UN GIRO HISTÓRICO
El cambio de nombre de Independientes Portuenses (una
formación con 22 años de vida, 16 de los cuales ha gobernado la localidad) por
Ciudadanos Portuenses, englobada en el Movimiento de Albert Rivera, ha
transcurrido demasiado de soslayo en lo que a análisis mediático se refiere.
Cree uno que la alteración denominativa (que, cuando menos, abre un debate
sobre la identidad del partido que más tiempo ha gobernado El Puerto en la
actual etapa democrática) merece algún comentario, un estudio más extenso, desde
luego, que el de esta columna.
IP era una entidad tan personalista que su esencia ya se
desvirtuó en buena medida con la inhabilitación de su indiscutible líder,
Hernán Díaz, el hombre que se sacó un partido de la manga y lo condujo a ganar
las cuatro convocatorias electorales en las que fue cartel, hasta que errores
perfectamente evitables lo dejaron fuera de las urnas para alivio de más de
uno. Los dos sucesores, Fernando Gago y Silvia Gómez, cosecharían resultados muy
distantes del triunfo, viniendo a confirmar lo que, a efectos de alcaldía,
hasta entonces se limitaba a presentimiento politológico: “IP es Hernán”.
Silvia Gómez, la impulsora, junto al Comité Ejecutivo de IP,
de este peculiar salto genético, ha debido pensar que la sombra de un Hernán
Díaz (en desacuerdo desde hace tiempo con las estrategias de Gómez y a quien no
ha gustado la operación) fuera de la batalla ya está electoralmente amortizada,
y que se torna oportuno el proyecto de Rivera, un político ciertamente hábil
que ha diseñado un marco en el que albergar un heterogéneo grupo de partidos locales.
La variación en el acrónimo de la formación portuense se
aleja de la parte más negativa de la gestión independiente, la relacionada con
los tribunales, al ofrecer una imagen nueva pero, por la misma causa, se
distancia también de los numerosos logros, y probablemente de más de un
sentimiento que no encontrará amparo en un Rivera al que observará lejano. El
parricidio nominal puede aportar votos nuevos pero también despedir papeletas
ensoleradas: habrá que esperar a las municipales para desentrañar la magnitud
de uno y otro efecto.
Francisco Lambea
Diario de Cádiz
16 de Marzo de 2014
Comentarios