HOMENAJE Y AGRADECIMIENTO
La pasada semana nos dejó el empresario Arturo Palomino, una
de esas personas cuyo esfuerzo ayudó a mejorar El Puerto de Santa María (las
ciudades son también el resultado de sus emprendedores).
Entre sus méritos hay que citar las facilidades que otorgó
para que su clientela abonara paulatinamente el mobiliario de sus casas, los
puestos de trabajo creados y su compromiso accionarial y publicitario con
Telepuerto. De entre los numerosos anuncios que emitió la empresa en sus catorce
años de vida (desde 1993 a 2010, cuando la Junta decidió no concederle licencia
de TDT, impidiéndole proseguir con sus emisiones) creo no equivocarme si apunto
que el de sus establecimientos sitos en calles Cielo y Ganado fue el que más
veces se reprodujo. Muchos lectores le recordarán empuñando un jamón ofrecido
como regalo cuando se compraba en su negocio o evocarán con naturalidad aquel
lema de “Cada cliente, un amigo”.
Su concepto sobre la importancia de la televisión local fue
clara, por lo que colaboró en la conformación de un servicio público que muchos
miles de portuenses echan de menos en estos tiempos en los que, pese a los
loables intentos empresariales y a los plausibles esfuerzos de sus
trabajadores, la cobertura televisiva de El Puerto de Santa María resulta
insuficiente para un enclave que ronda los 100.000 habitantes, escasez que
supone un problema agrandado si la situación se compara con la que gozan otras
localidades del entorno.
La televisión local ayuda a la construcción de la identidad
de las ciudades, informa a sus residentes del entorno más inmediato y genera un
legado imprescindible, como se comprueba con la reciente entrega al Archivo
Municipal de los fondos de la empresa, otro servicio en el haber de Telepuerto,
en esta ocasión pese a hallarse extinguida.
No fui yo de los integrantes de la televisión que más
contacto tuvieron con Arturo Palomino, una relación más intensa en los casos de
Andrés Jiménez, Rafael Morro o nuestro siempre añorado Pepe Hormigo, pero cuando
contactamos mostró la afabilidad de su carácter. Sirvan estas líneas para mi
particular homenaje y agradecimiento.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
16 de Julio de 2017
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