras solicitar tres frases en torno al enclave, una que aparecía como especie de resorte mecánico es “El Puerto está muerto”, sentencia con la derivación light “En El Puerto no hay ná”, que se producían con una reiteración tal que ríete tú de los reflejos condicionados de Pávlov.
Eso sí, el profesor Manzano advierte la existencia de factores positivos para intentar revertir tan angustiosa opinión, como el hecho de que los examinados suelen sentirse a gusto en la zona urbana donde residen o en la irrupción de entidades como Puerto Vivo o plataformas culturales que plantean iniciativas en su sector.
Los autores de la estadística y las personas interesadas en conocerla y formar mesas de trabajo para derribarla han de reunirse a las cinco de la tarde del próximo jueves en el Centro Cívico “Augusto Tolón”. Si el profesor Manzano consigue cambiar el referido clima mental habrá que nombrarle Hijo Adoptivo por unanimidad.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
22 de Noviembre de 2015
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